El milagro de los libros: ?c¨®mo consigui¨® la industria editorial salir reforzada del a?o m¨¢s negro?
Parec¨ªa un oficio polvoriento al que la pandemia iba a rematar. Sin embargo, el negocio editorial llega a 2021 convertido en un mundo apasionante lleno de fusiones, r¨¦cords y pol¨¦micas. Indagamos en los acontecimientos que lo han hecho posible
Hace un a?o lo ¨²nico que le preocupaba a la industria del libro era resistir a las plataformas audiovisuales, que en 2019 habi?an disparado por encima del 30% el nu?mero de usuarios que contrataban contenidos en streaming. Amazon mordi?a las ventas de las libreri?as y Netflix se quedaba con la atencio?n de los lectores. ¡°Teni?amos una visio?n muy cerrada de nuestro oficio¡±, reconoce A?lvaro Manso, portavoz de la Confederacio?n Espan?ola de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL). Pero lo que llego? en 2020 no estaba en ningu?n plan. Esto fue lo que ocurrio?.
Un confinamiento para leer
Las pe?rdidas previstas al inicio de la pandemia superaban el 40%, con las libreri?as cerradas casi tres meses, sin di?a del libro, sin Sant Jordi y sin Feria en el Retiro. Pero nadie vaticino? que la familia lectora creceri?a con la crisis del coronavirus. Segu?n una encuesta de Conecta Research & Consulting, un 4% de espan?oles descubrio? en los libros un placer. Antes del confinamiento los lectores frecuentes eran un 50%, y ascendio? hasta el 54% con la reclusio?n. Frente a los 47 minutos de media en la antigua normalidad, en el confinamiento se dedicaron a la lectura 71 diarios. La media semanal llego? a las ocho horas y 20 minutos. La lectura digital crecio? en diez puntos (casi la mitad de los libros que se leyeron fue en este soporte) y la brecha de ge?nero se amplio? ma?s todavi?a: el 66% de las mujeres se reconocieron lectoras, frente al 48% de hombres.
El bum del pre?stamo digital
La pandemia ha provocado una profunda reflexio?n sobre objetivos y valores prioritarios. Asi? fue como la ciudadani?a reforzo? el pre?stamo bibliotecario, a pesar de que las bibliotecas estaban cerradas. La lectura derribo? los muros de estos centros y llego? a los hogares durante el confinamiento. EBiblio ¨Cla biblioteca digital pu?blica, bajo control del Ministerio de Cultura en colaboracio?n con los servicios de bibliotecas de las Comunidades Auto?nomas¨C crecio? casi un 140% en los pre?stamos y un 120% en usuarios. Las administraciones invirtieron en compra de licencias para poner ma?s ti?tulos a disposicio?n de los lectores. En Madrid, el incremento fue de un 152% respecto al an?o anterior, con una media de ma?s de 4.000 peticiones de pre?stamo diarias. En Catalun?a, el pre?stamo crecio? un 336%.
Y de repente, Amazon
El encierro fue bueno para los i?ndices de lectura, pero sobre todo para Amazon, que no dejo? de vender y entregar ni un solo di?a mientras las libreri?as cerraron casi tres meses. Esto creo? el primer cisma en el mercado espan?ol entre los editores y los libreros. Los gremios de los editores han dado un paso adelante en defensa de Amazon, y han agradecido a la multinacional haber colocado sus productos a pesar de la pandemia. Dicen que gracias a su actividad se ha frenado el tortazo que prevei?an. La facturacio?n solo sera? un 7% menor que en 2019.
Libreri?as, ma?s cerca
Las libreri?as se han expandido a trave?s de una vi?a no explorada en su reconversio?n como centros culturales, iniciada hace una de?cada. La tienda era su u?nico referente y el Sancta Sanctorum de los libros. Los libreros habi?an hecho de sus tiendas su u?nico argumento para ser reconocidas como un bien de intere?s general. Hasta que tuvieron que cerrar. Entonces quedo? en evidencia que su valor esta? ma?s alla? de sus paredes, que su importancia es su criterio, que los lectores necesitan sus recomendaciones. ¡°Las libreri?as somos ma?s cuidadas en los barrios y nos hemos expandido ma?s alla? de ellos gracias a nuestra llegada a las redes sociales¡±, explica A?lvaro Manso. Invirtieron el flujo tradicional y se desplazaron a los hogares. No solo distribuyen contenido, lo generan y difunden. La culminacio?n de este an?o ha sido el lanzamiento de Todostuslibros.com, la plataforma de las libreri?as independientes para servir libros en casa.
Plataformas de ida y vuelta
Un informe europeo indica que Espan?a es li?der en Europa en pago por contenidos en Internet, gracias a la mejora de la calidad de la oferta digital. En la pelea por la captacio?n del tiempo de los consumidores, la nueva industria del entretenimiento ha iniciado la descapitalizacio?n de la vieja industria, alimentando su e?xito con sus historias y sus lectores. En la guerra del contenido es difi?cil determinar quie?n marca la agenda: el negocio editorial es garantista y poco arriesgado y sigue la estela de los hallazgos de Netflix (Tras el e?xito de la serie Gambito de dama, Alfaguara anuncio? en diciembre la compra de los derechos de esa novela de 1983 de Walter Tevis). A su vez, Netflix recurre a los cata?logos editoriales en busca de taquillazos.
Muchas redes, poca poesi?a
En Espan?a algo ma?s del 51% de la poblacio?n se declara no lectora. No hay suficientes nichos de consumidores que hagan sostenibles los balances editoriales anuales y saquen a los creadores de la precariedad. Espasa busco? en las redes sociales la veta dorada que sacara a la poesi?a de pobre y concedio? su galardo?n a Rafael Cabaliere, ingeniero venezolano con cerca de un millo?n de seguidores. La idea era transformar en poesi?a unos textos de autoayuda muy aplaudidos. Pero el movimiento comercial no salio? como se esperaba y se llego? a dudar, incluso, de la existencia del propio autor. El jurado del premio tampoco comulgo? con la operacio?n y termino? por airear las deliberaciones interesadas en publicar un ti?tulo con ma?s seguidores que li?rica.
La precariedad de un Nobel
El di?a en que concedieron el Premio Nobel de literatura a la poeta estadounidense Louise Glu?ck nadie en Espan?a esperaba que el galardo?n fuera a dejar al descubierto un modelo editorial tan asentado en la precariedad. Los creadores son mero relleno de cata?logos cuyo u?nico objetivo es no dejar de publicar novedades. Su editor en Espan?a, Pre-Textos, vendio? ma?s libros de Glu?ck en horas que los que habi?a colocado en an?os. Di?as ma?s tarde, el agente de la escritora planto? a la editorial. Pre-Textos no pagaba los derechos desde haci?a varios libros. La pole?mica desvelo?, adema?s, anticipos de 300 euros por poemarios que no se reimprimen ni generan ma?s beneficios a sus autores.
Ma?s datos, menos riesgo
El crecimiento de la compra y la lectura digital durante el confinamiento ha dado la oportunidad a las editoriales de recolectar datos que hasta el momento no se habi?an investigado. En una industria cada vez ma?s polarizada, los riesgos de inversio?n tratan de reducirse al ma?ximo. Para saber si sus apuestas se convertira?n en e?xito, Penguin Random House ha acometido la operacio?n de gestio?n de datos y marketing sobre consumidores ma?s sofisticada de la historia de la industria. Rastrean 100.000 compradores de libros en los EE UU al momento, y han logrado una visio?n muy precisa sobre co?mo respiran sus apetencias y co?mo cambian sus demandas. En la pandemia pudieron comprobar en directo la venta de libros para hacer pan en casa o de historia que relacionaran el momento presente con el pasado. Esto les permite reaccionar al instante y abastecer sin riesgo a devoluciones de libros.
Al borde del monopolio
Una crisis tambie?n es una oportunidad para el ma?s poderoso. Un an?o despue?s de que Bertelsmann, el mayor conglomerado internacional de medios, comprara por 606 millones de euros Penguin Random House, el hasta entonces el mayor grupo editorial del mundo, con cerca de 320 editoriales, ma?s de 600 millones de libros vendidos al an?o y sede en Nueva York, ha vuelto a mover ficha. ViacomCBS vendera? a Penguin Random House la editorial Simon & Schuster por ma?s de 1.600 millones de euros. Simon & Schuster es la tercera editorial ma?s grande de EE UU, y publica a Stephen King o Don DeLillo. Cuenta con un fondo de ma?s de 30.000 ti?tulos. Si las autoridades antimonopolio no frenan la operacio?n, estamos ante el nacimiento del primer megaeditor mundial.
El re?cord de los Obama
Las memorias del carisma?tico expresidente de EE UU y de Michelle Obama le costaron en 2017 a Penguin Random House 55 millones de euros, un anticipo re?cord que se va a cubrir sobradamente. Los Clinton recibieron menos de la mitad por las suyas, en 2004, cuando Hard Choices pago? 12 millones de do?lares de anticipo a Bill. A Hillary le entregaron 9,5 millones de euros por las suyas. Las memorias de Barack acaban de publicarse y el expresidente ha encendido el rodillo de la promocio?n de Una tierra prometida, que reconstruye su vida entre 2009 y 2017, a lo largo de casi 800 pa?ginas. Va a convertirse en el libro ma?s vendido de las Navidades, con una tirada que ha colapsado las imprentas: tres millones de ejemplares solo en EE UU. El di?a de su lanzamiento vendio? 900.000 en 24 horas, y supero? el re?cord de Mi historia, de Michelle, con 725.000 copias, que era desde noviembre de 2018 el libro de memorias ma?s vendido de la historia, con 10 millones de ejemplares.
Asi? acabo? 2020 y asi? se inaugura 2021: los editores brindan porque la cai?da no va a ser de ma?s del 30%, sino de un 5%. Sin embargo, en la cai?da del comercio exterior del libro han acertado de pleno con una pe?rdida del 80% y unos 200 millones de euros respecto a 2019. ¡°La gente ha descubierto en el confinamiento que las series no dan para ma?s y han vuelto a los libros, el producto cultural ma?s diverso y plural¡±, sostiene Antonio Mari?a A?vila, secretario de la Federacio?n de Gremios de Editores de Espan?a, en plena negociacio?n para lograr que el Estado recupere las partidas de compra de libros para sus bibliotecas. Los lectores han salido a salvar las libreri?as en cuanto han sido liberados de sus casas y estos comercios han descubierto un movimiento complementario, en parte digital, en parte ligado al activismo cultural de proximidad que seguira? desarrolla?ndose en 2021.
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