Carlos Herrero, escritor: ¡°Idealizamos tanto todo que a veces rechazamos una relaci¨®n que nos proporciona felicidad¡±
El autor madrile?o debuta en la novela con ¡®Arist¨®teles¡¯, la historia de un joven cuyas altas expectativas de la realidad le hacen sentirse perpetuamente insatisfecho
El oficinista Carlos Herrero (Madrid, 27 a?os) est¨¢ tom¨¢ndose un caf¨¦, el que le corresponde durante un descanso en su trabajo como consultor en una oficina madrile?a de Arg¨¹elles. Esa es una de sus facetas. En Twitter, adem¨¢s, Herrero es conocido como @chenoanooficial: se ha ganado un lugar como una de las figuras m¨¢s divertidas de la red social en Espa?a, al menos para el p¨²blico que ha llegado a ¨¦l (lo que se conoce como celebridad quien lo sabe, lo sabe), gracias a su habilidad para sacar a relucir el lado absurdo de ...
El oficinista Carlos Herrero (Madrid, 27 a?os) est¨¢ tom¨¢ndose un caf¨¦, el que le corresponde durante un descanso en su trabajo como consultor en una oficina madrile?a de Arg¨¹elles. Esa es una de sus facetas. En Twitter, adem¨¢s, Herrero es conocido como @chenoanooficial: se ha ganado un lugar como una de las figuras m¨¢s divertidas de la red social en Espa?a, al menos para el p¨²blico que ha llegado a ¨¦l (lo que se conoce como celebridad quien lo sabe, lo sabe), gracias a su habilidad para sacar a relucir el lado absurdo de la cotidianidad. Ahora acaba de estrenar otra nueva faceta: novelista, con Arist¨®teles (Blackie Books), que cuenta la historia de un joven de 21 a?os que, a pesar de tenerlo todo, se siente cr¨®nicamente insatisfecho. ¡°Es un personaje que se encuentra perdido en las expectativas idealizadas de lo que debe ser el amor y lo que debe ser la vida¡±, resume el autor. ¡°Para ¨¦l, lo real nunca es suficiente¡±.
Herrero se crio en el barrio de Moratalaz, un detalle que se ha empe?ado en incluir en la nota de autor del libro, porque ¡°Madrid es demasiado amplio y hay que significarse un poco¡±. Estudi¨® en el instituto Rey Pastor, ¡°el mismo de Elvira Lindo y de la peluquera de Cu¨¦ntame¡±. Ha moldeado su personalidad p¨²blica en las redes sociales desde que tiene 15 a?os y hoy es un tuitero de culto, c¨¦lebre en un nicho espec¨ªfico de la plataforma (llam¨¦moslo sarcasmo cari?oso). La mayor¨ªa de sus tuits describen situaciones cotidianas que ocurren a su alrededor. Un ejemplo del pasado domingo: ¡°Una t¨ªa en este Alsa se sube y antes de que arranque ya se ha puesto la pel¨ªcula de Los Minions en la pantalla, hay quien no se priva ni de un capricho¡±. Inici¨® su andadura en Twitter durante una ¨¦poca en la que ¡°para bien o para mal todo estaba permitido¡±. Durante algunas temporadas decidi¨® trasladarse a Instagram al considerarlo un espacio m¨¢s seguro. ¡°Se ha perdido ese lugar para el debate constructivo y saludable, ahora todo est¨¢ lleno de hostilidad¡±, lamenta de la red social de Elon Musk.
Su actividad en redes sociales le sirvi¨® para llamar la atenci¨®n de un editor de Blackie Books que, en 2019, le propuso escribir una novela. ?l redact¨® el libro por las noches, mientras sus compa?eras de piso dorm¨ªan, compaginando su trabajo de consultor con el de escritor nocturno. En ese proceso comprob¨® las dificultades de escribir una novela. ¡°Por suerte soy una persona m¨¢s o menos disciplinada, o al menos tengo una rutina¡±, explica. ¡°A pesar de ello tiendo a procrastinar bastante y me encanta estar con el m¨®vil. Hab¨ªa muchas noches que llegaba cansado del trabajo y prefer¨ªa quedarme viendo La isla de las tentaciones, o cualquier cosa, antes que sentarme y seguir con el libro¡±.
Cuando finalmente hab¨ªa concluido la obra, lleg¨® la inesperada pausa impuesta por la crisis de la covid-19. ¡°Todo se par¨® y yo llegu¨¦ a pensar que ser¨ªa el final del proyecto¡±, rememora. Dos a?os y medio despu¨¦s, otra llamada: la editorial propon¨ªa reanudar el plan de publicaci¨®n. Herrero tuvo que enfrentarse a un manuscrito que de repente, en muchos sentidos, sent¨ªa como ajeno. ¡°Una de las condiciones que puse cuando me llamaron para retomar la idea de publicarlo fue revisarlo todo lo que quisiera, porque al leerlo ten¨ªa la misma sensaci¨®n de verg¨¹enza que cuando ves mensajes o tuits antiguos¡±, recuerda. Lo reescribi¨® y lo adapt¨® a su nueva visi¨®n del mundo: ¡°Entonces ten¨ªa una manera de ver la vida mucho m¨¢s positiva que ahora¡±, asegura.
Arist¨®teles, el veintea?ero protagonista de la novela, se siente insatisfecho con su vida actual, pese a tener buenos amigos, un novio que le adora y una familia estable. Fantasea con otras experiencias rom¨¢nticas, diferentes lugares y situaciones, un ansia que le aboca a un verano madrile?o lleno de contradicciones entre el amor y el desamor, siempre al borde de un precipicio emocional. Herrero admite que se identifica con el protagonista de su novela en un ¡°60 por ciento¡±. Ambos comparten el mismo cinismo y la misma iron¨ªa amarga al describir los acontecimientos y las personas que entran y salen de sus vidas. ¡°Me encantan las chorradas. El mundo est¨¢ hecho para que nos riamos de ¨¦l, y est¨¢ repleto de situaciones c¨®micas. Disfruto aportando un toque c¨ªnico a la vida. Todo puede resultar muy divertido. Creo que no hay nada de lo que uno no pueda re¨ªrse, siempre y cuando no sea ofensivo. Yo soy mi peor enemigo, nadie puede ridiculizarme m¨¢s que yo mismo¡±.
Para el autor, uno de los temas centrales de su obra es la dificultad de hacerse mayor. ¡°Arist¨®teles es un pobre chico que se da cuenta de lo complicado que es crecer y ser due?o de su vida¡±. Otro tema es el conflicto que le genera la realidad aceptable y libre de conflictos que vive y que intenta suplantar por unas expectativas inalcanzables: ¡°No sabe si est¨¢ enamorado, no sabe lo que le gusta, y ni siquiera sabe si lo que quiere es lo que le conviene o lo que elige por presiones externas. Es una persona que no tiene un sentido del amor puro y honesto, y est¨¢ contaminado por las expectativas de lo que ¨¦l cree que debe ser el amor. Adem¨¢s, es s¨²per torpe emocionalmente. No sabe percibir sus propios sentimientos y sentimientos ajenos. Est¨¢ mucho m¨¢s regido por las normas sociales de lo que supuestamente puedes hacer o sentir¡±.
Herrero identifica las numerosas referencias culturales con las que crecemos como uno de los principales factores de nuestra perpetua insatisfacci¨®n: ¡°Yo ve¨ªa mucho Disney Channel de peque?o. Te venden una idea del amor idealizada, en la que todo es maravilloso y todo es s¨²per pasional. Podemos ser todos un poco v¨ªctimas de eso¡±. En el ¨¢mbito personal, Herrero se considera una persona conformista y aboga por lo que ¨¦l llama ¡°el amor realista¡±. ¡°Vivimos tan sobrestimulados, idealizando absolutamente todo, que a veces rechazamos una relaci¨®n que nos proporciona algo tan complejo como la felicidad. Es una especie de FOMO [Fear of Missing Out, miedo a perderse cosas, en ingl¨¦s] afectivo: ¡®te quiero, pero no me estimulas lo suficiente¡¯. Te desprecio porque me siento culpable por no estar haciendo otras cosas y descargo esa culpa contigo¡±, explica.
A Herrero le cuesta definirse a s¨ª mismo como escritor. ¡°Nunca me hab¨ªa planteado la idea de escribir un libro, aunque es algo que siempre he hecho desde mis d¨ªas de instituto. Creo que es un aspecto que, en mi caso, forma parte del amplio mosaico que conforma a cada individuo¡±, explica. Sin embargo, no descarta la posibilidad de escribir otra novela: ¡°Es muy probable, pero no tengo idea de cu¨¢ndo ni c¨®mo suceder¨¢. No obstante, es una sensaci¨®n maravillosa tener algo creado por ti mismo. Adem¨¢s, un libro es muy decorativo y puede lucir muy bien en una biblioteca¡±.
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