Proteger a los vecinos, revitalizar la Espa?a vac¨ªa... Las apuestas de Airbnb para viajar de manera sostenible
Nathan Blecharczyk, al mando de la estrategia global de la compa?¨ªa, desglosa c¨®mo la pandemia ha marcado el principio de una nueva era en la que la gente viajar¨¢ para vivir y no para irse de vacaciones
Si a un padre el ni?o o la ni?a le sale community manager, content creator, consultor o directamente emprendedor, indagando en Internet podr¨¢ entender a qu¨¦ se dedica su hijo¡ m¨¢s o menos. Y eso ya es una gran ventaja con la que no contaban los padres de Nathan Blecharczyk. Este estadounidense, inform¨¢tico licenciado en Harvard, se meti¨® en un proyecto ins¨®lito que consist¨ªa b¨¢sicamente en ofrecer a extra?os una cama hinchable para dormir en el propio sal¨®n de casa. Aquello pas¨® en 2007. ¡°Mi padre me preguntaba cosas del tipo ¡®?cu¨¢nto tiempo m¨¢s vas a seguir haciendo lo que haces?¡¯. Lo gracioso es que me lo preguntaba incluso despu¨¦s de que Airbnb ya tuviera ¨¦xito, all¨¢ por 2011¡å. Justo el a?o en que la compa?¨ªa recaud¨® m¨¢s de cien millones de d¨®lares.
Blecharczyk, que en 2021 ha alcanzado la categor¨ªa de milimillonario, comenta la an¨¦cdota en una videollamada desde su despacho. Podr¨ªa ser muy similar al que tuvo que montarse en casa gran parte del planeta cuando lleg¨® la pandemia, de no ser porque, en este, la labor de interiorismo se ha hecho precisamente al rev¨¦s del resto: en vez de esconder todo lo que pueda desviar la atenci¨®n, restar profesionalidad o avivar el voyeurismo en una reuni¨®n online, como fotos en familia, diplomas u objetos personales, aqu¨ª se ha enfatizado. Tiene colgado a su izquierda una caricatura donde aparece subido a la casita de un ¨¢rbol con sus socios Brian Chesky y Joe Gebbia, juntos fundaron Airbnb cuando eran unos veintea?eros. Y a la derecha, en una estanter¨ªa de madera maciza, entre adornos y libros que hacen ver que se utilizan a diario, figura una caja de cereales.
La caja es una simulaci¨®n de otras dos muy parecidas que permitieron a Airbnb sobrevivir en 2008, ya con la crisis a pie de calle. ¡°Fue un a?o dif¨ªcil¡±, recuerda Blecharczyk, ¡°estuvimos a punto de dejarlo¡±. ?l mismo lo subraya: solo a punto, ya que al poco les vino una idea para ganar presencia a trav¨¦s del desayuno incluido que los anfitriones sol¨ªan ofrecer a sus invitados (por aquel entonces, Airbnb era Air bed and breakfast).
Dise?aron una caja de cereales con la cara de Obama y otra con la de su oponente en las elecciones, John McCain. A la primera la llamaron Obama O¡¯s, por la famosa marca Cheerios, y a la segunda Cap¡¯n McCain¡¯s, en alusi¨®n a los cereales de la competencia, Cap¡¯n Crunch. Las cajas las mont¨® Brian Chesky con cartulina y pegamento, una a una, 1.000 en total, y las vendieron en la Convenci¨®n Nacional Dem¨®crata a 40 d¨®lares la unidad. No qued¨® ninguna y a los tres fundadores les dio para salir del bache. El primero de todos, porque no ha sido el ¨²nico.
El ¨²ltimo por el que han pasado en estos casi 14 a?os ha tenido que ver con el desplome del turismo en marzo de 2020, con cifras propias de los a?os ochenta. A Blecharczyk, al mando ahora de la estrategia global de la compa?¨ªa, la situaci¨®n le pill¨® por sorpresa, a pesar de que dos meses antes ya hab¨ªa visto c¨®mo el negocio en China ¨Ctambi¨¦n dirige Airbnb en el pa¨ªs asi¨¢tico- se reduc¨ªa a pr¨¢cticamente cero. ¡°Fue algo muy dif¨ªcil de predecir¡±, a?ade, se?alando que de aquello surgi¨® la mentalidad de volver al principio, a cuando eran tan solo una startup. ¡°Tomar la decisi¨®n de retroceder significaba tener menos recursos, menos personal ¨Cen mayo de 2020 se despidi¨® a cerca del 25% de la plantilla¨C, centrarnos m¨¢s y priorizar. Y aunque en los ¨²ltimos a?os nos hemos expandido en categor¨ªas ¨Cincluyendo hoteles¨C, volvimos a nuestras ra¨ªces¡±, concede.
La empresa sali¨® a bolsa a principios del pasado diciembre: fue la mayor salida a bolsa del a?o. Enero, febrero y marzo del 2021 han representado el mejor primer trimestre en su historia. Algo que ellos atribuyen en parte al teletrabajo, que en su opini¨®n supone el principio de una nueva era en la que la gente viajar¨¢ para vivir, m¨¢s que por una raz¨®n estrictamente laboral o de placer y desconexi¨®n.
?Un futuro n¨®mada?
Airbnb ha reunido datos suyos para corroborar que la nueva din¨¢mica ya est¨¢ en marcha. En Espa?a, el 30% de las reservas en lo que va de 2021 son de larga duraci¨®n: al menos, 28 noches. A nivel mundial, esas reservas han pasado de un 14% en 2019 a un 24% en el primer trimestre de este a?o, adem¨¢s de que el volumen de rese?as que mencionan la palabra ¡°teletrabajo¡± ha aumentado en un 520%. Y no es lo ¨²nico. Para 2055, en Estados Unidos se espera que una cuarta parte de la fuerza laboral est¨¦ trabajando desde casa, de acuerdo a un estudio del portal FlexJobs.
Ahora bien, la cuesti¨®n est¨¢ en el perfil de gente que podr¨¢ permitirse viajar con la familia a cuestas, pagando el alquiler y los gastos correspondientes de una segunda vivienda, por no hablar de los impuestos del pa¨ªs al que se planee mudarse temporalmente, en caso de hacerlo fuera de Espa?a y durante m¨¢s de seis meses. The New York Times recog¨ªa el pasado mayo un listado de territorios exentos de tasas: las Islas Caim¨¢n, las Bermudas, Aruba, Costa Rica, Antigua y Barbuda ¨Call¨ª se puede estar gratis de seis meses a dos a?os¨C, o Estonia e Islandia ¨Chasta un a?o, solicitando visado¨C. Aunque ahorrar, tal y como confirm¨® al diario estadounidense una pareja de California de 47 a?os que llevaba desde enero en Islandia, se ahorra m¨¢s bien poco.
En la compa?¨ªa tambi¨¦n han recabado datos que demuestran qui¨¦nes son, hoy por hoy, los que m¨¢s viajan como filosof¨ªa de vida: la gente entre 60 y 90 a?os es la primera ¨Ces decir, jubilados o casi, y a juzgar por la edad, con hijos, por regla habitual, ya independizados o a punto de hacerlo-, seguidos de los j¨®venes de 18 a 24 a?os, que muy probablemente acaban de salir de la universidad y que todav¨ªa no cuentan con una propiedad a su nombre.
Noches de verano sin jaleo
Lo que el estadounidense tiene claro es que las ganas de viajar no escasean ahora que llega el verano y ha querido aplicar ciertos ajustes en Airbnb. Por primera vez habr¨¢ una l¨ªnea de asistencia en espa?ol que gestionar¨¢ problemas que puedan perturbar a los vecinos, como una fiesta no autorizada. Adem¨¢s, desde agosto del a?o pasado se han bloqueado m¨¢s de 50.000 intentos de reserva, en su mayor¨ªa en Barcelona. ¡°Ahora tenemos una relaci¨®n muy constructiva con la ciudad. Estamos trabajando juntos y el futuro parece prometedor¡±, se?ala Blecharczyk. Lo dice porque han empezado a paliar la actividad ilegal con un protocolo de verificaci¨®n de anuncios, activado desde enero, que obliga a los propietarios de los pisos a facilitar una direcci¨®n veraz y completa, de modo que sea complicado publicar viviendas previamente retiradas, o aquellas que el Ayuntamiento de Barcelona ya haya calificado de fraudulentas.
La Espa?a vac¨ªa estar¨¢ un pel¨ªn m¨¢s llena, al menos de aqu¨ª a septiembre
Otro de los argumentos que comparten desde Airbnb es que, de parecerse a cualquier otro verano, el del 2021 se acercar¨¢ m¨¢s al de 2020 que al de 2019. ¡°A¨²n hay disponibilidad limitada de vuelos, por lo que pensamos que seguir¨¢ existiendo una tendencia hacia destinos pr¨®ximos pero lejos de las grandes ciudades¡±. Las noches reservadas en zonas rurales, del 1 de junio al 31 de agosto, han ascendido a un 20% en Espa?a, y muchas se concentran en casas pr¨®ximas a parques y reservas naturales, igual que en Alemania, Inglaterra o Estados Unidos.
Blecharczyk viaj¨® hace un mes con sus dos ni?os a Sea Ranch, una comunidad rural en Sonoma, California, a tres horas al norte de San Francisco, y lo hizo a trav¨¦s de Airbnb: ¡°Dudo que hubiera priorizado ese destino de no haber estado en pandemia. Probablemente estar¨ªa en un viaje de negocios o tal vez nos hubi¨¦ramos subido a un avi¨®n, pero el hecho de que no quisi¨¦ramos volar nos oblig¨® a descubrir cosas realmente interesantes que no est¨¢n lejos¡±. Lo mismo le pas¨® con otro viaje que hizo al condado de Sonoma en febrero. ¡°Descubrimos caminos secundarios y peque?os vi?edos¡±, comenta.
?l recalca estos destinos no solo porque en la videollamada se le haya preguntado si contin¨²a o no utilizando Airbnb. Hay algo m¨¢s. Entre l¨ªneas aflora una respuesta a las cr¨ªticas que su plataforma ha recibido por fomentar el turismo de masas. Blecharczyk esgrime una cifra: ¡°El 70% de nuestras ofertas en Espa?a est¨¢n fuera de las zonas hoteleras¡±, aduce.
Est¨¢n muchas veces fuera del centro de las ciudades, y tambi¨¦n en pueblos peque?os que cuentan con pocos o ning¨²n hotel. A finales del 2018 la compa?¨ªa colabor¨® con el Ayuntamiento de Igualada, en Barcelona, para crear un modelo de turismo sostenible que luego pudiera replicarse en lugares como Tortosa, la capital de Terres de l¡¯Ebre, al sur de Catalu?a, con la participaci¨®n de ciudadanos, negocios y asociaciones locales, anfitriones, emprendedores varios y administraciones p¨²blicas de la regi¨®n, aunque en la web de la plataforma no informan de c¨®mo qued¨® la cosa. ?La conclusi¨®n de Blecharczyk? ¡°Creo que s¨ª vamos hacia adelante y, por el momento, veremos un tipo de viaje tur¨ªstico m¨¢s sostenible y equitativo, especialmente en Airbnb¡±.
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