J Balvin: ¡°Creo que los m¨²sicos hemos salvado m¨¢s vidas que cualquier psiquiatra¡±
Los reguetoneros eran t¨ªos duros y los latinos, gente que cambiaba de idioma al cantar. Entonces lleg¨® ¨¦l. El colombiano nos habla de m¨²sica, ¨¦xito estratosf¨¦rico, salud mental y c¨®mo logra reconciliarlos
La casa de Jos¨¦ Osorio (Medell¨ªn, 36 a?os) no hay ni un solo objeto que le recuerde que es J Balvin. Uno de los principales consejos que le dio su psic¨®logo para batallar contra la ansiedad fue que separase su identidad en dos, el hombre y la estrella, para que uno no saboteara al otro. No est¨¢ del todo claro cu¨¢l atiende a Icon desde Nueva York, recostado en un sof¨¢ y con gafas de sol, a trav¨¦s de Zoom. Quiz¨¢ no sea ninguno de los dos.
¡°Yo lo que quiero es ser una leyenda¡±. Con esta declaraci¨®n de intenciones consigui¨®, en 2015, que el presidente de su discogr¨¢fica, Universal Music Latino, le prestase atenci¨®n al proyecto J Balvin. Desde entonces, este reguetonero est¨¢ cumpliendo su misi¨®n: en 2017, Mi gente se convirti¨® en la primera canci¨®n en castellano en alcanzar el n¨²mero 1 mundial en escuchas; ¨¦l termin¨® 2019 como el cantante m¨¢s visto en YouTube gracias a Con altura, su dueto con Rosal¨ªa, y en 2020, fue el tercer artista m¨¢s escuchado del planeta en Spotify, solo por detr¨¢s de Bad Bunny y Drake. En El ni?o de Medell¨ªn, el documental que acaba de estrenar Amazon Prime Video, Balvin explica que su sue?o siempre fue ¡°ser alguien¡±.
?De no haber conseguido este ¨¦xito, no ser¨ªa nadie?
Cien por cien. Esa es siempre la lucha constante. La m¨²sica se vuelve tu vida y le das una prioridad por encima, muy por encima, del mismo ser. La presi¨®n no baja. Cada vez es mayor. Pero seguimos. La palabra resiliencia ayuda mucho. Es adaptarse a todos esos cambios y momentos dif¨ªciles. Sacarles el mayor provecho aunque uno no lo vea en el momento. Ya despu¨¦s en el futuro entenderemos por qu¨¦.
Habla con frases lentas, reposadas casi al ritmo de su respiraci¨®n, muy en contraste con sus cadencias musicales en el escenario. ?l mismo admite que eligi¨® una profesi¨®n y, sobre todo, unas ambiciones mal avenidas para alguien que sufre tanta ansiedad. Cualquier cosa por debajo de ser leyenda parecer¨¢ un fracaso. ¡°Lo que yo quiero es inspirar al mundo¡±, insiste. ¡°Si estudias las leyendas, hicieron m¨¢s que m¨²sica. Tocaron temas de los que pocos se atrev¨ªan a hablar: Madonna, por ejemplo, con la comunidad LGTBQ. A m¨ª me toc¨® lo de la salud mental¡±.
En 2015, cont¨® en p¨²blico sus problemas con la ansiedad, los ataques de p¨¢nico y la depresi¨®n. Entonces no era habitual que un artista se mostrase tan vulnerable ni mucho menos que confesase haber estado dos meses sin salir de la cama, llorar cada noche y haber salido del agujero solo con ayuda de medicaci¨®n y meditaci¨®n (y libros de colorear). ¡°Ya por el hecho de ser artista uno est¨¢ loco¡±, declara. ¡°Es parte de la misi¨®n de dar luz y de dar esperanza, quitar ese tab¨². En aquel momento la situaci¨®n era como la del sida tiempo atr¨¢s. Nadie lo hablaba. La gente no se sent¨ªa socialmente aceptada. Y este es el mal de esta d¨¦cada, las enfermedades de salud mental. Creo que hemos salvado m¨¢s vidas que cualquier psiquiatra. La m¨²sica tiene un poder muy grande sobre las masas¡±.
La vocaci¨®n le lleg¨® en tres actos. Uno, cuando su padre perdi¨® todo el patrimonio familiar por un mal negocio: Jos¨¦ era un ni?o y comprendi¨® la importancia del dinero. Dos, cuando escuch¨® Gasolina de Daddy Yankee a los 20 a?os y cambi¨® los ced¨¦s de Nirvana y AC/DC por los mp3 de reguet¨®n. Y tres, cuando visit¨® Times Square, en Nueva York, vio las pantallas gigantes y decidi¨® que quer¨ªa llegar tan lejos como los tipos que sal¨ªan en ellas: Jay-Z, Puff Daddy, Kanye West...
En la universidad, la Eafit de Medell¨ªn, Balvin estudi¨® para presidir una discogr¨¢fica un d¨ªa. Acab¨® apostando por una carrera musical, lo que no quiere decir que haya dejado de pensar como un empresario. En sus inicios se puso como apodo El Negocio. Quiere ser el primer artista latino milmillonario no porque necesite el dinero (¡°no es como si te sirviera de algo tener dos jets privados en vez de uno¡±) sino para demostrar que si Jay-Z puede, ¨¦l tambi¨¦n.
Sigue sin cantar en ingl¨¦s a pesar de ser biling¨¹e. No le ha hecho falta. El p¨²blico latino se siente cada vez menos acomplejado, en especial los colombianos como ¨¦l. ¡°Yo nunca tuve ning¨²n sentimiento de inferioridad respecto a lo que estaba haciendo porque sab¨ªa muy claro lo que iba a pasar. Era un juego de conquistar. De Medell¨ªn a Bogot¨¢, luego Ruman¨ªa, Bulgaria, Per¨², Bolivia, se fue regando, se fue regando y ya... era muy tarde para pararlo. Es un sonido al que hemos dado un estatus que no ten¨ªa antes, poni¨¦ndolo en la moda y en el marketing para que represente la cultura latina como tiene que ser. Con colaboraciones que no se hab¨ªan visto con los latinos antes¡±, celebra.
En 2019, se puso en contacto con Nike para proponerles un proyecto: las zapatillas Air Jordan 1 Balvin, la primera colaboraci¨®n de la firma con un artista latino. Se agotaron en cuesti¨®n de horas. Otro ejemplo de reconocimiento in¨¦dito de la industria a la m¨²sica latina: aquel Primavera Sound del mismo a?o. ¡°Nunca hab¨ªan tenido reguet¨®n en ese festival¡±, rememora Balvin. ¡°Dej¨® un precedente impresionante. Ha sido muy bonito el proceso de pasar del desprestigio al respeto global¡±.
En Estados Unidos, donde vive, donde ha sido inmigrante ilegal que pintaba tejados en Miami, lider¨® un golpe de tim¨®n parecido. Los latinos suponen el 18,5% de la poblaci¨®n estadounidense, seg¨²n el censo de abril de 2020. ?Por qu¨¦ su cultura segu¨ªa siendo vista como un movimiento marginal? ¡°Nos ha tocado reeducar, o explicarle al mundo el impacto global que tenemos. Y ya no tenemos que hacerlo. Es como cuando el Papa pidi¨® perd¨®n por las Cruzadas. ¡®Esto no es as¨ª, va m¨¢s all¨¢ de lo que ustedes piensan¡±, compara. ¡°No es solo una cuesti¨®n de m¨²sica sino de influir en la cultura, la moda y la sociedad. Es una cuesti¨®n de poder¡±.
Este plan de conquista mundial requiri¨® reforzar las tropas. En 2015, se cruz¨® en Los ?ngeles con Justin Bieber y, tras presentarle sus respetos, se gir¨® hacia su verdadero objetivo: su representante. En 2019, Scooter Braun fich¨® a Balvin como cliente y le coloc¨® en el espect¨¢culo intermedio de la Super Bowl de 2020 junto a Shakira, Jennifer Lopez y Bad Bunny. Lo vieron 103 millones de personas solo en EE UU. J Balvin actu¨® con una sudadera que dec¨ªa Made in Medell¨ªn. Cuando las calles de su ciudad se llenaron de violencia, muchos le acusaron de explotar conceptos como Colombia, Medell¨ªn o Mi gente como emblemas meramente cosm¨¦ticos.
El propio Balvin afronta en El ni?o de Medell¨ªn ese conflicto, el de un artista privilegiado ante un p¨²blico que no tiene para comer. ¡°Sin duda alguna la situaci¨®n de mi pa¨ªs es de un Gobierno complicado y lleno de mucha corrupci¨®n. Tambi¨¦n hay que meter el chip del trabajo y la disciplina y no dejarlo todo al Gobierno. Yo siempre so?¨¦ en hacer lo m¨ªo y no dej¨¢rselo a nadie... Pero es cierto que hay personas que no tienen qu¨¦ comer ni tienen estudios y est¨¢n en su derecho¡±, aduce.
El espect¨¢culo de la Super Bowl fue el ¨²ltimo gran evento mundial antes de la pandemia. El confinamiento y los duros s¨ªntomas que padeci¨® cuando contrajo el virus le llevaron a recaer en la depresi¨®n. Componer en esas circunstancias un disco de reguet¨®n como el que tiene pendiente de lanzar no era un plan atractivo, pero el planeta no se conquista solo: ¡°No fue f¨¢cil. No todas las letras que sal¨ªan eran las m¨¢s fiesteras. Sin embargo, hab¨ªa d¨ªas en que uno s¨ª se sent¨ªa conectado con esa m¨²sica m¨¢s alegre y sali¨®. Fue un poco m¨¢s denso, pero fuimos adapt¨¢ndonos al cambio¡±.
Balvin est¨¢ recorriendo un camino que no exist¨ªa antes de que ¨¦l echase a andar. La vulnerabilidad, el sentimiento y la vanidad estaban prohibidos para los hombres del reguet¨®n. Para cuando ¨¦l edit¨® su primer disco, La familia, en 2013, el g¨¦nero hab¨ªa ca¨ªdo en la f¨®rmula y en las colaboraciones dance con artistas estadounidenses. Su mayor exponente era Pitbull. El propio Balvin vest¨ªa con vaqueros, camisetas blancas o negras y sombreros de vaquero. Desde 2018 su ropa, tan colorida como su m¨²sica, tiene como asesora a la visionaria estilista murciana Sita Abell¨¢n. Juntos, dise?aron el a?o pasado una l¨ªnea para Guess con la que ¨¦l se convirti¨®, una vez m¨¢s, en el primer latino en colaborar con la firma. Esa identidad visual de explosi¨®n de alegr¨ªa culmin¨® con Colores, su ¨²ltimo ¨¢lbum publicado, cuya portada y est¨¦tica y fueron obra del artista japon¨¦s Takashi Murakami.
Debi¨® de ser liberador soltar lastres de masculinidades obsoletas.
No... para nada. Siento que es un deber, yo vine al mundo a servir. Es lindo tambi¨¦n cuando alguien se te acerca y te dice: ¡®Gracias por hablar de esto, salvaste mi vida, cre¨ªa que estaba solo y que estaba loco pero ahora estoy medicado y comprendo que tengo un problema de salud mental y ya est¨¢ controlado¡¯. M¨²sica pregada, entre comillas, puede tener cualquiera. Pero que el poder de que te escuchen es otra cosa.
Un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Una gran responsabilidad puede desembocar en una gran ansiedad. Jos¨¦ Osorio es consciente de que su creaci¨®n, J Balvin, es una empresa con una misi¨®n tit¨¢nica: cambiar la imagen global de los latinos, generar miles de millones de d¨®lares, salvar vidas al desestigmatizar la enfermedad mental.
?Se imagina a veces qu¨¦ ser¨ªa de usted si no hubiera creado a J Balvin?
No, ya no. Muy tarde para eso.
Si quien dice esto ¨²ltimo es J Balvin, la frase es un imperativo. Jos¨¦ parece retomar el mando luego, cuando se le mencionan los libros de colorear. ¡°S¨ª. Colorear me ayuda. Tengo que volver a hacerlo. Gracias por record¨¢rmelo... gracias¡±.
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