Curvas y m¨²sculos pero nada de sexo: por qu¨¦ los h¨¦roes de Hollywood han abrazado el celibato

En el segundo episodio de la serie Bruja Escarlata y Visi¨®n (2021, Disney+), la superhero¨ªna protagonista se queda embarazada tras darse un beso con su marido. Con este chiste, Marvel pretend¨ªa parodiar la casta moralina de las telecomedias estadounidenses de los a?os sesenta cuya est¨¦tica estaba replicando, pero lo cierto es que ese beso fue lo m¨¢s picante que ha ocurrido en toda la saga.

El pasado viernes 9 de julio se estren¨® (en cines y en Disney+) Viuda Negra, otra pel¨ªcula de Marvel, esta vez centrada en el personaje interpretado por Scarlett Johansson. Esta esp¨ªa rusa lleva en la franquicia desde Iron Man (2010) y es curioso que entr¨® en calidad de reclamo er¨®tico: tanto Tony Stark (Robert Downey Jr) como su asistente Happy (Jon Favreau) observaban a Johansson con lujuria, comentaban lo buena que estaba y hasta buscaban en internet fotos de ella en ropa interior. Iron Man 2 estaba distribuida por Paramount y, adem¨¢s, en un Hollywood previo al Me Too. En cuanto Disney absorbi¨® Marvel en 2012, los Vengadores se convirtieron en una pandilla c¨¦libe. Y no solo ellos. Los superh¨¦roes en el cine actual no solo no tienen relaciones sexuales, es que ni siquiera parecen sentir deseo.

Cineastas como David Cronenberg o Pedro Almod¨®var han lamentado esta deserotizaci¨®n. ¡°Se hacen muchas pel¨ªculas de superh¨¦roes y la sexualidad no existe en ellas. Est¨¢n castrados. Su g¨¦nero es indeterminado, la aventura es lo que importa. Pero el ser humano posee una gran sexualidad¡±, explic¨® el director manchego durante un coloquio en el Lincoln Center. Ese ¡°g¨¦nero indeterminado¡± del que habla Almod¨®var podr¨ªa deberse a que, para conseguir la igualdad entre hombres y mujeres y evitar pol¨¦micas a toda costa, lo ¨²nico que se le ha ocurrido a Marvel es fulminar la libido de todos sus superh¨¦roes por igual.

¡°Esa es la actitud general que Hollywood ha adoptado tras el #MeToo. Parece que no saben dotar a una mujer de sexualidad sin vejarla, as¨ª que han optado por desexualizarlos a todos¡±, indica la sex¨®loga Paula ?lvarez. ¡°Es como si Hollywood hubiera metido en el armario a los personajes heterosexuales. En Modern Family [telecomedia de ABC, propiedad tambi¨¦n de Disney, emitida entre 2009 y 2020] Mitch y Cam eran pareja homosexual, pero nunca se daban besos, caricias o muestras de cari?o. Pues ahora eso pasa con todos los personajes, tanto con los gais como con los heterosexuales¡±.

No siempre fue as¨ª. En Superman II (1980) Lois y Clark llegaban a mantener relaciones sexuales en la Fortaleza de la Soledad. En Batman vuelve (1992) Bruce Wayne y Catwoman canalizaban su tensi¨®n sexual li¨¢ndose a guantazos (y ara?azos, latigazos y lametones). En el Universo Cinem¨¢tico de Marvel, inaugurado en 2008 por Iron Man, las ¨²nicas alusiones al sexo lo presentan como algo peligroso (Hulk advierte a dos mujeres distintas, Betty Ross y Viuda Negra, que un coito con ¨¦l pondr¨ªa en peligro sus vidas) o como s¨ªntoma de infelicidad (Tony Stark se acuesta con una reportera como muestra de su inmadurez, Peter Quill hac¨ªa lo mismo con una extraterrestre rosa en Guardianes de la galaxia).

Con esta deserotizaci¨®n, en realidad, Marvel no aspira a proteger a los ni?os, sino a evitar represalias de los padres. La inversi¨®n que requieren sus superproducciones implica abarcar a todo el p¨²blico posible, de todas las edades y de todos los pa¨ªses. Eso incluye China, el actual primer mercado cinematogr¨¢fico del mundo y en el que las pel¨ªculas deben pasar el corte de un comit¨¦ censor del gobierno.

La paradoja es que mientras los superh¨¦roes del cine son menos sensuales que nunca, sus estrellas resultan m¨¢s deseables que nunca. Hasta los cuerpos de sus actores secundarios est¨¢n musculados al m¨¢ximo. Chris Pratt y Paul Rudd compartieron en Instagram el resultado de sus tablas de ejercicio para Guardianes de la galaxia y Ant-Man, respectivamente, aunque luego salieran sin camiseta apenas unos segundos en la pel¨ªcula y pese a que cabr¨ªa esperar que sus personajes, ambos canallitas simp¨¢ticos sin vanidad alguna, tuvieran un poco de barriguita.

Los cuerpos de Pratt y Rudd fueron tratados por la prensa y los fans como un fetiche m¨¢s admirable que sexual. Marvel renuncia al sexo pero no al culto al cuerpo: Viuda Negra posaba con la espalda arqueada en los carteles promocionales y Capit¨¢n Am¨¦rica entrenaba en Civil War con un pantal¨®n de ch¨¢ndal tan aferrado a sus gl¨²teos que dejaba claro que no llevaba ropa interior. Pero el objetivo de Marvel no parec¨ªa ser presentar a Chris Evans como un objeto de deseo sexual, sino aspiracional. El inter¨¦s no est¨¢ en que el p¨²blico se excite con la idea de tener sexo con ellos, sino con la idea de ser como ellos.

El estudio rival de Marvel, DC, tuvo hasta hace nada un director creativo, Zack Snyder, igualmente obsesionado con la musculatura masculina: en sus pel¨ªculas se ve¨ªa a Batman y a Superman (Ben Affleck, Henry Cavill) desnudos en la ducha o en la ba?era, pero ni iban a ni ven¨ªan de acostarse con nadie. La c¨¢mara de Snyder no siente deseo, solo envidia.

La periodista Raquel S. Benedict, en su ensayo Todo el mundo es hermoso y nadie est¨¢ cachondo, compara los cuerpos musculados del Hollywood actual, y de otros ¨¢mbitos de la cultura, con casas pensadas para reformarlas y aumentar su valor. ¡°Los cuerpos ya no son veh¨ªculos a trav¨¦s de los cuales experimentar placer, son una colecci¨®n de prestaciones: abdominales, abductores. Y estas prestaciones no existen para hacer que nuestras vidas sean m¨¢s c¨®modas, sino para incrementar el valor de nuestro capital. Los cuerpos son inversiones que debemos optimizar para conseguir... ?el qu¨¦, exactamente?¡±.

El cuerpo se trata hoy como una herramienta de autoafirmaci¨®n, prosigue Benedict, lo cual explica que el t¨¦rmino ¡°hacer ejercicio¡± haya sido reemplazado por ¡°entrenar¡±. Ese verbo sugiere que hay una misi¨®n: el deporte ya no es un fin para el placer, sino un medio para conseguir algo m¨¢s. La periodista vincula esta mentalidad con las ra¨ªces culturales estadounidenses: ¡°?Puede haber algo m¨¢s cruelmente puritano que crear un ideal sexual que a su vez deja a la persona incapacitada para disfrutar del sexo?¡±.

En su an¨¢lisis de la ausencia de sexo en el cine comercial, Benedict se?ala Origen (2010) como uno de los ejemplos m¨¢s absurdos. Su trama sigue a un grupo de profesionales que se cuela en los sue?os de un multimillonario para modificar su conducta: la pel¨ªcula consiste en tiros, coches y una patrulla de esqu¨ª. ¡°?C¨®mo puede entrar en los niveles m¨¢s profundos del subconsciente de un millonario y no encontrar una pesadilla psicosexual ed¨ªpica y depravada?¡±, se pregunta.

En los a?os setenta, Superman se mudaba a Metr¨®polis y descubr¨ªa en qu¨¦ consist¨ªa ser adulto: el trabajo, la solter¨ªa, los magnates, la vivienda, las crisis econ¨®micas, los intereses pol¨ªticos, la dificultad de convivir en sociedad. Por el contrario, lo ¨²nico que tienen de adultos los superh¨¦roes de Marvel es que los interpretan actores de m¨¢s de 30 a?os, pero a todos los efectos son preadolescentes. El arco que vertebra la saga Vengadores, el viaje de Tony Stark de donju¨¢n disoluto a l¨ªder santificado, requer¨ªa que el h¨¦roe renunciase a toda vida sexual. El sexo en Marvel siempre es insano o vergonzoso. El ¨²nico sexo sano parece ser el inexistente.

El caso de Capit¨¢n Am¨¦rica lleva este supuesto al l¨ªmite: es directamente virgen, quiz¨¢ para evocar la dignidad del celibato monacal (que tambi¨¦n suger¨ªa Christopher Nolan en Batman Begins) o quiz¨¢ para simbolizar ese ideal estadounidense de tener todo lo mejor por delante. El Capit¨¢n observaba a su amada, la agente Peggy Carter, con la misma castidad plat¨®nica con la que Petrarca adoraba a la doncella Laura. Solo que Petrarca escrib¨ªa en el siglo XIV.

¡°Que Capit¨¢n Am¨¦rica sea virgen es una idea que proviene de la cultura judeocristiana: lo presenta como un ser puro y de luz al igual que tradicionalmente se ha representado a Jesucristo¡±, se?ala Paula ?lvarez. ¡°El sexo siempre se interpone en la misi¨®n del h¨¦roe, como cuando un futbolista deja de rendir y la afici¨®n culpa a su mujer o a su novia asumiendo que si el h¨¦roe no gana es porque practica sexo y que tendr¨ªa que haber reservado toda su fuerza para su haza?a. Con H¨¦rcules de Disney pasaba lo mismo, pasaba de cero a h¨¦roe, pero Megara era la tentaci¨®n, lo que se interpon¨ªa entre ¨¦l, el hero¨ªsmo y juntarse con su familia en el Olimpo¡±.

Muchos superh¨¦roes actuales reformulan el mito americano del h¨¦roe solitario (John Wayne, Harry el sucio, Rambo), ese que abrazaba el celibato por cuestiones pragm¨¢ticas: si no hab¨ªa mujer de por medio, podr¨ªa lanzarse a su misi¨®n suicida sin distracciones. Porque, tal y como explicaba D. H. Lawrence en Studies in Classic American Literature, todos los guerreros americanos descienden del Natty Bumppo de James Fenimore Cooper, una figura de castidad implacable y violencia justificada.

El ¨²nico coito expl¨ªcito del cine de superh¨¦roes reciente, el de Wonder Woman 1984 (2021), desencaden¨® cr¨ªticas en la prensa y las redes sociales: la hero¨ªna se acostaba con su difunto novio gracias a que este hab¨ªa resucitado y pose¨ªdo el cuerpo de otro hombre. Algunos espectadores se lo tomaron como una superhero¨ªna abusando sexualmente aquel cuerpo inocente. Aquella pol¨¦mica fue uno de los factores que convirti¨® Wonder Woman 1984 en un hazmerre¨ªr y le dio la raz¨®n a Marvel: ante la duda, es m¨¢s prudente eliminar el sexo por completo.

Y esto tambi¨¦n afecta a la vida real. Cuando hace dos semanas se publicaron fotograf¨ªas del director de Thor: Love & Thunder Taika Waititi bes¨¢ndose con la actriz Tessa Thompson y la cantante Rita Ora tras una noche de juerga, sugiriendo una relaci¨®n a tres bandas, Disney les dio un toque de atenci¨®n para que se cortasen. Seg¨²n una fuente del rodaje: ¡°Esa no es la imagen que buscan asociar a una de sus franquicias m¨¢s grandes¡±. Lo sabemos.

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