La Corte: as¨ª es el programa donde ?scar Casas se siente ¡°el puto amo¡± y Mariang habla de iglesias y McDonald¡¯s
En este proyecto digital conviven arte, gastronom¨ªa y testimonios de famosos alucinados, y ya empieza a hacer m¨¦ritos para conseguir el t¨ªtulo de las entrevistas m¨¢s atrevidas
Por unos segundos, ?scar Casas pudo ver la Sagrada Familia terminada. Eso fue, claro, antes de que una bomba hiciese saltar la bas¨ªlica por los aires. Cuando se refugi¨® del ataque, no pudo parar de cantar su villancico favorito, Los peces en el r¨ªo. Entonces el ¨²nico que consigui¨® callarlo con una bofetada fue su amigo de la infancia Sa¨²l. Nunca se llevaron bien, una l¨¢stima porque Sa¨²l era en realidad su alter ego en otra dimensi¨®n. ¡°Hay infinitos planos, todo ha ocurrido ya. El tiempo es nuestra percepci¨®n como observadores en un mundo f¨ªsico y de expansi¨®n¡±, admite serio el actor mientras devora un muffin aplastado entre dos panes.
Normalmente, el hermano de Mario Casas se reservar¨ªa unas declaraciones as¨ª de bizarras para su c¨ªrculo m¨¢s ¨ªntimo. Algunas partes incluso se las quedar¨ªa para lo m¨¢s profundo de su conciencia. Sin embargo, el actor acaba de compartirlas con todo internet. La culpa es de La Corte, un proyecto digital de entrevistas que se ha propuesto desvelar el lado m¨¢s desconocido y alucinado de los talentos preferidos de la generaci¨®n Z. La excusa no pod¨ªa ser otra que la gastronom¨ªa, una de esas sobremesas interminables en las que es imposible no acabar desvariando. Aunque no todo el mundo sirve para eso, alargar una sobremesa es casi un arte. De ah¨ª el nombre del programa, La Corte, un grupo selecto de personalidades dispuestas a compartir y profundizar en sus pensamientos m¨¢s extra?os.
Todo empez¨® con una pesadilla de C. Tangana. En una entrevista de hace a?os, el artista reconoci¨® que le persegu¨ªa un sue?o en el que aplastaba con la mano unas ceras oscuras de dibujo. El periodista que lanz¨® la pregunta, Iago Fern¨¢ndez, guard¨® la respuesta en alg¨²n lugar de su subconsciente hasta que hace meses, mientras daba un paseo, la conect¨® con el video viral de un camarero que explicaba su experiencia con el LSD. ¡°En lo inconsciente, la fantas¨ªa y el exceso hay un terreno inexplorado en el que sembrar relatos in¨¦ditos con personajes relevantes en un registro en el que nunca se les ha visto¡±, cuenta Fern¨¢ndez, director creativo de La Corte y responsable de Fina Estudio.
Inspirado por las redes, La Corte naci¨® con una clara vocaci¨®n digital. Nacho Garc¨ªa Mart¨ªn, director del proyecto, y Iago Fern¨¢ndez lo concibieron con la intenci¨®n de distanciarse del resto de entretenimiento digital y la estructura t¨ªpica de videopodcast. ¡°Necesit¨¢bamos hacer algo que se pudiese enmarcar en el Museo del Prado¡±, afirma el creativo. Por eso, desde el vestuario de los invitados al estilo fashionfilm de las piezas de v¨ªdeo, todo esta dise?ado para crear una atm¨®sfera on¨ªrica que permita a los invitados mostrar su lado m¨¢s transgresor.
¡°Cuando los representantes tienen dudas sobre si sus artistas deben participar o no en La Corte, son los propios talents los que insisten en que quieren venirse. Imagino que porque les abre una fisura para dar rienda suelta a su imaginaci¨®n, anhelos o reflexiones¡±, explica Fern¨¢ndez. La primera en inaugurar el formato en septiembre fue Mariang de La pija y la Quinqui con su obsesi¨®n por un McDonald¡¯s dentro de una iglesia de Moldavia. Desde entonces, y a lo largo de los cinco cap¨ªtulos disponibles hasta la fecha, han pasado artistas como nusar3000 o Ben Yart a darse el atrac¨®n lis¨¦rgico que asegura La Corte.
El punto en com¨²n entre este selecto club lo explica a la perfecci¨®n el ¨²ltimo invitado, ?scar Casas. ¡°Somos gente sin ning¨²n tipo de uso importante en la sociedad pero que somos capaces de contar historias y que la gente crea que son importantes. Como esas personas que acuden a las fiestas mon¨¢rquicas pero realmente no hacen nada, simplemente comen rico y visten muy lujoso y son muy elocuentes. No tienen ning¨²n tipo de funci¨®n pero s¨¦ creen los putos amos¡±, razona el int¨¦rprete.
La bendita man¨ªa de comer
?Por qu¨¦ nos atrae tanto acudir como espectadores a este tipo de banquetes? Eva G¨¹imil, periodista experta en televisi¨®n, sostiene que la clave est¨¢ en la identificaci¨®n con las celebrities. ¡°Todos comemos. Tal vez no todos hemos cantado en el Radio City Music Hall o marcado un gol en el Bernab¨¦u, pero comer comemos todos y nada gusta m¨¢s que comprobar que las celebridades son humanas¡±, explica. La afici¨®n por este tipo de formatos atiende a una moda general hacia las entrevistas m¨¢s informales. ¡°Hay cierta satisfacci¨®n en ver a un personaje conocido fuera de su medio. La sensaci¨®n de vulnerabilidad humaniza y eso favorece a personajes cuya imagen est¨¢ estereotipada. Al final el contexto es casi un mero macguffin, lo que importa es la calidad de la conversaci¨®n y eso es com¨²n para todos¡±, aclara.
Sin embargo, a G¨¹imil le cuesta encontrar algo parecido a la propuesta de La Corte. ¡°Es como un anuncio del Banco Sabadell en un bodeg¨®n de Caravaggio con barra libre de la mejor marihuana de Jamaica¡±, confiesa. Para Alberto Fern¨¢ndez, director de RTVE Play, el valor de la propuesta no est¨¢ ¨²nicamente en el tipo de contenido sino en su estrategia de distribuci¨®n. ¡°En internet vale lo mismo algo cutre y mal hecho que un contenido m¨¢s pensado. La Corte es valiente porque pone sobre la mesa una propuesta arty con v¨ªdeos de cinco o siete minutos que se salta las supuestas leyes del audiovisual digital y desaf¨ªa a un algoritmo que penaliza la creatividad¡±, comenta Fern¨¢ndez.
Esta valent¨ªa es sin duda el sello de identidad del programa y sus invitados. Aunque su lugar ahora son las redes, G¨¹imil no descarta que formatos as¨ª de rompedores puedan llegar a hacerse un hueco en la televisi¨®n convencional. ¡°Hace a?os tampoco habr¨ªamos imaginado a Ana Bel¨¦n lanz¨¢ndole un polvor¨®n a la boca a un beatboxer mientras habla de sus gominolas favoritas¡±, advierte. Que lleven cuidado en La Revuelta, porque entre atracones y alucinaciones La Corte empieza a hacer m¨¦ritos para conseguir el t¨ªtulo de las entrevistas m¨¢s atrevidas.
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