La cuarentena fue eficaz
No se trata de un par¨¦ntesis, sino de una Gran Transformaci¨®n polanyiana
El Gobierno seguir¨¢ tomando medidas secuenciales sobre las personas y grupos afectados, m¨¢s all¨¢ del decreto aprobado, a la luz de lo que vaya apareciendo y de las necesidades m¨¢s apremiantes. Es su compromiso. Tras el plan de est¨ªmulo general por valor del 16% del PIB (200.000 millones de euros, p¨²blicos y privados) habr¨¢ nuevos apoyos seg¨²n se vayan detectando los agujeros negros. No se puede prever todo. Por ejemplo, se podr¨ªa proteger a las empresas que mantengan su plantilla en estas dif¨ªciles circunstancias en las que la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT) pronostica hasta 25 millones de nuevos parados en el mundo y centenares de miles de subempleados. El desempleo genera la mayor sensibilidad ciudadana seg¨²n el sondeo de 40dB, publicado el viernes en este peri¨®dico.
Es por ello por lo que el Banco Central Europeo (BCE) ha puesto en funcionamiento un programa de compras de activos p¨²blicos y privados por valor de hasta 750.000 millones de euros: los Gobiernos de la eurozona aprueban medidas de est¨ªmulo por cantidades estratosf¨¦ricas y el banco central las financia. Lo primero es evitar una fort¨ªsima depresi¨®n econ¨®mica y s¨®lo despu¨¦s preocuparse de los niveles de la deuda. Esa Parece ser la prioridad de Europa y los Ejecutivos nacionales, que han enterrado las prioridades y las doctrinas de la austeridad expansiva que se aplicaron durante la Gran Recesi¨®n de 2008: todo ajuste basado en un recorte del gasto p¨²blico tendr¨¢ finalmente car¨¢cter expansivo, olvidando a los muchos que se quedaron por el camino durante la d¨¦cada pasada.
Las ideas equivocadas hicieron que lo que pudo ser tan s¨®lo una crisis c¨ªclica m¨¢s se convirtiese en una crisis mayor del sistema. Ahora, los historiadores habr¨¢n de a?adir el Covid-19 a la Gran Recesi¨®n, a la Gran Depresi¨®n de los a?os treinta del siglo pasado y a las dos guerras mundiales como crisis mayores del capitalismo. Algunas generaciones de ciudadanos, que presum¨ªan de no haber conocido en su vida ninguna conflagraci¨®n b¨¦lica ¡ªlo que modificaba su forma de pensar en relaci¨®n con la de sus padres o sus abuelos¡ª, han sufrido en apenas una decena de a?os dos hecatombes que cambiar¨¢n la forma de vivir y de reflexionar. El mundo ser¨¢ distinto cuando salgamos. No se trata de un par¨¦ntesis, sino de una Gran Transformaci¨®n polanyiana.
La gran paradoja de la pandemia del coronavirus es que ha devenido en el ejemplo m¨¢s ortodoxo y m¨¢s completo de la globalizaci¨®n realmente existente, afecta a todos los pa¨ªses y a todos los ciudadanos, y, sin embargo, las medidas para combatirla son renacionalizadoras: cierre de fronteras, reducci¨®n del comercio y anulaci¨®n del turismo, supresi¨®n del libre movimiento de personas, bienes y servicios, etc¨¦tera. Este repliegue antiglobalizador hab¨ªa dado sus primeras muestras antes de la pandemia con las guerras comerciales protagonizadas por EE UU y China. C¨®mo no estar vigilantes para que cuando se logre una cierta normalidad, sea ¨¦sta lo que sea, se recuperen los niveles previos de apertura y no queden para la nostalgia las llamadas ¡°cuatro libertades europeas¡± (personas, mercanc¨ªas, servicios y capitales).
Ahora que se recuerdan textos prof¨¦ticos de autores como Camus (La peste), Saramago (Ensayo sobre la ceguera), Defoe (Diario del a?o de la peste), Boccaccio (Decamer¨®n)¡, es dif¨ªcil resistirse a reproducir unas l¨ªneas de nuestro Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez en su obra magna, Cien a?os de soledad: ¡°Cuando Jos¨¦ Arcadio Buend¨ªa se dio cuenta de que la peste hab¨ªa invadido el pueblo, reuni¨® a los jefes de familia para explicarles lo que sab¨ªa de la enfermedad (¡) y se acordaron medidas para impedir que el flagelo se propagara a otras poblaciones de la ci¨¦naga (¡). Todos los forasteros que por aquel tiempo recorr¨ªan las calles de Macondo ten¨ªan que hacer sonar su campanita para que los enfermos supieran que estaban sanos (¡). Tan eficaz fue la cuarentena que lleg¨® el d¨ªa en que la situaci¨®n de emergencia se tuvo por cosa natural, y se organiz¨® la vida de tal modo que el trabajo recobr¨® su ritmo y nadie volvi¨® a preocuparse (¡)¡±.
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