La desaparici¨®n de Tobey Maguire: por qu¨¦ la estrella de ¡®Spider-Man¡¯ prefiri¨® alejarse de Hollywood
Durante agosto las pel¨ªculas de la saga ¡®Spider-man¡¯ volver¨¢n a la gran pantalla para celebrar el 100 aniversario de Columbia. El que apenas ha regresado es su gran protagonista, uno de los int¨¦rpretes m¨¢s at¨ªpicos y misteriosos del Hollywood reciente
Ha habido pocas apariciones m¨¢s emocionantes, y publicitadas, que la de los tres actores que interpretaron al hombre ara?a reuni¨¦ndose en Spider-man: No way home, un ejercicio de nostalgia que tuvo un valor adicional en el caso de un Tobey Maguire (Santa M¨®nica, 49 a?os) que parec¨ªa perdido para la interpretaci¨®n. No signific¨® la reconquista de Hollywood que muchos pronosticaban, pero s¨ª la constataci¨®n de que el inmenso talento que demostr¨® a las ¨®rdenes de directores como Ang Lee o Woody Allen segu¨ªa ah¨ª. Tambi¨¦n su sempiterna cara de ni?o somnoliento.
El Peter Parker favorito de los fans, por ser el primero, por el legendario beso con Mary Jane y ese baile emo que podr¨ªamos usar de ejemplo para definir lo que se entiende por cringe, dej¨® a los fans con ganas de m¨¢s. No parece que su regreso est¨¦ en el horizonte, pero si la revisi¨®n de su trilog¨ªa: en agosto se reestrenar¨¢n en cines de Espa?a las ocho pel¨ªculas de Spider-Man. Tampoco se espera que retorne a las grande ligas, aunque su paso por Babylon dio esperanza a sus seguidores. La estrella de Hollywood con menos aspecto de estrella de Hollywood parece muy c¨®modo en su retiro, disfrutando de las fiestas con su amigo Leonardo DiCaprio y de los casi 75 millones de d¨®lares que se embols¨® con las pel¨ªculas del ar¨¢cnido.
Maguire tuvo una infancia complicada, sus padres eran dos veintea?eros que se casaron y divorciaron en apenas dos a?os y se pas¨® la infancia entre uno y otro. ¡°Fue muy doloroso. Cuando empec¨¦ el sexto grado en Palm Springs, vomit¨¦ casi todas las ma?anas durante semanas¡±. A pesar de su caracter extremadamente reservado, que a veces ha jugado en su contra, en una entrevista con The Guardian habl¨® de su ni?ez: ¡°Era muy pobre¡±, confes¨®. ¡°Consegu¨ªamos alimentos de los vecinos. Siempre tuve un techo sobre mi cabeza, pero dorm¨ªa en sof¨¢s de familiares, y alguna noche acab¨¢bamos en alg¨²n refugio. Mi familia usaba cupones de comida y seguro m¨¦dico del gobierno y yo quer¨ªa salir de aquello, as¨ª que mi ambici¨®n inicialmente era ganar dinero; estaba bastante motivado¡±.
Fue su madre la que marc¨® su camino, ¨¦l quer¨ªa ser cocinero como su padre, pero ella lo chantaje¨® con cien d¨®lares para que escogiera arte dram¨¢tico. Acept¨®, claro. Se sum¨® a los miles de ni?os que buscan una oportunidad para ellos y sus familias en interminables audiciones en Los ?ngeles. Tuvo una frase en Blossom y un par en Roseanne, fue un ni?o muerto en Jake y el Gordo y pas¨® sin ¨¦xito por una docena de pruebas para aparecer en Aquellos maravillosos a?os. Avanzaba despacio hasta que por fin tuvo un papel protagonista en la comedia Great Scott (1992), pero la cancelaron al noveno cap¨ªtulo.
Durante aquel peregrinar entre pruebas para obtener una frase en una telecomedia forj¨® una de las amistades m¨¢s importantes de su vida. Estaba rodando en la calle cuando se le acerc¨® otro ni?o de 12 a?os gritando su nombre: era Leonardo DiCaprio, que lo hab¨ªa reconocido de las decenas de audiciones en las hab¨ªan coincidido, ¡°Cuando quiero que alguien sea mi amigo, simplemente lo hago mi amigo¡±, relat¨® DiCaprio a Esquire explicando c¨®mo se hab¨ªan conocido. Ambos se dedicaban a la interpretaci¨®n, viv¨ªan con sus madres y hab¨ªan tenido una ni?ez poco convencional. Estaban ansiosos por crear v¨ªnculos, encontrar una familia alternativa.
Aquel d¨ªa se inici¨® una amistad que a¨²n perdura. Hicieron pandilla con otro par de actores infantiles, Lukas Haas, de ?nico testigo, y Kevin Connolly, el miembro sensato de Entourage, y juntos formaron la pandilla a la que la periodista Nancy Jo Sales llam¨® Pussy Posse, algo as¨ª como ¡°la pandilla del co?o¡±. El reportaje no les dejaba en muy buen lugar, especialmente por su desprecio a las mujeres, pero no contaba nada que no se pudiese imaginar: eran veintea?eros famosos, adinerados, atractivos y con egos superlativos.
Juntos grabaron la controvertida Don¡¯s Plum, un fantasma que les persigui¨® durante a?os. Hab¨ªa surgido como un cortometraje al que posteriormente se le hab¨ªa a?adido metraje para aprovechar la nueva fama de los int¨¦rpretes. M¨¢s que la extensi¨®n del metraje lo que les molestaba es el hecho de los di¨¢logos, casi todos improvisados, les dejaba como una manada de mocosos t¨®xicos, expon¨ªa demasiado la verdadera personalidad de dos ¨ªdolos juveniles en ascenso. El caso se cerr¨® con el compromiso de que no fuese estrenada ni en EEUU ni en Canad¨¢.
Las fiestas y las noches eternas en clubs eran en aquel momento la vida cotidiana de Maguire, que a los 19 a?os decidi¨® rebajar la euforia, ingres¨® en Alcoh¨®licos An¨®nimos y desde entonces no ha dejado de alabar su programa. ¡°Ha cambiado totalmente mi vida¡± le cont¨® a Playboy.
Junto a DiCaprio tuvo tambi¨¦n un peque?o papel en Vida de este chico (1993) y tras ella lleg¨® la pel¨ªcula que hizo que Hollywood lo tuviese en cuenta, La tormenta de hielo (1997), de Ang Lee, una historia sobre los cambios traum¨¢ticos en la sociedad estadounidense de los a?os setenta en la que comparti¨® pantalla con Kevin Kline, Sigourney Weaver y Christina Ricci.
Su mirada melanc¨®lica y su aire introspectivo encajaban a la perfecci¨®n con su personaje. Su interpretaci¨®n fascin¨® a Lasse Hallstr?m, que en ese momento preparaba el casting de la adaptaci¨®n de la novela de John Irving Las normas de la casa de la sidra (1999), la pel¨ªcula consigui¨® siete nominaciones al Oscar. Ninguna fue para la sutil y casi abstra¨ªda interpretaci¨®n de Maguire. ¡°Se niega a exagerar¡±, afirm¨® entonces Hallstr?m. Tambi¨¦n recibi¨® la comprensi¨®n de Irving: ¡°No s¨¦ si los mejores actores son nominados por papeles tan sutiles como los suyos¡±.
Otra adaptaci¨®n literaria, J¨®venes prodigiosos (2000), confirm¨® que no era flor de un d¨ªa. En el maravilloso drama de Curtis Hanson era un estudiante brillante e hipersensible que acaba en la cama de un mundano editor interpretado por Robert Downey Jr. (que en aquel momento se encontraba en libertad condicional). Fue elegido entre cien aspirantes, pero Hanson ten¨ªa claro que ning¨²n otro pod¨ªa ser el lac¨®nico James Leer. Y tras tres adaptaciones de best sellers con enjundia que parec¨ªan hechas por y para amasar premios lleg¨® Spider-Man, la pel¨ªcula que cambi¨® el cine de superh¨¦roes y tambi¨¦n el futuro de Hollywood .
?Qu¨¦ pintaba uno de los grandes talentos j¨®venes de Hollywood enmascarado y enfundado en lycra? ¡°Hay mucho subtexto serio para el personaje, si quieres buscarlo¡±, declar¨® a Cinema. Se hizo con un papel al que aspiraban todos los veintea?eros de Hollywood, de Jude Law a Heath Ledger, de Chris O¡¯Donnell a Chris Klein. La elecci¨®n de Parker no gust¨® demasiado a los fans, algo habitual que ya hab¨ªan vivido George Clooney o Val Kilmer. A Maguire lo acusaron de ser ¡°demasiado d¨¦bil¡±. Avi Arad, ex presidente y CEO de Marvel Studios, lo tuvo claro desde que lo vio en Las normas de la casa de la sidra: ¡°Ese era Peter Parker, estaba ah¨ª mismo. Ten¨ªa la misma falta de confianza. Todo lo que hay en ¨¦l me dec¨ªa, este es el tipo¡±.
El director, Sam Raimi, era de la misma opini¨®n y no acept¨® m¨¢s opciones: Maguire era su Spider-man. El actor entendi¨® la desconfianza de los fans: ¡°S¨¦ que se habla de mi falta de carisma y tengo que admitir que no soy un actor salvaje, no est¨¢ en mi naturaleza ser demasiado expresivo y por eso es un gran desaf¨ªo como actor poder interpretarlo y cambiar la percepci¨®n de la gente sobre m¨ª¡±, confes¨®. Entren¨® durante seis meses para conseguir el volumen y el aspecto tonificado de Parker. El resultado fue una sorpresa para todos. Su ¨¦xito en taquilla super¨® todas las expectativas. Hab¨ªa nacido una estrella y una franquicia.
La inevitable segunda parte no result¨® tan fluida. Seg¨²n revel¨® Variety, Maguire pretendi¨® cambiar el calendario de grabaciones alegando fuertes dolores de espalda, incluso llev¨® a su neurocirujano para que hablara con los ejecutivos de Columbia. La situaci¨®n se tens¨® tanto que la productora, dando por sentado que lo ¨²nico que el actor quer¨ªa era m¨¢s dinero, tante¨® a Jake Gyllenhaal para sustituirle. No daban puntada sin hilo, pues en aquel momento era el nuevo novio de Kristen Dunst, con la que Maguire sali¨® durante el rodaje de la primera entrega.
La espalda de Maguire se cur¨® m¨¢gicamente y el incidente pas¨® a la historia de la saga: literalmente, en la ¨²ltima entrega, Spider-Man: No way home, hay una broma sobre las lumbares de Maguire. Estaba tan recuperado de aquella lesi¨®n que, seg¨²n dijo, temi¨® que le dejase paralizado de por vida, que rod¨® una tercera parte que no gust¨® a nadie: demasiados villanos, demasiados Spider-man y demasiado poco gui¨®n.
La que en ese momento se consider¨® la pel¨ªcula m¨¢s cara jam¨¢s rodada respondi¨® en taquilla, pero les convenci¨® a todos de que Maguire no volver¨ªa a ser Parker. Y casi no volvi¨® a ser nadie m¨¢s.
Dos a?os despu¨¦s protagoniz¨® el tri¨¢ngulo Brothers (2009) junto a Jake Gyllenhaal y Natalie Portman y en 2013 acept¨® la llamada de su amigo DiCaprio para interpretar a Nick Carraway, el tipo a trav¨¦s del que conocemos a Gatsby en El gran Gatsby de Baz Luhrman, un papel con ciertas similitudes con su propia vida. Un a?o antes hab¨ªa sufrido una extra?a decepci¨®n: ver como su papel en La vida de Pi fue totalmente regrabado por Rafe Spall. En palabras de Ang Lee, su descubridor, Maguire era ¡°demasiado reconocible¡± y afectaba a la credibilidad de la pel¨ªcula.
Y desde entonces se produjo un gran vac¨ªo en la carrera de Maguire. A excepci¨®n del acontecimiento que supuso la reuni¨®n de los tres Peter Parker en No way home y de su intervenci¨®n en Babylon de Damian Chazelle, de la que tambi¨¦n es productor y donde interpreta a un personaje sumamente oscuro y siniestro, muy alejado de los que sol¨ªa interpretar y que ¨¦l mismo escogi¨® porque ¡°quer¨ªa sumergirme en algo que nunca hab¨ªa hecho¡±.
Entre medias y por delante, a juzgar por su falta de proyectos, un gran vac¨ªo, pero no inacci¨®n. Yiene otros intereses: le fascinan los puzzles y sobre todo el p¨®ker. Sus timbas son legendarias y no siempre pl¨¢cidas. En 2011 tuvo que litigar para evitar tener que devolver 311.000 d¨®lares que hab¨ªa ganado unos a?os antes porque ese dinero hab¨ªa sido sustra¨ªdo a unos inversores mediante una estafa piramidal. Maguire no hizo nada ilegal, pero su nombre no apareci¨® relacionado con la informaci¨®n m¨¢s adecuada para una estrella de Hollywood. Si su afici¨®n al juego era un secreto a voces, fue una pel¨ªcula en la que ¨¦l no partici¨® la que lo desvel¨®: Molly¡¯s Game, de Aaron Sorkin, la historia real de una organizadora de partidas de p¨®quer clandestinas en la que se manejaban cifras prohibitivas y en la que se supone que el actor aparece reflejado y no queda en muy buen lugar.
¡°Ganar 20.000 d¨®lares era como perder¡±, contaba Huston Curtis, el autor de la novela en la que se basa la pel¨ªcula. ?l y Maguire eran los encargados de organizar las mejores partidas de Hollywood ¡°para tontos que no sab¨ªan ni barajar¡±. De 2005 a 2009, todos los martes por la noche se reun¨ªan en la tr¨¢gicamente celebre Viper Room (donde muri¨® River Phoenix) o en el Four Seasons de Beverly Hills celebridades como Ben Affleck, Matt Damon y Leonardo DiCaprio ¡°que siempre ganaba¡±. Tampoco le fue mal a Maguire, que seg¨²n Curtis, durante esos a?os se hizo con 40 millones de d¨®lares.
En el negocio tambi¨¦n estaba implicada la que por entonces era su esposa, la dise?adora de joyas Jennifer Meyer, hija del alto ejecutivo y vicepresidente de NBC Ron Meyer, con la que estuvo casado hasta 2016 y con la que tiene dos hijos. Su divorcio marc¨® un punto de inflexi¨®n: DiCaprio volvi¨® a reeditar el Pussy Posse, del que era el ¨²nico superviviente. En 2016 la pandilla se reuni¨® para celebrar por todo lo alto su Oscar por El renacido y desde entonces el actor que jam¨¢s sucumbi¨® al matrimonio y Maguire han sido vistos en todos los clubs de Los ?ngeles, en la costa francesa y en Ibiza, llevando la vida con la que so?aba la pandilla cuando ni siquiera pod¨ªan imaginar el ¨¦xito que iban a tener alg¨²n d¨ªa.
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