De los molestos grupos de WhatsApp a la avalancha de selfis de Instagram: gu¨ªa para comportarse en internet en 2023
Mientras la frontera entre nuestra personalidad real y nuestra forma de presentarnos en lo digital se desdibuja el equipo de ICON elabora una gu¨ªa para encontrar un equilibrio entre ambas y seguir unas normas b¨¢sicas de civismo ¡®online¡¯
Las historias sobre alguien a quien todo le iba bien hasta que las redes sociales jugaron en su contra es el gran cuento moral del siglo XXI. En lo digital no cuenta solo lo que decimos, sino c¨®mo. Los afectos han empezado a medirse tambi¨¦n por los ¡®me gusta¡¯ recibidos y el tono de un mensaje de WhatsApp ya equivale a un desd¨¦n en persona. Por eso elaboramos esta breve gu¨ªa: para entender, hacerse entender y mantener cierta compostura en las redes sociales de la actualidad, tan presentes en nuestra vida que desde hace a?os los j¨®venes afirman que se comunican m¨¢s a menudo por redes sociales con sus amigos que en persona.
Su personalidad digital (o su personalidad, a secas)
No se haga pasar por otro, aconseja Marcos Bartolom¨¦, periodista especializado en entornos digitales. ¡°Intenta que haya una sinton¨ªa entre qui¨¦n eres y qui¨¦n muestras ser. Por ejemplo: ahora se lleva escribir sin may¨²sculas iniciales, el m¨®vil permite desactivarlas. Mucha gente lo est¨¢ haciendo, igual que escribir sin signos de puntuaci¨®n. Denota desparpajo y una actitud iconoclasta. ?Eres as¨ª en la vida real o te callas cuando se te cuelan en la cola del bus? Si eres de los segundos, no te desactives las may¨²sculas y sigue usando comas¡±. Jaime Lorite, redactor de ICON, lo secunda: ¡°Hay que ser natural y no tener miedo de parecer raro. La raz¨®n de ser de las redes, en teor¨ªa, es esa, construir un espacio en el que sentirse c¨®modo, no estar a¨²n m¨¢s constre?ido y limitado por otros inhibidores sociales o reglas imaginarias. Dicho esto, me parece un problema considerar la realidad y las redes sociales como dimensiones separadas y por eso deber¨ªa regir la misma l¨®gica en ambas: si delante de 200 personas conocidas no te comportar¨ªas como un cretino, ?por qu¨¦ vas a hacerlo delante de 200 seguidores?¡±.
Ojito con la iron¨ªa. ¡°En la esfera digital se superponen las capas de iron¨ªa y es muy dif¨ªcil saber en qu¨¦ plano se mueve cada uno¡±, advierte Bartolom¨¦. ¡°T¨² t¨ªa Dolores puede estar utilizando el mismo gif para desearte los buenos d¨ªas que une usuarie neoyorquine de 21 a?os para opinar sobre la ¨²ltima pol¨¦mica de su artista favorita. Esta es una de las se?as de identidad de Twitter LGBTI, por ejemplo, ser camp. Solo quienes est¨¢n en la ¨²ltima capa tienen la visi¨®n de conjunto. Ante esta situaci¨®n lo mejor es disfrutar del entorno online sin miedo a equivocarse o a dar cringe [o sea, l¨¢stima o grima]. Hay algo peor que dar cringe: la obsesi¨®n de ser un early adopter [un adelantado a las tendencias] y no llegar¡±.
¡°Me cae bien en persona pero no lo aguanto en redes¡±. A menudo la extensi¨®n de nuestra propia personalidad al entorno digital no suscita, precisamente, aprobaci¨®n. Ocurre con personalidades excesivas, o introvertidas, o muy sentimentales, o anal¨ªticas en exceso, o simplemente asertivas. Como consecuencia, alguien cuya personalidad nos resulta agradable y efervescente en los c¨®digos de la presencialidad y el contacto personal nos carga, cansa e indigna cuando la replica en una red social. ?La soluci¨®n? Limite sus contactos con esa persona a la dimensi¨®n en la que la encuentra encantadora y apetecible. D¨¦jele, eso s¨ª, un me gusta de vez en cuando en sus redes para mantener una cordialidad digital con ellas. Lo agradecer¨¢n.
El inc¨®modo momento de dejar de seguir a alguien conocido. Si alguien a quien sigue en cualquier red social no le aporta nada, le irrita, le molesta, le aburre o directamente le agrede, deje de seguirlo de inmediato. Nadie est¨¢ obligado a seguir a nadie. Sin embargo, a veces esa persona es un familiar, un amigo o un compa?ero de trabajo. Alguien que aprecia en persona pero detesta en redes (v¨¦ase el anterior punto) o alguien con quien la vida le obliga a reencontrarse a menudo por causas laborales o familiares. Dejar de seguirlos podr¨ªa dar lugar a un momento un tanto violento. En ese caso, es mejor que simplemente los silencie. Si un d¨ªa le preguntan si acaso no ha visto su ¨²ltima foto, recurra al siempre ¨²til: ¡°?El algoritmo se ha vuelto loco!¡±.
Piense si eso que est¨¢ a punto de escribir necesita realmente ser escrito. Un popular¨ªsimo tuit de 2019 resume bien esta cuesti¨®n: ¡°Hey, chicos, antes de enviar a una mujer un mensaje preguntaos a vosotros mismos: ¡®?Qu¨¦ tal quedar¨¢ en una captura de pantalla?¡±.
hey guys, before you send a woman a message pls ask yourself "how will this look in a screenshot"
— Priya (@priya_ebooks) March 28, 2019
Esta m¨¢xima aplica en cualquier conversaci¨®n con alguien desconocido, con alguien con quien no hay mucha confianza o en grupos de WhatsApp, donde si todos los miembros no conocen su tono o humor un chiste puede convertirse en agravio. Carlos Primo, jefe de moda y belleza de ICON, lo resume: ¡°Un comentario simp¨¢tico en privado puede entenderse como una pulla agridulce si se dice en p¨²blico¡±. A veces, pulsar el bot¨®n de ¡°borrar¡± en vez de el de ¡°enviar¡± es una victoria sobre la posibilidad del caos. Y si tiene un secreto que confesar, mejor h¨¢galo en persona. Que no quede por escrito.
Recuerde siempre con qui¨¦n est¨¢ hablando antes de juzgar. Una persona que no est¨¢ acostumbrada a manejarse en redes o a la que no le gusta en exceso teclear en un m¨®vil puede resultar fr¨ªa o borde, pero solamente est¨¢ siendo escueta. Una persona puede parecer insolente si no se la conoce y no se percibe su capa de humor por escrito. Bartolom¨¦ lo resume as¨ª: ¡°Aprende a diferenciar entre la gente que desbarra porque no maneja los mismos c¨®digos que t¨² y la gente que desbarra porque es desconsiderada¡±.
WhatsApp o la conversaci¨®n eterna
Evite la conversaci¨®n eterna, dice Beatriz Serrano, redactora de Gente y Estilo de vida. ¡°WhatsApp se cre¨® como una herramienta para la conversaci¨®n instant¨¢nea, pero ha derivado en herramienta para la conversaci¨®n infinita. No es necesario dar los buenos d¨ªas, cada d¨ªa, a todo el mundo. Ni las buenas noches. Es recomendable saludar cada vez que inicie una conversaci¨®n con un contacto con el que no suele hablar habitualmente, pero no con su c¨ªrculo de amigos o enemigos ¨ªntimos¡±.
Los audios, ese mel¨®n. Ya dedicamos un art¨ªculo a hablar de los mensajes de voz, cada vez m¨¢s habituales y fruto de una poblaci¨®n con los dedos ya entumecidos de tanto teclear. Por lo general, la gente los detesta, pero no tanto como detesta teclear o como detesta la idea de tener que hacer una llamada telef¨®nica. Jaime Lorite no los detesta: ¡°Si la persona con la que est¨¢s hablando es amiga tuya, no deber¨ªa importante que te mande audios largos, o hacerlo t¨² mismo. Tampoco pienso que haya nada de malo en tener conversaciones que no vayan a ninguna parte. En un bar no le reprochar¨ªas a alguien haber tardado tres minutos en contar algo, es verdad que en registro oral hay matices y tonos que entran mejor que una sucesi¨®n eterna de mensajes¡±. En todo caso: avise de que va a mandar un audio (su interlocutor podr¨ªa estar en un lugar donde no puede escucharlo), conceda un tiempo prudencial para que obtener respuesta y jam¨¢s env¨ªe audios para decir ¡°s¨ª¡±, ¡°vale¡±, o ¡°me apunto¡±. Eso s¨ª puede teclearlo.
M¨ªdase escribiendo. Sintetice. ?Qu¨¦ es medirse, exactamente? Si un mensaje de WhatsApp no solicitado ocupa toda la pantalla ya es excesivo, pero si invita a su destinatario a hacer scroll para poder leerlo completo, es una agresi¨®n verbal. Si tiene tanto que decir, pida permiso para enviar un audio o haga eso tan vintage y molesto para ambas partes pero que a veces es la ¨²nica manera v¨¢lida de contar las cosas: quede con esa persona para tomar un caf¨¦.
No sea impaciente esperando una respuesta, pide Beatriz Serrano. ¡°En WhatsApp es imprescindible determinar si el mensaje que acaba de enviar es una petici¨®n concreta o est¨¢ abriendo una conversaci¨®n. En el primer caso se puede exigir alg¨²n tipo de respuesta m¨¢s o menos inmediata a su interlocutor, como ¡°?te apuntas a la cena del viernes?¡±. En otros casos hay que tener en cuenta que la otra persona podr¨ªa no estar ociosa en ese momento o, simplemente, no tiene ganas de dedicar ni un minuto m¨¢s al m¨®vil¡±.
Abandone el grupo. Sin miramientos: h¨¢galo. Si ya no le aporta, si le abruma, si considera que solo le env¨ªan memes que no encuentra graciosos, si el motivo por el que se cre¨® el grupo ya ha cumplido su prop¨®sito, desp¨ªdase con un educado ¡°Dejo el grupo, chicos, seguimos hablando¡±. Si es un grupo familiar y convertirse en desertor podr¨ªa llevar a conflictos que no merecen la pena, arch¨ªvelo para que no le moleste en su bandeja de mensajes recibidos. Hace tiempo solo era una posibilidad en Android. Desde hace un par de a?os, tambi¨¦n se puede hacer en iPhone. Y, por supuesto, archive todos sus grupos de trabajo durante sus vacaciones si pretende desconectar.
Instagram, retrato de una obsesi¨®n
Sobre todo, domestique su feed, opina Blanca Lacasa, colaboradora de ICON. ?Qu¨¦ es el feed? Es su Instagram, b¨¢sicamente, la suma de cuentas que sigue y que se encuentra cada vez que abre la aplicaci¨®n y comienza el scroll infinito. ¡°Sigue cuentas que no te generen ansiedad¡±, recomienda Lacasa. ¡°Cuentas de animales y de plantas, que te cuenten cosas que no sabes. Creo que eso mitiga mucho la sensaci¨®n de estar viendo mierda sin ton, ni son. Tambi¨¦n seguir a gente vieja, a ser posible, se?oras. Est¨¢n m¨¢s tranquilas y usan las redes de una manera que escapa al algoritmo. A m¨ª me gustan Jamie Lee Curtis, Diane Keaton o Linda Rodin. Huye de la perfecci¨®n y filtra por gustos. Cine, ilustraci¨®n, arquitectura, c¨®mics... As¨ª ser¨¢ m¨¢s complicado encontrarse con cosas que perturben o molesten. Sigue tambi¨¦n a personas que te hagan much¨ªsima gracia. Y cuentas bonitas que te d¨¦ gusto mirar, por la raz¨®n que sea¡±.
No siga a gente desde el odio o desde la iron¨ªa. Ambas actitudes son leg¨ªtimas, tal vez inevitables en la vida, pero convertirlas en una presencia constante en pantalla no puede traer nada bueno. Ni siquiera a ese influencer que le disgusta pero solo ve por la gracia: la gracia que le hace a usted es alcance y, por lo tanto, m¨¢s dinero para ¨¦l. Mejor ign¨®relo.
No saque en Instagram a nadie que no tenga Instagram. Esto deber¨ªa ser obvio, pero se hace complicado en celebraciones, en fotos de grupo o en plena efervescencia et¨ªlica. Si esa persona no tiene redes sociales (o las tiene pero nunca se muestra), ser¨¢ por algo. P¨ªdale permiso antes. Y si se trata de un ni?o, no lo saque. Ni con el permiso de sus padres, no vaya a ser que cambien de idea.
Y no abuse tampoco de usted mismo, a?ade Blanca Lacasa. Est¨¢ comprobado que el algoritmo premia a los rostros. El sistema quiere ver caras. Una foto de una cara atrae m¨¢s comentarios y reacciones que una de un ¨¢rbol, incluso que la de un gato. Pero intente que esa premisa no convierta su cuenta de Instagram en un cat¨¢logo de sus facciones. Lacasa recomienda ¡°dos fotos de cara al mes, como mucho. Un poco m¨¢s si van para stories¡±. Y reivindica los textos largos. ¡°Aunque parezca incre¨ªble, hay usuarios de Instagram a los que les gusta leer. Doy fe. Dudo mucho que si ese tipo de cuentas en las que la gente escribe textos m¨¢s o menos largos se transformaran en perfiles en los que s¨®lo salen las caras de sus creadores siguieran teniendo el mismo ¨¦xito¡±.
M¨ªdase en la longitud de los comentarios, recomienda Carlos Primo. ¡°No los utilice para promocionar su propio trabajo, salvo que el tema est¨¦ muy relacionado. Esos comentarios tipo ¡®?Muy interesante! Por cierto, ya que hablamos de libros, aqu¨ª est¨¢ el m¨ªo¡¯ sobran en la mayor¨ªa de los casos¡±. Pero m¨¢s all¨¢ de la estratagema promocional, apropiarse de la secci¨®n de comentarios soltando un ladrillo de varios p¨¢rrafos es como instalar un ¨¢rbol en el jard¨ªn del vecino solo para ense?¨¢rselo. Lim¨ªtese a comentar la foto o a responder si hay un debate, pero si ese contenido le ha inspirado para contar la historia de su vida, h¨¢galo en su propio perfil. Un comentario de m¨¢s de diez l¨ªneas no es un comentario, es una invasi¨®n.
Sobrevivir a Twitter
S¨ª, es buena idea seguir en Twitter pese a todo, opina Raquel Pel¨¢ez, subdirectora de S Moda. ¡°Ninguna otra red social informa de manera tan puntual de las cosas que acaban de suceder. Su inmediatez sigue siendo imbatible. Y es una fuente inagotable de ideas, inspiraci¨®n y puntos de vista. Permite romper la burbuja de opini¨®n en la que todos vivimos: si lo deseas, sigues a la gente adecuada y configuras bien tus preferencias, puedes exponerte a maneras de ver el mundo y puntos de vista a los que no te asomar¨ªas de otra forma¡±.
Pero no intente ganar una discusi¨®n ni quedarse con el zasca m¨¢s grande. Contin¨²a Pel¨¢ez: ¡°A Twitter no se va a ganar. Se va a escuchar, leer, observar, reflexionar y, si quieres, a enfadarte, pero no a ganar. Lo que uno recibe de vuelta de cualquier red social depende mucho de la actitud personal. S¨ª, Twitter es un reflejo de la calle: existen violencias estructurales, como la misoginia, que aqu¨ª se reflejan con mayor virulencia porque los violentos no tienen que afrontar consecuencias. ?Cu¨¢ndo opinar? Cuando te apetezca. ?Cu¨¢ndo meterse en una discusi¨®n ajena? Cuando te apele de una forma concreta y lo puedas argumentar de forma razonable. ?Cu¨¢ndo rebatir? Cuando t¨² sientas que te merece la pena¡±. Jaime Lorite est¨¢ de acuerdo: ¡°Hay que elegir bien las batallas. No pasa nada si uno se guarda una opini¨®n sobre un tema del que ya hay personas m¨¢s autorizadas opinando¡±.
Nunca retuitee para se?alar o llevar la contraria. ¡°Critica el pecado, no el pecador¡±, pide Bartolom¨¦. Si alguien ha expresado una opini¨®n que no le gusta, resp¨®ndale en el mismo hilo o, si quiere hacerlo en su muro, es a veces m¨¢s elegante poner una captura en la que no se vea al autor del tuit que le ha incomodado. Lo otro, citar para se?alar y criticar, es lanzar a sus huestes a esa persona que no piensa como usted.
Facebook, aquella mesa camilla
Facebook no es un lugar muerto, solo un lugar tranquilo, recuerda Eva G¨¹imil, colaboradora de ICON. ¡°En 2023, Facebook es un club que ha dejado de estar de moda, una serie que ya no ve a nadie, un cruce entre Rancho Relaxo y Prados Soleados (si entiendes estas referencias, la red social que te corresponde por edad). Los pocos que seguimos all¨ª, campamos sin ansiedad. No merece la pena intentar parecer m¨¢s interesante de lo que uno es ni embellecerse con filtros tramposos, b¨¢sicamente porque es f¨¢cil que a gran parte de tus contactos te los encuentres por la calle. Es una red social de cercan¨ªa y lo m¨¢s parecido a un pueblo digital. Cuando paso mucho tiempo en ¨¦l me aburro y a?oro pastos m¨¢s verdes, pero si dejase de existir no sabr¨ªa con qu¨¦ sustituirlo¡±
Ojo: tambi¨¦n se puede insultar con tu nombre real y tu foto. Recuerda G¨¹imil: ¡°En Facebook se insulta menos porque no hay tantos trolls como en Twitter. Cuando creamos nuestras cuentas ¨¦ramos tan inocentes que utilizamos nombres, apellidos y una foto sin retocar porque no pod¨ªamos ni imaginar que alg¨²n d¨ªa las redes sociales se convertir¨ªan en La Purga y convendr¨ªa pasar desapercibidos. Pero que nadie piense que sus usuarios est¨¢n domesticados: los comentarios a las noticias de los medios en Facebook son el noveno c¨ªrculo del infierno. Y de estar vivo hoy, Aleister Crowley organizar¨ªa sus rituales esot¨¦ricos en un grupo de Facebook sin administrador. No hay espacio m¨¢s siniestro¡±.
TikTok, la gran barrera generacional
?Debo meterme en TikTok aunque sienta que no es mi lugar y no entienda del todo su funcionamiento simplemente para estar en la onda? ¡°El uso pasivo de redes sociales es un mito¡±, opina Bartolom¨¦. ¡°Hace mucho que los estudios de comunicaci¨®n nos dicen que consumir contenido es una acci¨®n y como tal modifica a qui¨¦n lo consume. Quiz¨¢s no hayas publicado un solo v¨ªdeo en TikTok, pero como mir¨®n te est¨¢s empapando de esos c¨®digos. Eres un sujeto no un objeto, as¨ª que llegar¨¢ un punto en el que sepas exactamente de qu¨¦ se est¨¢ hablando y, sobre todo, c¨®mo¡±. En resumen: ?por qu¨¦ no? Int¨¦ntelo.
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