Los secretos que guarda el hielo
En Groenlandia est¨¢ el museo m¨¢s septentrional del planeta. Sus paisajes y la experiencia de sus habitantes guardan ense?anzas reveladoras para la emergencia clim¨¢tica en marcha
La costa oeste de Groenlandia ha atra¨ªdo siempre a emigrantes y exploradores, desde miembros del pueblo thule hace m¨¢s de 1.000 a?os hasta misioneros daneses y, en los ¨²ltimos tiempos, empresas mineras de todo el mundo. En cuanto a m¨ª, el motivo de que me embarcase en un avioncito con destino a la isla de Upernavik fue que me invitaron a trabajar en un encargo po¨¦tico para el museo m¨¢s septentrional del planeta. ...
La costa oeste de Groenlandia ha atra¨ªdo siempre a emigrantes y exploradores, desde miembros del pueblo thule hace m¨¢s de 1.000 a?os hasta misioneros daneses y, en los ¨²ltimos tiempos, empresas mineras de todo el mundo. En cuanto a m¨ª, el motivo de que me embarcase en un avioncito con destino a la isla de Upernavik fue que me invitaron a trabajar en un encargo po¨¦tico para el museo m¨¢s septentrional del planeta. Upernavik significa ¡°lugar primaveral¡±. En el pasado, cuando el hielo del invierno se resquebrajaba, los n¨®madas navegaban hasta la isla en barcos de piel animal para comerciar y pescar. Yo, en cambio, llegu¨¦ en una estaci¨®n menos propicia, en pleno mes de enero. Deambul¨¦ por las fr¨ªas salas del museo, examinando los vestigios de anteriores viajeros, entre ellos el bar¨®metro y el diario de un antiguo ballenero y una estela r¨²nica grabada por navegantes vikingos hace 800 a?os.
Debido al cambio clim¨¢tico de la Peque?a Edad de Hielo, ninguno de los pobladores escandinavos sobrevivi¨® al siglo XV. Las tragedias hist¨®ricas no ocuparon mucho m¨¢s mis pensamientos. El presente ya es lo bastante complicado para los habitantes de la isla. Cuando me sent¨¦ a mi escritorio en una caba?a de madera con vistas a la bah¨ªa de Baffin, en el crep¨²sculo polar entreve¨ªa subir y bajar las linternas de los pescadores que se alejaban por el hielo permanente de la costa. Las figuras borrosas ten¨ªan que avanzar con precauci¨®n, deteni¨¦ndose a menudo, y comprobar la capa helada con sus cinceles antes de apoyar peso en ella. Los pescadores son expertos en interpretar las formas y los sonidos del hielo, que les indican d¨®nde pisar para evitar caer en el agua helada. El conocimiento del hielo de cada uno de ellos es b¨¢sico para su supervivencia. Entonces empec¨¦ a entender la importancia crucial de la precisi¨®n de las lenguas ¨¢rticas para referirse a las distintas clases de hielo y nieve.
El hielo es un archivo, una historia de todas las ¨¦pocas en un lenguaje que estamos aprendiendo
No obstante, como me explic¨® mi vecino Malik, el hielo se ha vuelto peligrosamente impredecible, y los viejos t¨¦rminos ya no sirven. ¡°Los cambios son visibles¡±, me contaba. ¡°Ahora el mar no se congela de verdad hasta febrero o marzo, y el hielo desaparece con la misma rapidez¡±. Los ¨²ltimos inviernos, la inquietud ha cundido entre los huskies y sus amos, ya que ha habido demasiado poco hielo para que los trineos abandonasen la isla sin peligro y poder desplazarse a otros asentamientos y a los territorios de caza tradicionales. Los optimistas, como Malik, tienen la esperanza de que alg¨²n d¨ªa se puedan plantar patatas, o hasta un limonero.
Pero la situaci¨®n es preocupante. Incluso el groenland¨¦s y el paisaje que describe est¨¢n en peligro. En 2010, la Unesco clasific¨® este idioma como ¡°vulnerable¡± en su mapa de lenguas amenazadas. Se trata de la ¨²nica lengua nacional incluida en la lista. Mi estudio sobre los secretos que guarda el hielo se volvi¨® a¨²n m¨¢s urgente. Abandon¨¦ la caba?a cubierta de nieve, pero segu¨ª indagando para saber qu¨¦ nos puede ense?ar el hielo sobre el mundo natural y la naturaleza humana. Mis lecturas me llevaron a bibliotecas especializadas de Suiza y Oxford. Sin embargo, no tard¨¦ en enterarme de que los cient¨ªficos ya estaban leyendo directamente el hielo. En la Ant¨¢rtida se est¨¢n extrayendo columnas del casquete helado y los an¨¢lisis de los detritos microsc¨®picos y los elementos traza de cada mil¨ªmetro extra¨ªdo revelan detalles del clima del pasado que se remontan siglos atr¨¢s.
Debido a un cambio clim¨¢tico, los pobladores de Groenlandia no sobrevivieron al siglo XV
El hielo polar es el archivo primordial, una historia concentrada de todas las ¨¦pocas en un lenguaje que no hemos hecho m¨¢s que empezar a aprender. (La met¨¢fora de Escritos sobre naturaleza no es nueva. En el siglo XIX, cuando la esperanza era mayor que en la actualidad, el naturalista escoc¨¦s John Muir escribi¨® que los glaciares de Alaska eran como ¡°las p¨¢ginas de un libro¡±). Gracias al Tratado Ant¨¢rtico, el continente es un modelo para el resto del mundo, una zona internacional protegida y en paz, con bases cient¨ªficas que van desde la espa?ola Juan Carlos I en la pen¨ªnsula Hurd hasta la rusa Vostok, situada tierra adentro. Tambi¨¦n es la fuente de las noticias sobre el cambio clim¨¢tico que m¨¢s da que pensar. El deshielo de los casquetes glaciares se est¨¢ acelerando a un ritmo alarmante. Entre 1992 y 2011, la Ant¨¢rtida perdi¨® cerca de 84.000 millones de toneladas de hielo al a?o, y entre 2012 y 2017 la p¨¦rdida subi¨® a 241.000 millones al a?o.
El hielo entra en el coraz¨®n de la sociedad
La subida del nivel del mar prevista por la NASA traer¨¢ consigo la desaparici¨®n de edificios emblem¨¢ticos de ciudades costeras como Nueva York y Hong Kong. Pa¨ªses como Holanda, Banglad¨¦s y Filipinas perder¨¢n superficies considerables de tierra. El agua est¨¢ entrando cada vez m¨¢s al interior a lo largo de las costas de todo el mundo, desde las islas Marshall del Pac¨ªfico (cuyos pobladores se han convertido en refugiados clim¨¢ticos) hasta Upernavik. A medida que el hielo desaparece de los polos, reaparece de forma simb¨®lica en el coraz¨®n de la sociedad, desde los dram¨¢ticos anuncios de televisi¨®n de los ochenta que advert¨ªan de la propagaci¨®n del virus del sida hasta las protestas del a?o pasado ante el Parlamento del Reino Unido, en las que una gigantesca escultura en forma de iceberg establec¨ªa un s¨ªmil entre el desastre del Brexit y el Titanic.
El hielo es la base de actividades como el patinaje art¨ªstico y las maniobras militares de invierno. Es musical, y aparece en las po¨¦ticas sinfon¨ªas que Carmen Braden compone a partir de las grabaciones que realiza en los Grandes Lagos. Tambi¨¦n ser¨¢ de ayuda en la exploraci¨®n de lunas distantes y la NASA est¨¢ desarrollando proyectos arquitect¨®nicos para utilizarlos en el futuro para construir viviendas en Marte. Los cient¨ªficos han denominado Antropoceno a la presente era geol¨®gica debido a los abrumadores efectos de la acci¨®n humana en el medio ambiente. La crisis clim¨¢tica provocada por el ser humano es una crisis de imaginaci¨®n y de nuestra relaci¨®n con la naturaleza. Ahora que el mundo se enfrenta al aterrador derrumbe de las viejas visiones, tenemos que preguntarnos cu¨¢les van a ser las nuevas. Como demuestran los j¨®venes que defienden valientemente el cambio en el movimiento Fridays for Future, liderado por Greta Thunberg, es urgente que ideemos nuevos mundos posibles, escribamos nuevas historias, y abramos nuestras bibliotecas para permitir que entren en ellas.
Nancy Campbell (Reino Unido, 1978) es una poeta y artista vinculada al ¡®nature writing¡¯. Tras una serie de residencias en instituciones de investigaci¨®n en el ?rtico, escribi¨® ¡®La biblioteca de hielo¡¯ (?tico de Libros) publicado en febrero.