¡°Mies van der Rohe hoy se asar¨ªa de calor¡±: los arquitectos espa?oles buscan en los pueblos un futuro sin aire acondicionado ni calefacci¨®n

Ni es oro todo lo que reluce ni toda la arquitectura con plantas es verde. Intervenciones como el jard¨ªn vertical del CaixaForum de Madrid o el Bosco Verticale de Mil¨¢n, dos rascacielos naturalizados con ¨¢rboles y arbustos, han abierto el debate acerca de la sostenibilidad real de estas estrategias de camuflaje vegetal. Cubrir un edificio con plantas puede transmitir cierta imagen de responsabilidad ecol¨®gica cuando, en realidad, proyectar arquitectura respetuosa con el planeta es un desaf¨ªo que exige soluciones m¨¢s complejas. En Espa?a, cada vez son m¨¢s los profesionales que han entendido que ser verde es algo m¨¢s que una moda. En su cruzada medioambiental, han encontrado un valioso aliado: la arquitectura tradicional de nuestros pueblos.

Para Carlos Gor, cofundador de GRX Arquitectos, ¡°la clave est¨¢ en aprender a trabajar con los recursos locales¡±. Desde su estudio en Puebla de Don Fadrique (Granada), Gor reivindica la figura del arquitecto de pueblo. ¡°Creemos que la formaci¨®n deber¨ªa dirigirse a aprender c¨®mo funciona un sitio en concreto: su climatolog¨ªa, sus materiales, sus tipos arquitect¨®nicos, sus normativas o incluso sus instituciones locales. Cada territorio merece que los arquitectos se especialicen en ¨¦l¡±. La filosof¨ªa creativa del estudio es diametralmente opuesta a la de muchos de los arquitectos estrella del panorama internacional, que se fundamenta en la aplicaci¨®n de materiales industrializados fabricados en grandes centros de producci¨®n y distribuidos para su utilizaci¨®n a escala planetaria. ¡°Esa es la v¨ªa menos sostenible¡±, explica Gor. ¡°La arquitectura vern¨¢cula nos est¨¢ ense?ando que trabajar con los materiales y la mano de obra locales es mucho m¨¢s sensato¡±.

El estudio tambi¨¦n defiende lo que podr¨ªamos llamar la sostenibilidad paisaj¨ªstica de nuestro entorno rural. ¡°Los pueblos de Espa?a han ido perdiendo su car¨¢cter, precisamente por la introducci¨®n de los nuevos materiales de construcci¨®n industrializados, pero tambi¨¦n por la adopci¨®n de modelos urbanos ajenos a su identidad material, tipol¨®gica y morfol¨®gica, como la vivienda adosada o el chal¨¦ en parcela peque?a¡±. La casa Calixto reinterpreta de forma radical la esencia paisaj¨ªstica de los pueblos de la sierra granadina con una envolvente de piedra procedente de las sobras de una cantera cercana. ¡°Es como si fuera basura de piedra: lo m¨¢s barato de lo m¨¢s barato¡±, nos cuenta Gor. ¡°Toda la piedra de la casa cost¨® 750 euros¡±.

Esta sostenibilidad econ¨®mica es un tema capital para H¨¦ctor Navarro, que desarrolla sus proyectos en colaboraci¨®n con ARKHITEKTON, estudio radicado en Cabez¨®n de la Sal (Cantabria). Una de sus ¨²ltimas obras, casa La Calderona, representa c¨®mo una limitaci¨®n presupuestaria puede desembocar en una idea genial. ¡°La envolvente negra es m¨¢s que una decisi¨®n est¨¦tica. Los promotores priorizaron el aislamiento de la vivienda y el sistema de climatizaci¨®n, por lo que simplificaron el acabado exterior a una sencilla chapa grecada¡±, nos explica Navarro. ¡°No solo se trata de que un proyecto apueste por energ¨ªas limpias¡±, matiza el arquitecto. ¡°Es un sinsentido llenar un edificio de placas solares si despu¨¦s toda la energ¨ªa producida se pierde a trav¨¦s de paredes, suelos y techos. El principio b¨¢sico de la arquitectura sostenible es el de un termo de caf¨¦: aislar al m¨¢ximo¡±.

Otras de sus obras nacen de un riguroso trabajo de an¨¢lisis de la arquitectura vern¨¢cula de Cantabria. ¡°Me interesa la casa llana, un tipo de vivienda de una planta y muy compacta¡±, cualidades muy provechosas para proyectar arquitectura sostenible, ya que ¡°minimiza la superficie de fachada por donde se producen las p¨¦rdidas energ¨¦ticas¡±. La orientaci¨®n, por supuesto, es otro de esos factores que cualquier arquitecto debe conocer a la perfecci¨®n. ¡°Aunque cuando uno construye en Cantabria el sur es sagrado, tambi¨¦n existen otras posibilidades¡±, cuenta Navarro. ¡°La apertura de huecos acristalados al este permite la entrada del sol de ma?ana, generando un efecto invernadero controlado que calienta la vivienda en las primeras horas del d¨ªa¡±.

En Sant Joan de les Abadesses (Girona), nos atiende Pol Jord¨¤, que dirige junto a su padre Llu¨ªs el Taller SAU. ¡°Somos un estudio intergeneracional¡±, dice Jord¨¤ con orgullo. ¡°Mi padre lo fund¨® con el nombre de la mas¨ªa familiar de Can Sau, aqu¨ª en el pueblo¡±, un homenaje que sirve para ilustrar el firme compromiso con el entorno y la tradici¨®n del lugar que rige sus obras. ¡°Intentamos hacer las cosas con sentido com¨²n, como las hac¨ªan los payeses. As¨ª que para nosotros la sostenibilidad nunca es un argumento de proyecto; es una caracter¨ªstica intr¨ªnseca de la arquitectura¡±. Cuando le pregunto sobre la log¨ªstica de trabajar en la falda del Pirineo catal¨¢n, se encoge de hombros: ¡°no creo que sea muy diferente a una gran ciudad. Esa visi¨®n urbanita rom¨¢ntica de que en los pueblos trabajamos m¨¢s tranquilos no es verdad¡±, dice entre risas.

Jord¨¤ considera ¡°un lujo¡± construir en estos entornos rurales privilegiados, aunque tambi¨¦n tiene sus complicaciones. La casa Pla de Tomet, en Bellver de Cerdanya (Lleida), fue ¡°una lucha continua de reinterpretaci¨®n de una normativa local que nos obligaba a construir en piedra y con cubiertas inclinadas¡±. El resultado es una casa indudablemente contempor¨¢nea, que se inserta en el paisaje manteniendo la textura, color y formas propias de la zona, aunque sin caer en el pastiche mim¨¦tico. ¡°El paisaje lo es todo, y tenemos que ser consecuentes con ¨¦l¡±, sintetiza el arquitecto. ¡°No tiene ning¨²n sentido poner un revestimiento de piedra para adaptarnos al lugar si tenemos que importarla desde una cantera en Galicia¡±. La soluci¨®n fue desmontar un antiguo pajar de la zona y reaprovechar la piedra.

¡°Nunca demoler, eliminar o sustituir; siempre a?adir, transformar y reutilizar¡±, es la m¨¢xima acu?ada por Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal, ganadores del Premio Pritzker 2021. En la misma l¨ªnea, Jorge Heras, mitad de Toledo y Heras Arquitectos, ve en la rehabilitaci¨®n la estrategia fundamental para la arquitectura verde. ¡°La cantidad de CO2 que se ahorra cuando utilizas el esqueleto existente de un edificio es much¨ªsimo mayor que si lo demueles y construyes uno nuevo de consumo nulo¡±, nos explica. ¡°El mejor kilovatio es el que no consumimos¡±.

Desde su estudio en Santa Cruz de Tenerife, Heras ha dirigido varios trabajos de restauraci¨®n de casas tradicionales canarias. ¡°Estas construcciones estaban correctamente dise?adas teniendo en cuenta los medios de los que dispon¨ªan. Sin embargo, los nuevos materiales permiten ambientes m¨¢s herm¨¦ticos, m¨¢s luminosos y mejor ventilados¡±. Trabajan con la precisi¨®n de un cirujano para preservar la imagen original de estas casas: ¡°mantenemos la cubierta y las fachadas, pero colocamos aislamiento por el interior. Adem¨¢s, cambiamos las ventanas viejas por unas nuevas, del mismo tama?o y aspecto, pero con un vidrio espectacular¡±, comenta. ¡°Para nosotros, el paradigma de una buena restauraci¨®n consiste en que edificios con un gran valor patrimonial que est¨¢n a punto de caerse sean rehabilitados con est¨¢ndares de alta eficiencia energ¨¦tica¡±.

¡°Cuando tienes una conciencia, es un placer sentir que no consumes energ¨ªa y que la huella de carbono de tu casa es m¨ªnima¡±, cuenta Heras en referencia a su propia residencia familiar. ¡°Tambi¨¦n es curioso compararte con tus vecinos, que siempre se est¨¢n quejando de fr¨ªo o de calor. Nosotros no tenemos ni calefacci¨®n ni aire acondicionado en casa¡±. Para el arquitecto, hacer un edificio bonito ya no es suficiente. ¡°Nos ense?aron que la forma sigue a la funci¨®n¡­ ?La forma sigue al clima!¡±, y a?ade con sorna: ¡°Mies van der Rohe hoy se asar¨ªa de calor¡±.

Vivir de manera sostenible depende de casas en las que todo queda en casa. Contemporaneidad y tradici¨®n se dan la mano en un ox¨ªmoron de arquitectura que se ajusta a las particularidades clim¨¢ticas y paisaj¨ªsticas de cada lugar y se construye con materiales elegidos atendiendo a su comportamiento t¨¦rmico, a su procedencia y al costo energ¨¦tico empleado para su fabricaci¨®n. Ni rastro de plantas trepadoras en las paredes ni de jardines inveros¨ªmiles. Ser verde es una cuesti¨®n de ¨¦tica, y no de est¨¦tica.