Los Javis o la llamada del riesgo
No son la misma persona, aunque los Javis se fusionan en un ¨²nico Autor, con may¨²sculas y dos cabezas, capaz de pulverizar fronteras entre alta y baja cultura
Podr¨ªa decirse que su Fi?sica es pareja ¡ªporque se parecen bastante¡ª y que su Qui?mica es termonuclear ¡ªporque la fusio?n de sus talentos ha arrasado con todas las inercias y lugares comunes de la ficcio?n televisiva espan?ola¡ª. Y, siguiendo con la broma, esta? claro que el recuerdo mito?mano de Fi?sica o Qui?mica ¡ªfirmemente ligado a una de las mitades del conjunto: la seccio?n Calvo¡ª ha sido arrasado por el esplendor de todo lo que ha venido despue?s, dado que la impronta que han dejado en el imaginario de la era streaming supone todo un cambio de paradigma con respecto a lo que antes se entendi?a por serie espan?ola.
No son la misma persona, pese a que, si uno los viese por separado, casi podri?a confundir a uno con el otro. Existen, por supuesto, matices: uno tiene ma?s pinta de universitario aplicadi?simo (Calvo), mientras que el otro luce look de dandy maldito con el pelo en feroz tempestad capilar (Ambrossi): el yin y el yang; o la racionalidad y el inconsciente pulsional de un u?nico Autor, con mayu?sculas y dos cabezas. Juntos han vivido una arqueti?pica historia de ascenso a la gloria que partio? de una precariedad bohemia y malasan?era que los llevo? a comprar colchones por eBay para poder levantar el primer montaje teatral de La llamada, esa historia de campamento monjil donde aconteci?an las revelaciones de la autoafirmacio?n y el empoderamiento.
Entre el musical de culto de esa pieza fundacional y el imponente terror religioso de La Mesi?as, que ha ganado para su causa a tantos espectadores reticentes, ha habido personajes inolvidables (Paquita Salas) e imponentes o?peras transgene?ricas (Veneno) que han abierto un inso?lito territorio queer en un paisaje antes dominado por la conformidad y el mi?nimo comu?n denominador del gusto mayoritario. Su capacidad para pulverizar fronteras entre alta y baja cultura sin mediacio?n del prejuicio y su mirada empa?tica y compleja ante las ma?s surtidas variaciones de la otredad definen un toque tan u?nico como llamado a crear escuela.
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