¡°Dicto c¨®mo deben vestir mis clientes¡±: House of Bijan, la prohibitiva tienda de lujo que solo atiende con cita previa
Desinhibido en sus dise?os, en los car¨ªsimos precios y en su desp¨®tica actitud hacia los clientes, Bijan Pakzad fund¨® en Rodeo Drive un c¨¦lebre local amarillo pionero en el auge del superlujo
Ya casi no caben m¨¢s tiendas de lujo en Rodeo Drive. En la que probablemente sea la calle m¨¢s ic¨®nica de Los ?ngeles, convertida en uno de los epicentros mundiales del shopping de lujo desde los a?os setenta, los comercios compiten ferozmente por cada metro cuadrado para asegurar su lugar en medio del constante flujo de clientes dispuestos a gastar mucho dinero. Es una lucha sin cuartel: en 2018, un edificio de 2000 metros cuadrados se vendi¨® por 245 millones de d¨®lares. Mientras los grandes conglomerados del lujo luchan por llenar sus tiendas de clientes, uno de los establecimientos m¨¢s ilustres de la avenida suele estar vac¨ªo: a House of Bijan solo se accede con cita previa.
Esta exc¨¦ntrica noci¨®n de la atenci¨®n al cliente es solo la punta del iceberg de lo que representa la marca. La inconfundible tienda amarilla, uno de los pocos negocios familiares que sobreviven en Rodeo Drive, se ha convertido en uno de los secretos mejor guardados entre los miembros de la ¨¦lite global. Declarada por su fundador como la tienda masculina m¨¢s cara del mundo, hoy, aunque es dif¨ªcil saber si sigue siendo cierto en un mercado de lujo cada vez m¨¢s competitivo, Bijan se ha consolidado ignorando las tendencias de la moda, aferr¨¢ndose a lo cl¨¢sico con colores vibrantes y sentido del humor. La enigm¨¢tica tienda de Rodeo Drive, con su fachada amarillo brillante y, frecuentemente, un lujoso veh¨ªculo del mismo color aparcado en la puerta, se mantiene como s¨ªmbolo de una clientela para quien las grandes marcas se quedan cortas.
Todo comenz¨® cuando Bijan Pakzad (1944-2011), hijo de industriales del sector del acero en Ir¨¢n, decidi¨® abandonar la ingenier¨ªa que sus padres quer¨ªan que estudiara y opt¨® por la moda. Primero intent¨® su suerte con la boutique Pink Panther en el Ir¨¢n del sha Reza Pahlevi, pero decidi¨® mudarse a EE UU en los a?os setenta. En una entrevista con The New York Times en 1978, el dise?ador explic¨® sus motivos para elegir Los ?ngeles: ¡°Pens¨¦ que pod¨ªa formar parte de un boom econ¨®mico que sent¨ª que iba a ocurrir, porque ve¨ªa a hombres brillantes que ganaban 100.000 d¨®lares al a?o vestidos con las ropas m¨¢s rid¨ªculas¡±. Se asoci¨® con la rica familia Mahboubi, que comandaba el mercado de chicles en Ir¨¢n y comenzaba a invertir en el extranjero debido a la inestabilidad del gobierno del sha, y abri¨® su tienda en 1976 en Rodeo Drive.
Bijan nunca quiso que su tienda se pareciera a otras marcas de lujo: ¡°Quer¨ªa hacerlo a mi manera. Era muy esnob, solo con cita previa, pero pens¨¦ que si mostraba mi ropa con gusto y calidad para unos miles de personas, tendr¨ªa ¨¦xito¡±, declar¨® despu¨¦s. La apuesta sali¨® bien: en una entrevista con el Washington Post en 1984, menos de 10 a?os despu¨¦s de fundar su legendaria boutique, Bijan celebraba los 100 millones de d¨®lares en beneficios gracias a sus 10.000 clientes. En otra entrevista con el New York Times en 1998, afirm¨® que ten¨ªa solo 20.000.
El requisito de la cita previa es la base del negocio. Dar Mahboubi, socio de la marca, explica que no se trata de una ¡°calificaci¨®n¡± para poder entrar: ¡°Bijan quer¨ªa mostrar que respeta tanto a sus clientes que, cuando entran a la boutique, no deben esperar. Si tenemos 22 empleados, todos atienden al cliente. Casi todos son muy importantes, y su tiempo es muy valioso¡±. El dise?ador atend¨ªa personalmente a los habituales de su tienda. En1985, declar¨®: ¡°Trabajo de la A a la Z. Dise?o el tejido, dise?o la ropa, hago que la confeccionen en mi f¨¢brica de Italia. Luego, cuando llega un cliente, lo estudio. Si es un juez, por ejemplo, no le pongo una camisa rosa. Dicto, de forma conservadora, c¨®mo creo que deben vestir mis clientes¡±. En la misma entrevista, le preguntaron por su proceder cuando un cliente no estaba de acuerdo con sus sugerencias: ¡°A veces, la novia o amante de un cliente decide que no le gusta lo que le presento. En ese caso, me disculpo y les acompa?o hasta la puerta. Les doy la mano y les digo: ¡®Adi¨®s¡¯.¡±
Los clientes que Bijan ha coleccionado son igualmente famosos, para bien y para mal. Las fotos que decoran la tienda muestran al fundador junto con expresidentes, tanto republicanos como dem¨®cratas, estrellas de cine y monarcas de todo el mundo. En los a?os ochenta, se vio envuelto en un conflicto con el Sult¨¢n de Brunei por la falta de pago de una colecci¨®n exclusiva hecha para un resort que ten¨ªa el soberano en el Pac¨ªfico. M¨¢s recientemente, prendas de Bijan conformaron el conjunto de pruebas contra Paul Manafort, excoordinador de la campa?a de Trump, por acusaciones de fraude y blanqueo de capitales.
Los altos precios son una de las principales caracter¨ªsticas de House of Bijan. Entre los ¨ªtems m¨¢s famosos de la historia de la marca se encuentran una colcha de piel de chinchilla de 120.000 d¨®lares que se vendi¨® en 1984 (aproximadamente 335.000 euros al cambio actual), trajes a prueba de balas (una idea que surgi¨® tras el intento de asesinato de Ronald Reagan en 1981) y una pistola de oro acompa?ada de una funda de vis¨®n. En esa ¨¦poca, Bijan defendi¨® su arma: ¡°He le¨ªdo que cada a?o se venden 20.000 pistolas en Estados Unidos. Las leyes sobre armas son muy controvertidas. As¨ª que decid¨ª hacer una para coleccionistas. Ahora dime, ?es algo que comprar¨ªa un asesino?¡±
Sin embargo, de entre todo lo que ofrece, la casa saca pecho con las americanas. Ancladas sin complejos en el power dressing ochentero, los blazers de Bijan se distinguen por su colorido, como el tradicional amarillo Bijan, y sus lujosos materiales. No se fabrican dos piezas iguales; todas est¨¢n hechas a medida en Italia, donde la marca mantiene sus f¨¢bricas, y no se venden por menos de 10.000 d¨®lares. Las corbatas tambi¨¦n llaman la atenci¨®n: son piezas ¨²nicas, hechas a mano, y cuestan m¨¢s de 900.
Bijan siempre hizo las cosas a su manera. La decoraci¨®n de su tienda, alejada de los formatos tradicionales, incluye varios armarios de ropa, cada uno dedicado a un color. En cada uno, diferentes tonos del mismo matiz crean looks completos para el multimillonario que no tiene tiempo para decidir qu¨¦ vestir (un cuaderno manuscrito tambi¨¦n suele acompa?ar las compras, mostrando las mejores combinaciones entre prendas). Una ara?a de cristal, elaborada con miles de frascos de su perfume, recibe a los clientes entre tapices persas milenarios, regalos de clientes importantes y obras de arte. La m¨¢s famosa es el lienzo Los ricos, de Botero, que preside el sal¨®n.
El iran¨ª era tan desinhibido con sus campa?as publicitarias como con los precios de su ropa. Cuando inaugur¨® una segunda tienda en Nueva York, lanz¨® una serie de anuncios protagonizados por rabinos, monjas y curas bailando al sentir el ¡°olor divino¡± del perfume de la marca. Todos eran aut¨¦nticos religiosos que aceptaron participar voluntariamente tras la insistencia personal del dise?ador. En otra ocasi¨®n, orden¨® incrustar 20 millones de d¨®lares en diamantes en el cabello de la modelo Bo Derek y contrat¨® a un equipo de guardias de seguridad para vigilar el hotel mientras ella dorm¨ªa. Su fascinaci¨®n por Botero tambi¨¦n lo llev¨® a producir una serie con la curvil¨ªnea modelo Bella, que pos¨® junto al dise?ador en un anuncio que las revistas femeninas de la ¨¦poca rechazaron... hasta que Talk, la publicaci¨®n dirigida por Tina Brown, rompi¨® el hielo, y las dem¨¢s fueron detr¨¢s.
Bijan Pakzad muri¨® en 2011 dejando huella en la cultura pop: el dise?ador produjo la fragancia de Michael Jordan, George Bush le dio un premio al liderazgo (y pos¨® con una chaqueta forrada de raso amarillo brillante), la ciudad de Los ?ngeles declar¨® en 2010 el 8 de mayo como D¨ªa Bijan, y sendos contratos con Bugatti y Rolls-Royce garantizaron que existieran versiones oficiales de sus autom¨®viles en amarillo Bijan.
Hoy, la gesti¨®n de la firma est¨¢ en manos de Nicolas Bijan, hijo del fundador, que tambi¨¦n tiene su marca, NB44: nombre compuesto por sus iniciales y el a?o de nacimiento de su padre. NB44 ofrece un servicio de suscripci¨®n por 12.000 d¨®lares al a?o y sus clientes reciben, hasta cuatro veces al a?o, un ba¨²l con prendas ¡ªcon dise?os m¨¢s j¨®venes que Bijan¡ª seleccionadas seg¨²n sus preferencias y necesidades, y confeccionadas a medida. Una vez abierto el ba¨²l, los suscriptores pueden elegir qu¨¦ comprar y solicitar modificaciones. El proyecto es una evoluci¨®n de la restrictiva idea de la exclusividad acu?ada en la c¨¦lebre tienda amarilla que su padre fund¨® en los a?os setenta, y que sigue en pie en Rodeo Drive aunque ya no ocupe su ubicaci¨®n original (el primer edificio fue vendido al grupo LVMH por 122 millones de d¨®lares hace diez a?os). Bajo su direcci¨®n, Nicolas ha inaugurado dos nuevas tiendas Bijan, incluyendo la primera de la historia de la marca que no requiere cita previa, en Las Vegas. Eso s¨ª, igual que hac¨ªa su padre, ¨¦l sigue atendiendo personalmente a los clientes en la sede central.
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