?Rockero o ¡®cayetano¡¯? La foto de juventud del ganador de Eurovisi¨®n reaviva el debate de la autenticidad
Maquillado, semidesnudo y gre?udo sobre el escenario; repeinado, inmaculado y formal en las redes. El caso de Damiano David, l¨ªder de Maneskin, ganadores de Eurovisi¨®n 2021, vuelve a plantear la dualidad entre persona y personaje (y la reacci¨®n de los fans contra ella)
¡°Nuevas fotos muestran a Damiano David como un jovencito de rostro formal¡±, anunciaba el tabloide brit¨¢nico Daily Mail el pasado martes. ¡°Las im¨¢genes de Damiano David, de Maneskin, como un cayetano¡±, titul¨® en Espa?a ...
¡°Nuevas fotos muestran a Damiano David como un jovencito de rostro formal¡±, anunciaba el tabloide brit¨¢nico Daily Mail el pasado martes. ¡°Las im¨¢genes de Damiano David, de Maneskin, como un cayetano¡±, titul¨® en Espa?a la web de LOS40. Sobre el titular, dos im¨¢genes enfrentadas: a la derecha, el cantante en la rueda de prensa tras ganar Eurovisi¨®n gracias a la canci¨®n Zitti e buoni de su grupo M?neskin, ojos pintados de negro, pelo revuelto, pendientes, sin camiseta y con un tatuaje que reza Il ballo della vita (La danza de la vida, en espa?ol) en el pecho. A la izquierda, un joven de peinado con raya a un lado, expresi¨®n formal y camisa blanca planchada y pulcra. Y son la misma persona. Esa es la noticia. Y siempre ha sido la noticia.
Justo ahora cumple diez a?os uno de los debates m¨¢s encendidos y flagrantes sobre el concepto de autenticidad en la m¨²sica. En 2011 Lana del Rey surg¨ªa en el mercado musical como una joven misteriosa, triste y tr¨¢gica que parec¨ªa vivir y cantar de espaldas a la realidad y cuyo timbre de voz, composiciones y estilo beb¨ªan de Nina Simone o Nancy Sinatra. Por supuesto, internet hizo su magia y pronto surgieron las im¨¢genes y las canciones de Lizzy Grant, el nombre real con el que Del Rey hab¨ªa publicado un disco anterior que apenas hab¨ªa tenido notoriedad y hab¨ªa sido un fracaso. Diferente nombre, diferente aspecto. De repente algunos seguidores (y muchos detractores) de Del Rey, que ya entonces se contaban por millones, se preguntaron si la cantante les hab¨ªa enga?ado. Se la acus¨® de ser, lejos de la outsider peligrosa y triste que aparentaba en sus canciones, una pija cuyo padre millonario hab¨ªa financiado aquel primer disco. ¡°Es solo una cantante comercial fracasada a la que un sello con mucho dinero ha transformado en una nueva marca¡±, escribi¨® Hipster Runoff, entonces uno de los blogueros m¨¢s influyentes de la escena indie. La cuesti¨®n lleg¨® a la MTV o a New Musical Express, biblias del pop y el rock. La discogr¨¢fica neg¨® que su padre hubiese pagado por su m¨²sica, como si eso la legitimase ante los ojos de ciertos puristas. Porque lo puro es aqu¨ª la cuesti¨®n.
?Ten¨ªa que venir Lana del Rey de una vida marginal en una caravana para cantar sobre desamor, aflicci¨®n y muerte? ?Ten¨ªa que venir Damiano David de una vida peligrosa, desafortunada y salvaje para gritar con una guitarra sobre un escenario? El caso de Lana del Rey es llamativo y un punto de inflexi¨®n porque las cr¨ªticas que recibi¨® no tuvieron precedentes. El debate que suscit¨® sobre la autenticidad en la m¨²sica fue un aut¨¦ntico fen¨®meno que lleg¨® a programas como Saturday Night Live. En una magn¨ªfica parodia, la actriz c¨®mica Kristen Wiig, caracterizada de Lana del Rey, dijo algo que podr¨ªa perfectamente servir como resumen de todo este art¨ªculo al que a¨²n le quedan ocho largos p¨¢rrafos. ¡°Dicen que soy una operaci¨®n de marketing y tienen toda la raz¨®n. Ning¨²n m¨²sico serio se atrever¨ªa a cambiar su nombre, excepto, tal vez, Sting, Cher, Elton John, Lady Gaga, Jay Z y todo el mundo en el hip hop, sin olvidar a Bob Dylan¡±.
El discurso disfrazaba de humor un manifiesto firme: que el artificio, el cambio y el disfraz siempre hab¨ªan estado ah¨ª. Simplemente, Lana del Rey hab¨ªa llegado en el momento correcto para ser castigada por ello (las redes sociales empezaban a ser el tribunal inquisidor que son hoy) y, ayudada de un cabello cardado, maquillaje abundante, u?as kilom¨¦tricas y labios prominentes, hab¨ªa hecho de ese artificio su sello de identidad. El caso de Damiano David nos retrotrae (salvando las distancias) a otro al que nadie llam¨® jam¨¢s impostor. A Iggy Pop nadie lo acus¨® de haber ido a un colegio de ricos con el hijo del presidente de Ford ni de esas fotos de juventud en las que posa inocente, lozano y repeinado con camisa y corbata. La pregunta que persigue a Damiano es: ?es un rockero o un pijo? La otra pregunta es obvia: ?son conceptos excluyentes?
¡°Valorar a un artista por la cuenta corriente de sus padres o el patrimonio familiar es absurdo¡±, opina Mauro Canut, compositor de algunos cl¨¢sicos del pop espa?ol, presidente del jurado espa?ol de Eurovisi¨®n en 2009 y adem¨¢s, a su manera, v¨ªctima tambi¨¦n de cierta presunci¨®n en los ochenta, pues a grupos que cantaron sus composiciones, como Alaska y Dinarama, se los acus¨® de ser j¨®venes de buena familia a los que un d¨ªa les dio por abrazar el punk. ¡°Cuando escuchas una canci¨®n, lees un libro, ves una pel¨ªcula o miras un cuadro, ?piensas en eso? Adem¨¢s, ?qu¨¦ hace un artista aut¨¦ntico en cuanto gana dinero? Comprarse un casopl¨®n en un barrio pijo¡±. De pijos tambi¨¦n habl¨® el trapero granadino Yung Beef, que s¨ª parece poner una barrera: ¡°Me considero la misma mierda que mi p¨²blico. [El trap] es m¨²sica de calle y no es una experiencia segura, como la del p¨²blico pijo¡°, declar¨® en 2018. ¡°Nosotros hac¨ªamos m¨²sica de vender drogas. El trap es eso, b¨¢sicamente¡±, cont¨® a ICON.
Yung Beef parece fiel a su personaje esc¨¦nico. Otros no lo son y eso sigue provocando en muchos espectadores un cortocircuito, de nuevo manifestado en esas dos fotograf¨ªas enfrentadas de Damiano David. ¡°Nadie nace siendo rockero, ni diva, ni estrella del trap¡±, contin¨²a Canut. ¡°Son decisiones que se toman cuando una persona descubre que quiere ser artista, encuentra su estilo y qu¨¦ es lo que quiere expresar con su m¨²sica. Tan respetable me parece que se descubra con 11 a?os, como con 20 o con 40. Gente como Bowie, Bob Dylan o los Beatles han cambiado de estilo muchas veces a lo largo de su carrera y por ello no dejan de ser aut¨¦nticos¡±.
?Podr¨ªamos hablar en casos como los de Damiano David o Lana del Rey de ese concepto que lleva a?os coleando en los pa¨ªses anglosajones y que Rosal¨ªa trajo a Espa?a al cantar flamenco habiendo nacido en Barcelona llamado (redoble de tambores) apropiaci¨®n cultural? ¡°Claro que se puede¡±, responde Manuel Segade, director del Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M). ¡°Lo fundamental es c¨®mo se construye esa ficci¨®n y, en el caso de que el apropiacionismo implique la absorci¨®n de repertorios culturales de una comunidad minorizada concreta, cu¨¢l ha sido el di¨¢logo previo con ese colectivo, si ha habido una forma de permiso o cesi¨®n, y tambi¨¦n el retorno de riqueza, visibilidad o capital simb¨®lico que se va a restituir¡±. Esto tiene un vivo ejemplo en aquella ocasi¨®n en la que una marca de lujo estadounidense lanz¨® una colecci¨®n que reproduc¨ªa patrones, bordados y estampados t¨ªpicos de algunas zonas de M¨¦xico, como Oaxaca. Cuando el Ministerio de Cultura de M¨¦xico pidi¨® explicaciones, la marca habl¨® de homenaje y amor por este pa¨ªs. A la pregunta del ministerio sobre c¨®mo las comunidades mexicanas que hab¨ªan creado esa est¨¦tica se beneficiar¨ªan de alguna forma con la colecci¨®n, solo hubo silencio.
?C¨®mo se aplica esto al grupo ganador de Eurovisi¨®n? Como rockeros, beben de un g¨¦nero que tuvo su origen en la poblaci¨®n negra del sur de Estados Unidos y que solo fue socialmente aceptado cuando comenzaron a cantarlo los blancos (con Elvis Presley a la cabeza). Pero aqu¨ª la pregunta es: si esto fue un robo, ?no ha prescrito el delito d¨¦cadas despu¨¦s, con el rock convertido en un concepto global, pervertido y desdibujado? ¡°Desde hace d¨¦cadas todo es una apropiaci¨®n cultural porque ya estaba todo inventado en los setenta¡±, argumenta Canut. ¡°?Hay algo menos aut¨¦ntico o una apropiaci¨®n cultural m¨¢s flagrante que un rockero de Madrid o de Bilbao o de cualquier rinc¨®n de Europa haciendo una cosa inventada en el sur de EE UU hace m¨¢s de cincuenta a?os?¡±.
¡°Apropiar es inevitable¡±, razona Segade, ¡°pero es posible hacerlo de otra manera¡±. Y matiza que a veces hablamos de apropiaci¨®n cuando lo que queremos es sacar a colaci¨®n ¡°otro tipo de repetici¨®n temporalizada, el revival, un fen¨®meno relacionado con el consumo y la moda proyectado sobre lo social¡±.
Otro asunto es el del artificio, el de la negativa del p¨²blico a creerse que un artista no es tal y como aparece sobre el escenario. ?De qui¨¦n es la culpa? Segade mantiene que ¡°el p¨²blico deber¨ªa asumir la importancia de la ficci¨®n y, sobre todo, su uso pol¨ªtico como elemento de representaci¨®n¡±. Pero esto choca frontalmente contra una industria del entretenimiento cuya mayor estrategia de marketing ha sido siempre vender naturalidad: que nuestra cantante favorita es una bomba sexual pero a la vez virgen ¨Cel tiempo y Britney Spears demostraron que el sue?o de la raz¨®n produjo monstruos¨C o que nuestro cantante indie-mel¨®dico de cabecera es tan sencillo y natural como el vecino de al lado. ¡°?Alguien se cree que ese grupo rockero o indie no ha estado horas y horas pensando en qu¨¦ camisa a cuadros va a ponerse en el pr¨®ximo concierto o en la sesi¨®n de fotos para parecer aut¨¦ntico?¡±, se pregunta Canut. ¡°Adem¨¢s, es obligatorio que todo artista tenga un concepto detr¨¢s¡±. En este sentido es interesante analizar cu¨¢ntas grandes estrellas surgieron no de las escuelas de m¨²sica, sino de las facultades de Bellas Artes, dispuestas por lo tanto a crear, m¨¢s que una canci¨®n, una obra de arte que a menudo fueron ellos mismos: John Lennon, David Bowie, M.I.A., los miembros de Roxy Music, Talking Heads o Sonic Youth.
No es el caso de Damiano David. En ¨¦l se mezclan tantas v¨ªas para llegar hasta aqu¨ª que es imposible ponerlo en una tipolog¨ªa de rockero, si es que existen. La banda Maneskin tocaba en las calles del centro de Roma (punto para la autenticidad tal y como la entiende el gran p¨²blico), pero ganaron popularidad en Italia gracias a ser finalistas en el concurso televisivo de talentos Factor X (punto para el artificio). El mismo formato en el que ¨CRisto Mejide no dej¨® de repetirlo cuando era jurado de Operaci¨®n Triunfo¨C se buscan productos que limar y poner a disposici¨®n del p¨²blico. La desafortunada trayectoria vital de Susan Boyle y su entrada y salida de un centro de salud mental demostr¨®, ya a principios de la pasada d¨¦cada, lo que le puede pasar a alguien cuando ambos conceptos chocan y se llevan a un ser humano por delante.
¡°Criticar que un artista no sea en su vida real tal y como se presenta sobre el escenario implica exigir a Beyonc¨¦ que vaya siempre vestida de etiqueta en su casa o a los Kiss que vayan por la calle vestidos y maquillados¡±, concluye Canut. Justo a Gene Simmons, cantante de la banda que casi invent¨® el merchandising en el rock y decidi¨® cobrar por cada foto con los fans, se le atribuye una cita que dice: ¡°Vive y piensa como un pobre y siempre te ir¨¢ bien¡±. Tambi¨¦n se le atribuyen 400 millones de d¨®lares de fortuna personal. Suerte con ello.
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