C¨®mo reaccionan los pa¨ªses en momentos decisivos
La historia econ¨®mica muestra que las grandes epidemias tienen siempre efectos igualadores
La detonaci¨®n de armas nucleares, la emergencia clim¨¢tica, el agotamiento global de los recursos naturales, las desigualdades mundiales. Estos son los principales problemas que los cient¨ªficos sociales preve¨ªan para el futuro y que teoriz¨® entre otros el profesor de la Universidad de California Jared Diamond en sus famosos libros Armas, g¨¦rmenes y acero y, m¨¢s recientemente, Crisis (Debate). S¨®lo en una segunda tanda aparec¨ªan otras dificultades en el planeta tales como el fundamentalismo isl¨¢mico, la colisi¨®n de un asteroide contra la Tierra, la extinci¨®n de especies biol¨®gicas a gran escala y, finalmente, la propagaci¨®n de enfermedades infecciosas. Lo ¨²ltimo es lo primero que ha llegado.
Y lo ha hecho con tanta agresividad y a tanta capacidad de contagio que ha transformado la agenda pol¨ªtica mundial. En Espa?a, l¨®gicamente, tambi¨¦n: si se ampl¨ªa un poco el foco, emerge el nuevo orden de prioridades. Incluso el proc¨¦s y la cuesti¨®n territorial catalana han pasado a segundo t¨¦rmino, lo que era inimaginable apenas hace pocos d¨ªas. A cuatro meses de las ¨²ltimas elecciones generales, el programa del Gobierno de coalici¨®n entre los socialistas y Unidas Podemos, tan discutido o apoyado en su momento, significa algo distinto de cuando fue firmado. Adquieren un papel fundamental las promesas que en ¨¦l se hacen sobre la sanidad, cuando se reivindica, premonitoriamente, un incremento de los recursos destinados al Sistema Nacional de Salud, ¡°alcanzando una inversi¨®n en servicios p¨²blicos propios de otros Estados de la zona euro durante la legislatura, hasta alcanzar el 7% del PIB en el a?o 2023¡±. La reforma del Estatuto de los Trabajadores, la derogaci¨®n de la reforma laboral y la recuperaci¨®n de los derechos arrebatados por la reforma laboral de 2012, entre otros aspectos, adquieren otro ritmo ante la realidad viva de la coyuntura sanitaria.
Es tan endemoniada y din¨¢mica la pandemia en curso que se renueva el debate sobre el papel de los l¨ªderes en coyunturas dif¨ªciles (que no es tan lineal como parecer¨ªa, seg¨²n los textos de Diamond). Por ejemplo, la intervenci¨®n de Macron (¡°esta epidemia es la crisis sanitaria m¨¢s grave que afronta Francia desde hace un siglo¡±) o las de Pedro S¨¢nchez en las ¨²ltimas horas, han tenido la solemnidad de la excepcionalidad. De alg¨²n modo han recordado a la que el a?o 1977, en los albores de la Transici¨®n, protagoniz¨® el economista Enrique Fuentes Quintana. Adolfo Su¨¢rez nombr¨® vicepresidente a un profesor universitario con nula proyecci¨®n pol¨ªtica hasta entonces. La situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs era dram¨¢tica: aumento acelerado del desempleo, inflaci¨®n superior al 20%, par¨®n de la producci¨®n, etc¨¦tera. A los pocos d¨ªas de ser nombrado, Fuentes Quintana se present¨® en TVE (la ¨²nica televisi¨®n del momento) para dirigirse al pa¨ªs en prime time explicando la situaci¨®n y demandando sangre, sudor y l¨¢grimas a la ciudadan¨ªa. En apenas un cuarto de hora habl¨® de una misi¨®n ¡°dura, dif¨ªcil y desagradable¡±, esgrimi¨® que las soluciones a los problemas de la econom¨ªa no eran econ¨®micas sino pol¨ªticas, y asegur¨® que abordar¨ªa esas salidas de acuerdo con la oposici¨®n, pese a tener su Gobierno una mayor¨ªa parlamentaria muy holgada, porque ninguna ideolog¨ªa, ning¨²n partido pol¨ªtico, contaba con respuestas y fuerzas suficientes para imponerlas al resto de la sociedad ante la complejidad de la crisis. La intervenci¨®n de Fuentes Quintana (se puede encontrar su alocuci¨®n en YouTube) fue el pr¨®logo a los Pactos de La Moncloa, en los que las respuestas a la crisis econ¨®mica exig¨ªan sacrificios compartidos de todos los grupos sociales, demandando de cada uno la asunci¨®n de sus responsabilidades asim¨¦tricas frente a las dificultades. Esos acuerdos fueron el inicio de la recuperaci¨®n. Poco despu¨¦s se firm¨® la Constituci¨®n.
La intervenci¨®n de Fuentes Quintana (se puede encontrar su alocuci¨®n en YouTube) fue el pr¨®logo a los Pactos de La Moncloa, en los que las respuestas a la crisis econ¨®mica exig¨ªan sacrificios compartidos de todos los grupos sociales, demandando de cada uno la asunci¨®n de sus responsabilidades asim¨¦tricas frente a las dificultades. Esos acuerdos fueron el inicio de la recuperaci¨®n. Poco despu¨¦s se firm¨® la Constituci¨®n.
Alg¨²n representante p¨²blico ya ha declarado que habr¨¢ un antes y un despu¨¦s del coronavirus. La historia econ¨®mica muestra que las epidemias han sido siempre grandes igualadoras. Los procedimientos del pasado a veces marcan los caminos sobre los que se desarrollan las soluciones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.