David Otero: ¡°Fui feliz con El canto del loco, pero soy infinitamente m¨¢s feliz ahora, aunque tenga mucho menos¡±
14 a?os despu¨¦s del fin de una de las bandas m¨¢s famosas del siglo XXI en Espa?a, Otero presenta su sexto disco en solitario, ¡®Inteligencia natural¡¯, sin ning¨²n plan de reuni¨®n en la mochila: ¡°No es un tema de dinero¡±
David Otero (Madrid, 1980) fue el guitarrista y uno de los dos compositores de El Canto del Loco, posiblemente el grupo espa?ol de pop-rock m¨¢s popular de la primera d¨¦cada del milenio, y uno de los ¨²ltimos que consigui¨® superar el mill¨®n de discos vendidos antes de que el streaming cambiara las leyes del juego. En 2010 dejaron de cantar juntos. Su ¨²ltimo bater¨ªa, Jandro Vel¨¢zquez, dej¨® la m¨²sica; el bajista, Chema Ruiz, form¨® varios grupos de cariz alternativo y poca repercusi¨®n (Belgrado, Salvador T¨®xico y Tr?tegal?pe) y Dani Mart¨ªn inici¨® una carrera en solitario de ¨¦xito. Otero (que es primo de Dani) lo hizo con m¨¢s calma, primero con dos ¨¢lbumes publicados con el seud¨®nimo de El Pescao y, ya desde 2017, con su nombre y apellido. Inteligencia natural es su sexto larga duraci¨®n y la excusa para mantener esta entrevista con ICON a trav¨¦s de videollamada. El m¨²sico se conecta desde un autom¨®vil aparcado, con el cintur¨®n de seguridad puesto, aunque a mitad de entrevista se lo quita. Podr¨ªa ser una met¨¢fora, pero no lo es.
En su nuevo disco se muestra cr¨ªtico con el progreso tecnol¨®gico y con las redes sociales. ?Le han llegado a afectar los comentarios que le¨ªa en ellas sobre usted? S¨ª, totalmente. De hecho, yo tom¨¦ la decisi¨®n hace tiempo de no leer pr¨¢cticamente nada. Hago mis v¨ªdeos, los subo, pero no estoy pendiente de si alguien me manda un mensaje concreto, criticando y tal. Twitter, de hecho, me lo quit¨¦ hace tres a?os. Esas herramientas pueden ser muy valiosas para contar y para exponer algunas cosas pero tienen much¨ªsimo peligro en tu desarrollo emocional.
Usted nunca ha tenido reparos en comentar que iba a terapia. ?Cu¨¢ndo comenz¨® a hacerlo y por qu¨¦? Empec¨¦ en el a?o 2006 con psicoan¨¢lisis, pero no ha sido constante, he ido pasando por muchos momentos de terapia en mi vida. Cuando ten¨ªa 18 a?os, empec¨¦ a salir con la que era mi primera novia. Ella iba al psic¨®logo y me interesaba much¨ªsimo. ¡°?De qu¨¦ hablas? ?qu¨¦ os dec¨ªs?¡±. Tengo la suerte de que mi mujer es psic¨®loga, mi suegro es psiquiatra y tenemos un entorno donde la salud mental y el entendimiento de qu¨¦ somos como personas se trata de una manera muy natural, y el conflicto con las emociones tambi¨¦n. Para m¨ª es una pieza m¨¢s dentro de tu salud, como tener un nutricionista o una persona que te dirija un tratamiento f¨ªsico para estar sano.
En 2006 fue precisamente el momento de mayor eclosi¨®n popular de El Canto del Loco. ?Su decisi¨®n de ir a terapia tuvo algo que ver con la gesti¨®n de aquel ¨¦xito tan repentino y desmesurado? Tuvo que ver m¨¢s con una investigaci¨®n sobre m¨ª mismo, sobre c¨®mo hab¨ªa crecido, qui¨¦n era yo, estaba a punto de ser padre, viv¨ªa en Argentina¡ Estaba muy alejado, de hecho, del ¨¦xito de El Canto del Loco, porque nos hab¨ªamos tomado un descanso de unos meses y trat¨¦ m¨¢s temas relativos a mi familia, a las relaciones que he tenido con otras personas y c¨®mo enfrentarme a la paternidad. Lo de la popularidad arrolladora que tuvo la banda yo siempre lo he vivido con mucha naturalidad y sabiendo que era parte de una ficci¨®n. Me ve¨ªa como un actor que hace una serie que tiene ¨¦xito. Ah¨ª hay una parte en que no es la persona quien tiene ¨¦xito, es el personaje, y ese es a quien ve la gente. El p¨²blico ve¨ªa una parte de mi vida que era yo subido a un escenario tocando canciones o saliendo en los v¨ªdeos, pero no ten¨ªa ni idea de qui¨¦n era yo.
?Por qu¨¦ cree que sus seguidores ten¨ªan una idea equivocada? Cuando empez¨® El Canto del Loco lo enfocaron desde la compa?¨ªa como un proyecto de fans, y nos molest¨® mucho. ?ramos muy j¨®venes entonces, claro, quer¨ªamos ser aut¨¦nticos roqueros, entonces empezamos a luchar un poco contra aquello. Luego, cuando pasan muchos a?os, te das cuenta de que lo m¨¢s importante que ha habido ah¨ª ha sido haber escrito nuestras propias canciones y tener la potestad de haber dicho: ¡°Es que esto lo hicimos nosotros¡±. En aquellos primeros momentos te importaba lo que pod¨ªan pensar o qui¨¦n pod¨ªan pensar qu¨¦ eras, pero al final, con el tiempo, solo van quedando las canciones.
En su carrera en solitario, usted no volvi¨® a interpretar temas de El Canto del Loco hasta que regrab¨® varios de ellos en su ¨¢lbum Otero y yo, de 2021. ?Necesitaba establecer distancia con su grupo anterior hasta reconciliarse con su legado? Totalmente. Me hab¨ªa prohibido a m¨ª mismo cantar cualquier canci¨®n de El Canto del Loco, aunque la hubiera compuesto yo. No s¨¦, es un proceso s¨²per loco, ?no?, el que vive uno consigo mismo, como que te impones ah¨ª ciertas barreras que son invisibles y que adem¨¢s solo ves t¨², como si esas canciones no existiesen. Y era por miedo, seguramente, por miedo a comparar, a que escuchasen eso con otra voz distinta a la de Dani¡ Yo ten¨ªa 30 a?os cuando empec¨¦ en solitario, pero me sent¨ªa todav¨ªa inmaduro para poder enfrentarme a eso. Tuve que hacer todo el proceso de mi duelo, mi reconciliaci¨®n, y volver a conectar, a sanar y cerrar la herida. Hasta que, de repente, me encontr¨¦ con que, en mi casa, cantaba canciones de El Canto del Loco yo solo y hubo un d¨ªa que me pregunt¨¦: ?por qu¨¦ no lo voy a poder cantar?
?Le agobiaba mucho que se enfrentase su carrera con la de Dani Mart¨ªn? No, porque son incomparables. Tengo claro cu¨¢l es mi papel, d¨®nde estoy, con qu¨¦ medios cuento y qui¨¦n es ¨¦l. Lo tengo clar¨ªsimo y estoy encantado del rol que me ha tocado vivir en ese aspecto. No hace falta compararnos para ver la realidad y no, no me ha molestado nunca.
Pero, socialmente, el decrecimiento se suele ver como algo negativo. Su primo agota ocho Wizinks y usted ha vuelto a las salas peque?as. ?C¨®mo ha asimilado ese cambio de paradigma? Como un aprendizaje. Claro que me ha pasado, que me llegara gente y me dijese: ¡°Pero, t¨ªo, esto es un fracaso, porque ya no tienes popularidad, fama ni dinero¡±, pero hubo un momento en el que ya no ¨¦ramos felices en la banda. Yo antepuse mi salud mental y mi felicidad personal a todo lo que te pudiera dar una carrera de ¨¦xito. Ese crecimiento era inversamente proporcional a mi crecimiento personal. Tambi¨¦n fui muy feliz con el grupo, pero soy infinitamente m¨¢s feliz ahora a pesar de tener menos capacidad de hacer cosas, con mucho menos presupuestos, con mucho menos m¨¢rketing, con mucho menos de todo.
?Por qu¨¦ dej¨® de ser feliz con El Canto del Loco? Fuimos s¨²per honestos al dejarlo, no tard¨® mucho en tomarse la decisi¨®n, fue en cosa de meses, y yo creo que eso es algo de lo que estoy muy orgulloso, de m¨ª y de mis compa?eros, de decir: ¡°?Qu¨¦ huevos tuvimos de no estirar el chicle por dinero, por fama, y de ser fieles a lo que sent¨ªamos!¡±. Eso no lo hace mucha gente.
S¨ª, ?pero por qu¨¦ ya no eran felices? ?Qu¨¦ era lo que estaba pasando? Contarle eso en cinco minutos es imposible, pero haci¨¦ndole una especie de tr¨¢iler, digamos que se hab¨ªa perdido el sentido personal de hacer las cosas por amor al arte, por compartir, por conectar con la gente de verdad. Hab¨ªa una maquinaria detr¨¢s por parte de m¨¢nagers e industria que hizo que se rompiese un poco aquello.
Su ¨²ltimo m¨¢nager era Carlos V¨¢zquez, ¡°Tibu¡±, a quien denunciaron por apropiaci¨®n indebida y acab¨® condenado a prisi¨®n. A este hombre no le dedico ni un minuto de mi tiempo. De hecho, cuando le hacen huecos ah¨ª en medios y da entrevistas, es como¡ Lo que tiene que hacer es ponerse a trabajar y pagar lo que debe.
Una pr¨¢ctica com¨²n en la industria siempre ha sido la de utilizar a instrumentistas de sesi¨®n en las grabaciones en lugar de los m¨²sicos del grupo, sobre todo cuando est¨¢n empezando. ?Les sucedi¨® tambi¨¦n a ustedes? Yo en concreto s¨ª grab¨¦ las guitarras del primer disco (El canto del loco, publicado en el 2000), pero las bater¨ªas y los bajos no los tocamos nosotros como banda. Yo llevaba m¨¢s a?os, tocaba mejor o, yo qu¨¦ s¨¦, me hab¨ªa formado m¨¢s y lo hac¨ªa de forma decente y aceptable, pero la bater¨ªa y el bajo no nos dejaron grabarlos nosotros y fue algo que nos molest¨® much¨ªsimo. Tuvimos una bronca bastante grande con todos, desde el productor, con quien no nos gust¨® mucho trabajar, hasta con la discogr¨¢fica. Nosotros les dec¨ªamos que necesit¨¢bamos m¨¢s tiempo y todo fue como: ¡°?R¨¢pido, ya!¡± En el segundo disco (A contracorriente, de 2002) ya nos negamos, dijimos: queremos un productor que nos haga caso, que nos entienda, que comprenda nuestra m¨²sica y que no traiga a un m¨²sico de sesi¨®n a grabarnos las bater¨ªas. Por eso El Canto del Loco comenz¨® realmente con el segundo disco, cuando empezamos a trabajar con Nigel Walker, y con quien seguimos hasta el final.
El productor de aquel primer ¨¢lbum era Alejo Stivel, de Tequila. (Asiente)
?Qu¨¦ fue lo mejor y lo peor de lo vivido en El canto del loco? Lo mejor fue cuando la conexi¨®n entre nosotros era m¨¢gica y flu¨ªamos, eso era brutal. Lo que pasa que era una conexi¨®n muy natural, muy real, pero luego, cuando todo empez¨® a crecer tanto se distorsionaron mucho las realidades y cada uno ve¨ªa las cosas de una manera muy diferente. Es como una fuerza centr¨ªfuga, si est¨¢s muy en el centro te mantienes cerca, pero cuando hay fuerzas que te intentan llevar hacia los lados sales disparado. Yo creo que eso fue lo mejor y lo peor a la vez: el sentir que, de estar tan unidos, pasamos a no tener ganas de estar juntos.
Usted siempre ha sido una persona muy viajera. ?Le ayud¨® eso a tener los pies m¨¢s en el suelo? Ha sido fundamental para m¨ª, uno de los pilares de mi vida. He tenido la suerte de viajar sobre todo a lugares muy humildes, con muchas necesidades, en diferentes proyectos de cooperaci¨®n. Fuimos a Kenia, a Per¨², y tambi¨¦n me sent¨ª bastante involucrado con el tema del tsunami de Tailandia. Justo yo volv¨ªa de viaje y a las pocas horas arras¨® el tsunami en una playa donde hab¨ªa estado hac¨ªa horas y se muri¨® todo el mundo. Fue devastador. Igual suena duro lo que le voy a decir, pero si ma?ana te mueres la gente va a decir: ¡°?Ay, qu¨¦ pena! ?Qu¨¦ hac¨ªa?¡±. Y ya est¨¢. Si te crees que eres tan importante en la vida de la gente tienes un problema gigante, porque est¨¢s fuera de la realidad. Cuando conectas con personas que lo est¨¢n pasando mal, que tienen hambre, que tienen fr¨ªo, que no tienen casa¡ La realidad del mundo no es Espa?a, donde somos unos privilegiados, sino la de millones y millones de personas que viven muy jodidas. Entonces es cuando dices: ¡°?Hostias! ?Qu¨¦ ego¨ªsta por creerme yo que estoy aqu¨ª en la cresta de la ola!¡± Cuando adquieres conciencia de ello, igual tus prioridades se ajustan.
Debe ser dif¨ªcil pensar en eso cuando est¨¢ en un camerino o un hotel aclamado por una legi¨®n de fans. Me pasa una cosa curiosa. A menudo me encuentro con gente que me dice: ¡°?Joder, era s¨²per fan tuya!¡± o ¡°Me escrib¨ªa David en la frente¡±, ¡°Estaba enamorada de ti¡±. Yo siempre respondo: ¡°?Y qu¨¦ suerte que hayamos crecido!, ?verdad?¡±, y la gente se r¨ªe conmigo. Es que eso no lo veo normal, realmente yo nunca he sido fan de nadie. Vivimos en una ficci¨®n. Al final todo eso que construimos es un personaje que nos ayuda a hacernos creer que soy m¨²sico, que he grabado canciones, pero la realidad de la vida creo que est¨¢ en otro lado y muchas veces, por desgracia, nos olvidamos de ello.
Ahora que vuelve Oasis, ya se puede decir que torres m¨¢s altas han ca¨ªdo. ?Cu¨¢l es la oferta m¨¢s golosa que les han hecho para reunir a El Canto del Loco? Le juro por mi vida que no me han hecho nunca ninguna oferta porque vuelva el grupo, nunca jam¨¢s. Y tampoco es una cuesti¨®n de que me ofrezcan nada, no es un tema de dinero, es un tema de c¨®mo me encuentro yo conmigo y con mi vida, Por cierto, ?qu¨¦ mal me ha venido la vuelta de Oasis! Creo que soy el ¨²nico que no se alegra.
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