Eurovisi¨®n es pol¨ªtica: todas las ocasiones en las que un conflicto diplom¨¢tico ha llegado al escenario

Letras con doble lectura, banderas salidas de la nada, boicots... Este art¨ªculo es un punto a favor de los que creen que ¡°en Eurovisi¨®n es todo pol¨ªtica¡±. Probablemente lo es y empieza mucho antes de que lleguen los puntos: est¨¢ solapada en las letras, en las escenograf¨ªas, en los gestos y en los detalles. Es as¨ª porque el contenido expl¨ªcitamente pol¨ªtico est¨¢ prohibido en las bases del concurso: ¡±Ser¨¢n motivo de rechazo y exclusi¨®n las canciones y candidaturas que utilicen lenguaje inapropiado u ofensivo, mensajes o gestos pol¨ªticos o similares, o cualquier tipo de publicidad¡±, dicen.

Pese a todo esto, el festival europeo de la canci¨®n es desde hace d¨¦cadas un term¨®metro y una gu¨ªa para entender convulsas y enquistadas relaciones diplom¨¢ticas entre naciones. Quien es experto en Eurovisi¨®n es experto en la geopol¨ªtica europea del siglo XX y el siglo XXI. Basta asistir a la edici¨®n de este a?o, que se celebrar¨¢ en Tur¨ªn el 14 de mayo, donde hay un pa¨ªs vetado (Rusia) y otro, Ucrania, que lidera las encuestas para ganar gracias a la simpat¨ªa que despiertan sus habitantes. Pero ha habido muchos m¨¢s ejemplos. Son estos.

C¨®mo titular en bielorruso

Uno de los primeros organismos internacionales en tomar medidas contra Rusia tras la invasi¨®n de Ucrania fue la Uni¨®n Europea de Radiodifusi¨®n, que suspendi¨® la membres¨ªa de los canales estatales rusos y por tanto, expuls¨® al pa¨ªs de la pr¨®xima edici¨®n del concurso. No era la primera vez que se prohib¨ªa la participaci¨®n de una televisi¨®n por motivos pol¨ªticos. En 2021, Bielorrusia intent¨® presentarse con un tema cargado de mensajes a favor del gobierno de Aleksndr Lukashenko. El tema Ya nauchu tebya (¡±te ense?ar¨¦), del grupo Galasy Zmesta, estaba lleno de referencias contra la oposici¨®n y los movimientos por la democracia en el pa¨ªs. La UER dio 15 d¨ªas de plazo al pa¨ªs para presentar otra canci¨®n, si bien la segunda candidata, Pesenka (peque?a canci¨®n), pecaba de lo mismo: su letra, sobre conejos y zorras, parec¨ªa una met¨¢fora evidente a favor del gobierno y contra la influencia europea. El pa¨ªs fue expulsado del concurso, a lo que los participantes contestaron con un comunicado: ¡°Amigos de la UER, viendo esta farsa, estamos realmente complacidos¡±.

El juego de palabras de Georgia

Un caso similar de conflicto por la letra, pero en un sentido antirruso, se vivi¨® en 2009 cuando Georgia env¨ªo el tema del grupo Stephane & 3G. Con la guerra de Osetia del Sur de 2008 bien reciente, el t¨ªtulo de la canci¨®n dejaba poco a la interpretaci¨®n: We Don¡¯t Wanna Put In, que suena tal cual a ¡°No queremos a Putin¡±. Cuando la UER advirti¨® que con esa falta de sutileza no podr¨ªan participar, Georgia se retir¨® del certamen. La canci¨®n ha sido rescatada del olvido por la actualidad y en YouTube se pueden leer comentarios como ¡°Once a?os despu¨¦s, Georgia ten¨ªa raz¨®n¡±.

El cambio armenio

Armenia s¨ª acept¨® modificar la letra de una canci¨®n en 2015, cuando el grupo Genealogy particip¨® con Don¡¯t Deny (No niegues). Se interpret¨® que ese t¨ªtulo era una clara referencia al genocidio armenio durante la Primera Guerra Mundial, negada por el gobierno turco: el grupo acept¨® transformarlo en Face the Shadow (Enfr¨¦ntate a la sombra). El pa¨ªs se hab¨ªa retirado del festival tres a?os antes, cuando el concurso se celebr¨® en Bak¨², capital de Azerbaiy¨¢n: ambos pa¨ªses mantienen una disputa por la regi¨®n del Alto Karabaj que ha estallado en conflicto armado en varias ocasiones. En el concurso de 2009, Armenia hab¨ªa preparado en el v¨ªdeo de presentaci¨®n de su tema una imagen en la que se ve¨ªa un monumento que est¨¢ situado en este territorio. Tras la protesta de Azerbaiy¨¢n lo retiraron, pero cuando lleg¨® el momento de que Armenia diese sus votos, la representante del pa¨ªs mostr¨® una carpeta donde se ve¨ªa bien clara la imagen de dicho monumento (y daba, de paso, solo un punto a Azerbaiy¨¢n).

Espa?a: pol¨¦micas de bajo grado

Empez¨® como un chiste que se fue de las manos y acab¨® con la participaci¨®n de Espa?a en Eurovisi¨®n m¨¢s vista despu¨¦s de la de Rosa L¨®pez en 2002. El Baila El Chiki Chiki de Rodolfo Chikilicuatre vivi¨® su propio miniconflicto debido al verso ¡°lo baila Rajoy, lo baila Hugo Ch¨¢vez, lo baila Zapatero¡±. Misteriosamente, no hubo problemas en mantener el ¡°lo canta el Tigre Puma con su traje a rayas/y Juan Carlos le dice ?por qu¨¦ no te callas?¡±, referencia a la frase que el entonces todav¨ªa jefe de Estado le hab¨ªa dedicado a Hugo Ch¨¢vez en la cumbre iberoamericana.

Este a?o, la letra de SloMo, de Chanel, fue cuestionada en la Comisi¨®n Mixta de Control Parlamentario de la Corporaci¨®n RTVE por ¡°remitir a la prostituci¨®n¡±. En 2018, Amaia y Alfred recibieron sus cr¨ªticas por parte de varias voces de la derecha (entre ellas Carlos Herrera, de la COPE) por, poco antes de representar a Espa?a en Eurovisi¨®n, alabar el libro Espa?a de mierda, de Albert Pla. Y tambi¨¦n tuvo dimensi¨®n pol¨ªtica aquel delirante episodio en el que desde S¨¢lvame se intent¨® enviar a Karmele Marchante al concurso con Soy un tsunami: las l¨ªneas ¡°?Gibraltar, Gibraltar, punta magna de todo espa?ol!¡± hubieron de cambiarse para que pudiese competir. No hizo falta: fue descalificada.

Ucrania, un drama cantado

Eurovisi¨®n ha funcionado como una v¨ªa de expresi¨®n m¨¢s o menos velada del prolongado conflicto entre Rusia y Ucrania. En 2007, el concursante Verka Serduchka modific¨® en su actuaci¨®n final la letra para soltar un ¡°quiero ver Russia goodbye¡±. En 2005, en el festival celebrado precisamente en Kiev, la canci¨®n Razom nas bahato del grupo Greenjolly tuvo que modificar su contenido para suprimir las referencias al entonces presidente Yuschenko. Y como hay cosas que no pueden evitarse, el tema se hab¨ªa convertido en el himno oficioso de la revoluci¨®n naranja.

En 2016, Ucrania env¨ªo a la cantante Jamala con el tema 1944. Las autoridades rusas manifestaron su ofensa porque la artista cantaba sobre la deportaci¨®n de los t¨¢rtaros de Crimea organizada por Stalin en el a?o del t¨ªtulo, de la cual hab¨ªa sido v¨ªctima tambi¨¦n su abuela. En aquella ocasi¨®n la Uni¨®n Europea de Radiodifusi¨®n no vio motivo para actuar y la letra se mantuvo ¨ªntegra. ?El resultado? Victoria para Jamala. La segunda de ese pa¨ªs, que ya hab¨ªa ganado en2004. Al a?o siguiente, en la gala celebrada en Kiev, Ucrania le deneg¨® el visado a la participante rusa, Julia Samoylova, una joven en silla de ruedas, acus¨¢ndola de haber viajado a Crimea tras la adhesi¨®n a Rusia de 2014. Rusia termin¨® retir¨¢ndose del concurso.

En 2019 fue la cantante ucrania de or¨ªgenes rusos Maruv la que se retir¨®... o retiraron. Seg¨²n el Gobierno, la joven no cumpl¨ªa con los requisitos para ser una embajadora cultural de Ucrania; seg¨²n Maruv, era el Estado el que pretend¨ªa convertir su participaci¨®n ¡°en promoci¨®n de nuestros pol¨ªticos¡±. En una amarga pirueta del destino, la ganadora ucrania de Eurovisi¨®n, Jamala, acabar¨ªa huyendo de su pa¨ªs por la invasi¨®n rusa de 2022, atravesando a pie la frontera con Ruman¨ªa junto a sus dos hijos. Su primera actuaci¨®n en la televisi¨®n alemana, ya como refugiada, igual que lo hab¨ªa sido su abuela, entonando ¡°cuando vienen extra?os / llegan a tu casa / os matan a todos y dicen: / no somos culpables¡± conmovi¨® al mundo.

Israel, un mensaje a trav¨¦s de los n¨²meros

Israel no se mete en l¨ªos con los mensajes expl¨ªcitos de sus letras pero s¨ª ha logrado ganar el certamen cuando se cumple un aniversario relevante de su fundaci¨®n, en mayo de 1948. Ocurri¨® en 1978 con A-ba-ni-bi, en 1998 con Diva, de Dana International, y en 2018 con Toy, de Netta. En alguna ocasi¨®n ha sido menos cr¨ªptica. En el a?o 2000, el grupo israelita Ping-pong termin¨® su actuaci¨®n agitando las banderas de Israel y Siria mientras gritaban ¡°?Paz, paz, paz!¡±. En 2019, en la gala celebrada en Tel Aviv en medio de otra escalada de tensi¨®n con Palestina, fue el grupo island¨¦s Hatari el que sac¨® una bandera palestina. No se trataba de un gesto aislado, sino una llamada de atenci¨®n sobre un conflicto en el que el grupo estaba muy implicado, como hab¨ªan reflejado en el documental A Song Called Hate. Aquella misma noche Madonna actu¨® como estrella invitada y col¨® a dos bailarines con las banderas de Israel y Palestina en la espalda, algo prohibido por la organizaci¨®n. Aquello fue presenciado por los millones de espectadores de un concurso que, definitivamente, no va solo sobre m¨²sica.

Puedes seguir ICON en Facebook, Twitter, Instagram,o suscribirte aqu¨ª a la Newsletter.