¡®La purga infinita¡¯: la franquicia que resiste en la frontera

La premisa que mov¨ªa la primera pel¨ªcula de la saga La purga, creada por James DeMonaco en 2013, contin¨²a al alza gracias a dos cuestiones bien distintas, una interna y otra externa. Primero, por la potencia dram¨¢tica de su punto de partida dist¨®pico: en unos nuevos Estados Unidos de corte totalitario, comandados por los llamados Nuevos Padres Fundadores, se pretende atajar la violencia con una noche al a?o de delitos y cr¨ªmenes legales, en la cual los servicios de polic¨ªa y salud permanecen cerrados, lo que se supone que aplacar¨¢ la ira de los ciudadanos durante el resto de los d¨ªas hasta la purga del a?o siguiente. En segundo lugar, porque el subtexto que acompa?a el argumento principal ¡ªque se trata de una lucha desnivelada pues los de arriba se pueden pagar su seguridad y los de abajo tienen todos los n¨²meros para morir¡ª, sigue vigente en la realidad de los ¨²ltimos tiempos de la tierra de las barras y estrellas: des¨®rdenes sociales, pa¨ªs partido por la mitad ideol¨®gicamente e influencia creciente de los movimientos fascistas, con la mirada esquiva y complaciente del expresidente Donald Trump durante sus a?os de mandato.

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De modo que esta quinta entrega de la serie, escrita por DeMonaco y, no por casualidad, con un director hispano al mando, el mexicano Everardo Gout, queda articulada como par¨¢bola a¨²n m¨¢s pol¨ªtica y de corte dist¨®pico, ya completamente alejada del terror de las primeras pel¨ªculas, en la que la idea de frontera y el enfrentamiento entre la pureza de la raza blanca y la inmigraci¨®n ilegal adquiere cotas m¨¢ximas, de quiz¨¢ gruesas pinceladas pero de muy eficaces resultados. Al grito de ¡°?fake news!¡±, los partidarios de que esa jornada de cr¨ªmenes amparados por la ley contin¨²e para siempre, como modo de acabar en forma de genocidio con los pobres, los inmigrantes y los refugiados, asesinan a cualquiera que no defienda el lema ¡°America first¡±. Como contrapartida, una facci¨®n de los trabajadores hispanos, hartos del trato de sus empleadores blancos, tambi¨¦n se une al concepto de purga infinita.

En unas cuantas frases y con un par de secuencias de la parte inicial alrededor de la personalidad del nuevo cowboy y de la vida en los ranchos, DeMonaco es capaz de marcar con convicci¨®n ese enfrentamiento, y la labor de Gout, m¨¢s cl¨¢sica de lo habitual pero plena de rabia y sangre, dirige la pel¨ªcula hasta una imagen final ic¨®nica: una bandera mexicana ondeando al viento como s¨ªmbolo de la libertad verdadera, acompa?ada de una interesante vuelta de tuerca al concepto de la regularizaci¨®n de los dreamers.