?Qu¨¦ da m¨¢s placer, la comida o la sobremesa?
Pocas cosas resultan tan estimulantes como un buen intercambio de ideas y experiencias. Tras un ¨¢gape, incluso m¨¢s
Las expresiones de su cara se acompasaban con un movimiento de labios que daba profundidad y verosimilitud a lo que dec¨ªa. Inflaba las palabras de sentido, sabore¨¢ndolas antes de soltarlas en el aire como pompas trasl¨²cidas que reventaban frente a los rostros. La an¨¦cdota sonaba a confesi¨®n. Al concluir el almuerzo nos dirigimos hacia el yacimiento. Despu¨¦s de una d¨¦cada de b¨²squeda, la v¨ªspera hab¨ªan aparecido restos de industria l¨ªtica neandertal. Decenas de miles de a?os al descubierto por unas horas antes de ser tapados nuevamente. La agitaci¨®n era m¨¢xima. Faltaban pocos d¨ªas para finalizar la campa?a de excavaciones de esa temporada y, si no se daba con evidencias de presencia de Homo neandertal, concluir¨ªa el programa. Jos¨¦ Mar¨ªa Berm¨²dez, junto a un Eudald Carbonell, describ¨ªan la importancia de aquel hallazgo.
A¨²n con la impresi¨®n de haber vivido algo irrepetible, me sub¨ª al coche con Juan Luis Arsuaga. Con ese habla de profesor que corteja la atenci¨®n del alumno, liberando pinceladas de ingenio dijo: ¡°Hoy d¨ªa hay que esforzarse el doble que antes para mantenerse en el mismo lugar; no para avanzar, ¨²nicamente para permanecer en el mismo punto en el que estabas¡±. Es como la carrera de la Reina Roja en Alicia a trav¨¦s del espejo, en la que explica que, para ir a alg¨²n lado, en ese lugar se debe correr al menos al doble de la velocidad; de lo contrario, te quedas atr¨¢s. ¡°El marco evolutivo¡±, continu¨® Arsuaga, ¡°sugiere que las especies deben adaptarse y progresar ininterrumpidamente para perdurar; se requiere de una ventaja frente a rivales en continua evoluci¨®n y en entornos cambiantes¡±. Esto tambi¨¦n sucede en todo tipo de pugnas competitivas, tambi¨¦n las propias, las que se baten con nuestros l¨ªmites, pens¨¦.
La existencia es un acertijo dentro de una sobremesa que invita a deslizarse por las corrientes de conversaciones, con arreglo a la condici¨®n de los participantes. Si es un sombrerero loco, una liebre de marzo o un artista conceptual, el di¨¢logo promete una v¨ªa de acceso a los dominios de la intuici¨®n y los sue?os alejados del convencionalismo.
En 1965, Joseph Beuys, vestido con un traje de fieltro y la cara untada con miel y polvo de oro, camin¨® con una liebre muerta en brazos por una galer¨ªa de arte en D¨¹sseldorf susurr¨¢ndole comentarios sobre los cuadros expuestos, una acci¨®n cargada de simbolismo que persegu¨ªa estimular la imaginaci¨®n rebasando la racionalidad que suele deteriorar el trabajo creativo. ¡°Hasta un animal muerto posee m¨¢s capacidad de intuici¨®n que la mayor¨ªa de los humanos¡±, declaraba el artista. Una performance que esgrim¨ªa la convicci¨®n de que las ideas pesan m¨¢s que lo material. Como las opiniones que flotaban sobre la mesa tras un almuerzo y se cosen en un intercambio de puntos de vista que se adue?a de los part¨ªcipes, volvi¨¦ndolos herramientas de creaci¨®n. Es lo que mostr¨® un estudio del Basque Center on Cognition, Brain and Language: un di¨¢logo provoca que la actividad neuronal se sincronice y conecte, en una suerte de comuni¨®n que va m¨¢s all¨¢ del propio lenguaje.
Sobremesas como los sue?os de buenas historias del escritor chino Lu Xun, los festines de Cunqueiro elevados a rito conversacional o las descripciones de recetas que evocaba Honor¨¦ de Balzac: si no se puede disfrutar de los platos, cabe el consuelo de leer un libro de cocina. No hay mundo m¨¢s m¨¢gico que el de la interacci¨®n con otras personas, y alrededor de una mesa, a¨²n m¨¢s. Porque este es un espacio que nos invita a conmovernos, emocionarnos y convencernos, gracias a esa superposici¨®n entre ¨¢reas del cerebro que involucran el proceso de comprensi¨®n de historias y las empleadas para entender a otras personas. De este modo, un pasaje le¨ªdo o un suceso narrado que recreen detalladamente un para¨ªso perdido del pasado nos ponen en el lugar de revivirlo gracias a esa capacidad de simular que disfruta el cerebro. Coloquios sabrosos que legan saber y experiencia, dando sentido a esas palabras de la Duquesa a Alicia: ¡°Te regalo con gusto todas las cosas que he dicho hasta este momento¡±. Al fin y al cabo, como sostuvo Beuys, ¡°la mejor obra de arte es una buena conversaci¨®n¡±.
Calabaza y vermut
La palabra vermut tiene origen alemán, wermut, y significa ajenjo, el ingrediente principal de esta bebida. El vermut se elabora macerando ajenjo con más hierbas aromáticas y azúcar, ya sea como caramelo o tal cual.
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