Jordi ?vole, de El Follonero a confidente del Papa: ¡°Dejemos de tratar a la audiencia como idiota¡±

Hace 15 a?os, Jordi ?vole consideraba un ¨¦xito hacer llegar al papa Benedicto XVI la guitarra de juguete con la que Rodolfo Chikilicuatre hizo la m¨¢s extravagante actuaci¨®n de Espa?a en Eurovisi¨®n. ?vole, conocido entonces como El Follonero, convenci¨® a una pareja espa?ola de reci¨¦n casados para que entregara a Ratzinger el extra?o regalo en una audiencia p¨²blica en la plaza de San Pedro para que ¨¦l lo filmara. El reportero se iniciaba entonces en un tipo de programa m¨¢s c¨®mico que period¨ªstico, en la estela del Caiga Quien Caiga de Wyoming: ese especial se llam¨® Salvados por la Iglesia.

D¨¦cada y media despu¨¦s, ?vole (Cornell¨¢ de Llobregat, Barcelona, 48 a?os) es una referencia del periodismo documental y de la entrevista en televisi¨®n. Y tiene una relaci¨®n estrecha con el papa Francisco, a quien entrevist¨® por primera vez para otro programa de Salvados en 2019. ¡°?l qued¨® contento de aquella entrevista. No esperaba que tuviera tanta repercusi¨®n. Entramos en una din¨¢mica de escribirnos, de contarnos. No ha habido mucho intermediario entre nosotros¡±, cuenta. ¡°Sabe lo que yo pienso de muchas cosas. Lo respeta perfectamente. Y por supuesto que yo le respeto a ¨¦l. Hay una relaci¨®n de confianza. Yo creo que nos inspiramos mutuamente¡±.

El verano pasado, el equipo de Jordi ?vole convenci¨® a Jorge Bergoglio para llev¨¢rselo a un centro de trabajo colaborativo a las afueras de Roma y reunirlo con una decena de j¨®venes del mundo muy diversos: creyentes, ateos, agn¨®sticos y un musulm¨¢n; heterosexuales, homosexuales o una persona no binaria; activistas feministas, LGTBI o en favor del derecho al aborto; una mujer que hace actuaciones pornogr¨¢ficas en internet; una v¨ªctima de abusos en un centro religioso; solo una cat¨®lica incondicional de la Iglesia. El resultado es el documental Am¨¦n. Francisco responde, de la compa?¨ªa Producciones del Barrio, que dirige ?vole junto a M¨¤rius S¨¢nchez y que se estrena el d¨ªa 5 en Disney+. Cuando ?vole le mostr¨® a Francisco el programa ya editado, lo que no suele hacer con sus entrevistados pero esta vez crey¨® conveniente, el Papa no quiso sugerir cambio alguno. ¡°No creo que haya un l¨ªder mundial que vea lo que nosotros hemos hecho y no le ponga ni un pero¡±, cuenta ?vole en una cafeter¨ªa junto a la Gran V¨ªa madrile?a, con la maleta hecha porque sale de viaje a Oviedo. El reportero aplaude el talante de Jorge Bergoglio y aprecia mucho su sentido del humor tan argentino. ¡°La misi¨®n de un Papa no es estar con los convencidos. Creo que en el fondo le divierte. Es un papa curioso, que quiere saber la realidad que le ha tocado vivir¡±.

En la d¨¦cada y media transcurrida desde aquellos primeros Salvados en La Sexta, no solo ha cambiado en ?vole una relaci¨®n estrecha con el obispo de Roma que nunca hab¨ªa imaginado tener, y que no espera tener con el siguiente. Su evoluci¨®n profesional ha sido evidente. Licenciado en Comunicaci¨®n Audiovisual, dio sus primeros pasos en radios locales y alguna colaboraci¨®n en prensa antes de recalar en El Terrat, la productora de Andreu Buenafuente, que ha resultado una inagotable cantera de c¨®micos. ?vole se quita el sombrero ante Buenafuente: ¡°Lo que ha dado a luz a su alrededor es enorme: Santi Mill¨¢n, Jos¨¦ Corbacho, Berto Romero, David Broncano, Edu Soto, David Fern¨¢ndez, M¨®nica P¨¦rez, Silvia Abril... No s¨¦ si encontrar¨ªamos a alguien en el mundo de la comedia que no solo se haya convertido en un crack, sino que adem¨¢s haya tenido la generosidad de decir: ¡®Hostia, voy a darle bola a este¡±.

Buenafuente lo bautiz¨® como El Follonero, un supuesto espont¨¢neo impertinente que interrump¨ªa su programa nocturno. Empez¨® su propio programa en La Sexta, Salvados, en esa l¨ªnea de travesuras. Pero, de forma gradual y poco perceptible, fue inclin¨¢ndose a un reporterismo m¨¢s profundo, documentado y con sensibilidad social. Un primer hito de Salvados fue su investigaci¨®n, en 2013, sobre la tragedia en el Metro de Valencia. ¡°Fue como el sello que nos pusieron los compa?eros: ¡®Hostia, estos t¨ªos est¨¢n haciendo periodismo¡±. Aquel programa llev¨® a la justicia a reabrir el caso del accidente ocurrido en 2006 y silenciado en v¨ªsperas de la visita del papa Benedicto XVI (otra vez el Papa en su camino) a la capital valenciana. Pero inmediatamente despu¨¦s volvi¨® a mostrar su cara m¨¢s gamberra en el falso documental sobre el 23-F: Operaci¨®n Palace. Para este junt¨® a algunos pol¨ªticos (Leguina, Anasagasti, Verstrynge) y periodistas (Gabilondo, ?nega) a una farsa que no se desvelaba hasta el final: se afirmaba que el golpe de Estado de Tejero fue un montaje dirigido por Jos¨¦ Luis Garci para ayudar a la consolidaci¨®n de la democracia. Algunos corrieron a comentarlo en Twitter antes de llegar a la confesi¨®n final; esos tuis quedaron en rid¨ªculo en minutos.

¡°Hubo gente en el gremio que se cabre¨® mucho. Yo creo que el espectador fue mucho m¨¢s comprensivo que los compa?eros de oficio, que fueron terriblemente duros¡±, recuerda. Pero ?pretend¨ªa ese falso documental apuntar algo sobre los puntos oscuros de la intentona golpista? ¡°Te enga?ar¨ªa si te dijese que el motor de arranque no fue m¨¢s que el divertimento¡±, responde. ¡°Lo que pasa es que cuando te pones a hacerlo, ves que hay mucha documentaci¨®n que todav¨ªa hoy no ha visto la luz. Entonces se convierte, adem¨¢s de un divertimento, en una necesidad¡±.

?vole tom¨® el pelo a toda Espa?a, pero ya no era El Follonero. ?l explica as¨ª su propio perfil: ¡°Durante un tiempo nosotros nos dedicamos a picar en los timbres de los porteros autom¨¢ticos y a salir corriendo cuando contestaban. Y con el tiempo yo creo que hemos hecho m¨¢s el picar en la puerta, que la gente te abra, que te reconozca y que diga: a pesar de ser qui¨¦n eres, te voy a atender¡±. A partir de entonces le interes¨® m¨¢s el retrato en profundidad de personalidades. Lo de la provocaci¨®n era ¡°una v¨ªa que se agota¡±. ¡°Llega un punto en el que dices: no quiero solo estar aqu¨ª en el photocall, no quiero estar solo aqu¨ª en la alfombra roja, no quiero estar solo aqu¨ª en la audiencia p¨²blica. Yo quiero poder acabar hablando con esta persona tranquilamente, de t¨² a t¨², sentados en una silla¡±.

Dej¨® de verse a s¨ª mismo ¡ªy la audiencia dej¨® de verlo¡ª como un c¨®mico. ¡°A veces el traje me ha venido grande. Para la comedia estricta, yo me ve¨ªa al lado de gente como Berto Romero. Me dec¨ªa: es que no hay punto de comparaci¨®n entre la vis c¨®mica que tiene este hombre y lo que yo puedo dar aqu¨ª¡±. Su estilo es, entonces, una mezcla de ingredientes. ¡°No me gustan las cosas puras, ni los pura sangre ni los pura raza¡±. En sus inicios en las radios locales, aprendi¨® rigor y cercan¨ªa a la gente de los pueblos; en El Terrat se gradu¨® en entretenimiento. ¡°Me hice un traje a medida. Y no he dejado de disfrutar nunca¡±.

En los a?os siguientes, ?vole brilla como entrevistador, primero en Salvados y, desde 2020, en su nuevo programa Lo de ?vole. Se han sentado con ¨¦l Pepe Mujica, Nicol¨¢s Maduro, Felipe Gonz¨¢lez, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, Arnaldo Otegi, el exetarra I?aki Rekarte, Carles Puigdemont, Jaume Matas o Florentino P¨¦rez; m¨¢s recientemente Julia Otero, Iv¨¢n Redondo, Rosal¨ªa, Miguel Bos¨¦ y Macarena Olona. Y ahora vuelve a grabar con el papa Francisco. Lamenta no haber podido entrevistar a un miembro de la Familia Real: ten¨ªa todo listo para hacerlo con I?aki Urdangarin, en pleno esc¨¢ndalo por el caso N¨®os, pero se frustr¨® en el ¨²ltimo momento.

Una de sus producciones m¨¢s emotivas fue con el m¨²sico Pau Don¨¦s, entrevistado dos semanas antes de morir de c¨¢ncer. Y eso que su relaci¨®n no hab¨ªa empezado con buen pie: en un viejo gag en el programa de Buenafuente, El Follonero interrump¨ªa a su banda Jarabe de Palo para reprocharles que siempre hac¨ªan la misma canci¨®n: los renombr¨® como Jarabe del Mismo Palo. Mucho tiempo despu¨¦s, en la primavera de 2020, Pau llama a Jordi para que grabe un programa que se emitir¨¢ despu¨¦s de su muerte, que ve¨ªa muy cercana y ocurri¨® el 9 de junio. Quedaron el 28 de mayo. ¡°No es falsa modestia, pero creo que ah¨ª tengo poco m¨¦rito. Es ¨¦l el que me llama, ¨¦l es el que me dice: quiero dejar esto para mi familia. Y no sab¨ªamos nada de si lo vamos a emitir en televisi¨®n o si iba a ir a los cines como acab¨® yendo. Ir sin ninguna pretensi¨®n a esa entrevista fue un milagro. La ¨²nica pretensi¨®n era entender lo que me est¨¢ pidiendo. Yo me qued¨¦ muy tranquilo cuando acabamos y ¨¦l me dijo: ¡®T¨ªo, era esto¡±.

Alguno de sus programas dio en el clavo ante los cambios que se estaban produciendo en Espa?a. En pleno ascenso de la nueva pol¨ªtica, cit¨® a dialogar a sus dos estrellas: Pablo Iglesias y Albert Rivera, l¨ªderes de Podemos y Ciudadanos. El debate, cordial para ser entre rivales pol¨ªticos, se celebr¨® en octubre de 2015 en un bar de barrio: Tio Cuco, en el distrito de Nou Barris de Barcelona. En aquel momento, Iglesias y Rivera parec¨ªan listos para intentar liderar unas reconfiguradas derecha e izquierda. El programa tuvo gran impacto y el encuentro se repiti¨® nueve meses despu¨¦s, en junio de 2016, ya en campa?a electoral. En un escenario m¨¢s formal: el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid. No tuvo nada que ver con el anterior: fue mucho m¨¢s tenso y ambos se mostraron m¨¢s agresivos. Se hab¨ªa esfumado el esp¨ªritu del Tio Cuco. ?vole lo recuerda as¨ª: ¡°La primera vez estuvieron los dos muy h¨¢biles. Sab¨ªan lo que esperaba la gente de aquel primer debate, e intentaban entender al otro. Les dije: ¡®Aqu¨ª va a haber un di¨¢logo entre dos chicos j¨®venes de una nueva Espa?a, de la nueva hornada¡¯. Fue una puesta en escena perfecta, que adem¨¢s ley¨® muy bien el momento en el que estaba gran parte de la ciudadan¨ªa espa?ola¡±. Por eso le doli¨® el tono del segundo debate: ¡°Que nueve meses despu¨¦s, aquellos dos chavales se mirasen y discutieran con el nivel de crispaci¨®n con que lo hicieron te llevaba a preguntarte: ?qu¨¦ virus tiene la pol¨ªtica en este pa¨ªs para llevar a esta degeneraci¨®n?¡±.

Apenas seis a?os despu¨¦s de reunirse en el bar barcelon¨¦s, Rivera e Iglesias hab¨ªan sufrido varapalos electorales y renunciado a liderar sus partidos. ?Es la pol¨ªtica espa?ola una trituradora? S¨ª, dice ?vole. ¡°Yo lo llamo la rositer¨ªa. Ah¨ª los medios deber¨ªamos hacer un ejercicio de responsabilidad, de autocr¨ªtica. En este momento de sacralizaci¨®n de la pol¨¦mica, cuando no hay pol¨¦mica parece que no haya espect¨¢culo y, por tanto, no hay audiencia ni negocio¡±.

El proc¨¦s independentista de 2017 fue un momento inc¨®modo para ¨¦l. Lo se?alaron por equidistante, como si eso fuera un insulto. ¡°En esos momentos lo primero que hay que bombardear son los puentes. El puente era aquello que se acab¨® llamando equidistante, simplemente porque pod¨ªas poner en conexi¨®n a dos personas de opiniones diferentes. No gustaba ni en un lado ni en otro¡±. ?l sent¨® a dialogar a Felipe Gonz¨¢lez con Artur Mas en febrero de 2014, cuando el entonces presidente catal¨¢n ya preparaba un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n, que se celebrar¨ªa el 9 de noviembre. Ese debate representaba ¡°una posibilidad de di¨¢logo, una posibilidad de salida, una posibilidad de hacer pol¨ªtica, que es lo que finalmente se ha tenido que hacer. Eso es lo que se bombardeaba¡±.

En estos tiempos de aceleraci¨®n de la pol¨ªtica, muchos se?alan a las redes sociales como uno de los ingredientes de la creciente polarizaci¨®n. ?vole est¨¢ en Twitter, la red que m¨¢s atrae a los periodistas. ¡°Como me apasiona la comunicaci¨®n, me tir¨¦ a Twitter como el que encuentra agua en el desierto¡±, recuerda. Le pareci¨® fascinante seguir en directo las reacciones que generaban sus programas. Pero la inocencia dur¨® poco: ¡°Todo eso se pervirti¨®. Cada red social cogi¨® su personalidad. Y Twitter sac¨® el orgullo de ser la red del hater. Se ha empobrecido¡±. Cuando empez¨® en Twitter, recuerda, le preocupaba cada mensaje negativo que recib¨ªa, pero fue construy¨¦ndose una coraza. ¡°En el fondo estamos todav¨ªa en segundo de redes sociales, pero no somos licenciados todav¨ªa¡±. Con el tiempo, adem¨¢s, observ¨® un nuevo fen¨®meno en la red social: ¡°El cachonde¨ªto de gente que lleva mucho tiempo all¨ª y que sabe identificar muy f¨¢cilmente a lo que se llama el ofendido. Ya no entras ni en debates ni en nada. Cuando ves a alguien que te est¨¢ dando la turra toda la ma?ana, que te est¨¢ contestando a todos los mensajes que est¨¢s poniendo, la gente pone: ¡®Se?ora, su¨¦lteme el brazo¡¯. Y con eso ya lo est¨¢s diciendo todo¡±.

Tambi¨¦n cree que las redes sociales, dominadas por grandes corporaciones y habitadas por todo tipo de bots y troles, tendr¨¢n que atenerse a reglas m¨¢s claras. ¡°Tarde o temprano habr¨¢ que legislar de una manera muy seria, porque est¨¢n contribuyendo a crear estados de opini¨®n. Tampoco quiero ponerme tremendista: la exclusiva para crearlos la ten¨ªamos nosotros, los medios de comunicaci¨®n. Bueno, pues ahora eso se ha ampliado¡±.

Pero no son las redes las ¨²nicas responsables de la polarizaci¨®n. El periodista se?ala a los medios de comunicaci¨®n por estar sometidos a dos ¡°dictaduras¡±: la del titular y la de la audiencia. A ¨¦l, que domina el g¨¦nero de la entrevista, le molesta leer titulares que no reflejan todo lo que dice el personaje, ni lo m¨¢s representativo. Pero son m¨¢s llamativos. ¡°Sabes que con ese titular t¨² lo vas a petar, que va a haber pol¨¦mica y se va a liar parda¡±. Y eso ha venido favorecido por las herramientas que permiten seguir, minuto a minuto, la audiencia de cada art¨ªculo en los medios. ¡°Yo pensaba que era algo de lo que se iba a librar la prensa, y ha entrado con m¨¢s violencia que en la televisi¨®n. Eso tiene muy poco que ver con el periodismo. Eso tiene que ver con los resultados, con la rentabilidad. Por eso estamos llenando los medios de titulares que son una aut¨¦ntica mierda¡±.

Y entiende que los j¨®venes tienen hoy otros referentes, los streamers de Twitch o YouTube. ¡°Ese chaval, ese youtuber que est¨¢ habl¨¢ndole a tu hijo, predicando y divirti¨¦ndole a trav¨¦s de un juego o que monta un debate en su canal, es lo que fue para m¨ª fue Mercedes Mil¨¢ o luego Julia Otero en los noventa. Eso es la nueva comunicaci¨®n. Y si no tenemos el m¨¢s m¨ªnimo inter¨¦s por entenderla, estamos siendo negligentes con el tiempo que nos ha tocado vivir¡±.

?vole tambi¨¦n lamenta que haya dirigentes pol¨ªticos que solo quieren salir en la SER, EL PA?S o en La Sexta, y otros que solo responden a Abc, El Mundo o la Cope. ?l defiende que eso es un error muy arraigado en los asesores y que deber¨ªa romperse. ¡°Las entrevistas quedan mejor en campo contrario. Cuando tenemos un invitado que claramente se sabe que no es de nuestra l¨ªnea editorial, despierta mucho inter¨¦s¡±.

Por eso cree que acudir solo a medios que se supone afines es una mala estrategia: ¡°Acabas tratando a la audiencia de imb¨¦cil¡±. Pero matiza: ¡°Tambi¨¦n tiene que haber un esfuerzo en este pa¨ªs por parte de los lectores, de los oyentes, de los espectadores, de ver, leer y o¨ªr aquello que no queremos ver, leer ni o¨ªr¡±. ?l est¨¢ a favor de tener una dieta medi¨¢tica diversa: ¡°Tendr¨ªamos que cambiar habitualmente de peri¨®dico, de televisi¨®n, de radio y de perfiles que seguimos en redes¡±, sostiene. ¡°Si no, acabas meti¨¦ndote en una especie de universo muy particular tuyo, en el que no te enteras de nada m¨¢s que de lo que pasa ah¨ª. No puede ser que estemos todo el d¨ªa d¨¢ndonos la raz¨®n a nosotros mismos. Es una sociedad cada vez m¨¢s atomizada. Hay una serie de tribus que tienen su credo, sus medios, sus t¨®tems...¡±.

El papa Francisco dio ejemplo ante ?vole sent¨¢ndose con gente no muy af¨ªn a su mundo. En los valores de la nueva generaci¨®n, queda claro en el documental, destaca una nueva mirada al tema de las identidades sexuales y de g¨¦nero. Algo que levanta ampollas, como se ha visto en el conflictivo debate de la ley trans. ¡°No creo que nos tengamos que hacer los ofendidos por este tipo de olas. Hay una tendencia a veces a caricaturizar. Ahora, de golpe y porrazo, nos encontramos con nuevas nomenclaturas y con nuevos tipos de relaci¨®n. Yo hasta hace nada no sab¨ªa lo que era un g¨¦nero no binario. Pues oye, apl¨ªcate a ello, ent¨¦rate. Claro, cuando ya ten¨ªamos LGTBI resulta que hay tres letras m¨¢s. Tampoco es tan complicado. Pero hay que hacer el esfuerzo, hostia¡±.

Pero ?vole reivindica con emoci¨®n a las generaciones mayores. Dedic¨® su ¨²ltimo Salvados ¡ªantes de que el programa pasara a ser dirigido por Gonzo¡ª a su barrio: Sant Ildefons en Cornell¨¢, y sus gentes. Pero no pretend¨ªa hacer un an¨¢lisis antropol¨®gico. ¡°Yo solo quer¨ªa hacerle un homenaje a la generaci¨®n de mis padres y de mis abuelos, que fueron los que llegaron, en este caso a Catalu?a, con una mano delante y otra detr¨¢s, y habiendo salido de una guerra muy mal parados. No s¨¦ si nosotros ser¨ªamos capaces de hacer ese sacrificio, el de esas personas que tuvieron que dejar de estudiar en primaria y se empe?aran en que nosotros fu¨¦ramos a la universidad y tuvi¨¦ramos las comodidades que hemos tenido. Es de una sabidur¨ªa y de una generosidad que me ponen la piel de gallina. Porque es una generaci¨®n que no hab¨ªa tenido nada de eso, nada¡±.

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