Steven Pinker: ¡°El Partido Dem¨®crata debe distanciarse de la palabra socialismo¡±
El ensayista y profesor de Harvard, uno de los grandes psic¨®logos cognitivos del mundo, apunta que muchos norteamericanos votaron a Trump porque las pol¨ªticas de identidad de la izquierda y la correcci¨®n pol¨ªtica crean aversi¨®n
Steven Pinker ha pasado las ¨²ltimas semanas compartiendo noticias de distintos medios sobre asuntos relacionados con las elecciones en Estados Unidos. Temas que le resultan interesantes, sobre c¨®mo contener la divulgaci¨®n de rumores electorales falsos o sobre la importancia de cada voto individual. En sus redes sociales se adivina la tensi¨®n de este convencido dem¨®crata, uno de los principales donantes del profesorado de Harvard al partido progresista , que est¨¢ siendo testigo ¡ªal igual que todo el planeta¡ª de las mentiras y los intentos desesperados del a¨²n presidente republicano, Donald Trump, por impedir el escrutinio de votos.
Pinker, canadiense de 66 a?os afincado en Boston, es uno de los grandes expertos mundiales en psicolog¨ªa cognitiva y un famoso autor de libros de divulgaci¨®n, entre los que destacan La tabla rasa (2002), en el que afirma que el comportamiento humano est¨¢ moldeado por nuestra adaptaci¨®n evolutiva; Los ¨¢ngeles que llevamos dentro (2011), donde se?ala que el mundo es mucho menos violento que en siglos pasados; o el m¨¢s reciente En defensa de la Ilustraci¨®n (Paid¨®s, 2018), en el que subraya los innegables avances de la humanidad en las ¨²ltimas d¨¦cadas. El pasado 19 de octubre, Pinker particip¨® a distancia en la tercera edici¨®n de enlightED, la conferencia mundial sobre educaci¨®n, tecnolog¨ªa e innovaci¨®n organizada por la Fundaci¨®n Telef¨®nica,?IE University, Fundaci¨®n Santillana?y?South Summit. En su comparecencia resumi¨® los puntos claves de su ¨²ltimo libro, en el que adem¨¢s ajusta cuentas con los enemigos del progreso, como el propio Trump, con el que, de alguna forma, el d¨ªa de la entrevista ¡ªque se hizo por videoconferencia el jueves pasado, antes de tener los resultados finales en mano ¡ª se est¨¢ midiendo.
PREGUNTA. ?C¨®mo ha vivido las ¨²ltimas horas de estas ag¨®nicas elecciones?
RESPUESTA. Como todo el mundo. Refrescando cada pocos minutos el navegador. No he puesto en pr¨¢ctica la higiene digital que hubiese deseado. Normalmente controlo mi uso de las redes sociales, no miro mi correo electr¨®nico todo el d¨ªa y apago las notificaciones mientras trabajo, intento no caer en la adicci¨®n. Pero en las ¨²ltimas 36 horas la tentaci¨®n ha sido irresistible. El resultado tiene tantas consecuencias que tan pronto acabemos de hablar comprobar¨¦ c¨®mo van las cosas por Nevada.
P. La cuesti¨®n de fondo es que, tras cuatro a?os de mentiras descaradas, exabruptos o informaciones falsas e incluso peligrosas, cerca de 75 millones de estadounidenses prefieren a Trump antes que a Biden. ?Por qu¨¦?
R. No sabemos la respuesta porque no se han hecho suficientes encuestas sobre los motivos del voto, pero hay dos hip¨®tesis: la primera es que la gente se mantiene leal a su tribu a pesar de la evidencia emp¨ªrica objetiva. Valoran mantenerse coherentes en el apoyo a su l¨ªder ignorando incluso hechos evidentes. La otra hip¨®tesis es que la gente ha podido sentir una gran aversi¨®n hacia las pol¨ªticas de identidad y hacia el despertar de movimientos radicales durante las revueltas del Black Lives Matter (las vidas negras importan) del pasado verano. Esta aversi¨®n habr¨ªa anulado los fallos evidentes de la Administraci¨®n de Trump. Aunque Biden se distanci¨® de esl¨®ganes como ¡°defund the police¡± (desfinancien a la polic¨ªa) o de los que dec¨ªan que Estados Unidos era inherentemente racista, acab¨® resultando vinculado a ellos y calumniado. Y puede que mucha gente se sintiera enfadada y defraudada por los excesos de las pol¨ªticas de identidad de izquierdas y que llegaran a la conclusi¨®n de que la ¨²nica forma de frenarlos era votando a Trump. Conozco a personas inteligentes que as¨ª lo hicieron porque sienten que es la ¨²nica forma de frenar las fuerzas del despertar de la correcci¨®n pol¨ªtica.
P. ?Qu¨¦ entiende por ¡°el despertar de la correcci¨®n pol¨ªtica¡±?
R. La pol¨ªtica identitaria (el uso de la identidad para reclamar pol¨ªticas concretas), la teor¨ªa cr¨ªtica de la raza (la idea de que cada persona debe identificarse con los intereses de su propia etnia) y todo el tema de la conciencia ideol¨®gica racial que ha despertado este verano y que se ha extendido por todo Estados Unidos.
P. ?Qu¨¦ opina usted de este despertar?
R. Yo me opondr¨ªa a cualquier ideolog¨ªa que dijera que todas las personas blancas son racistas y que siempre lo ser¨¢n, y que la sociedad es un conflicto constante entre distintos grupos raciales. Es lo opuesto a la idea progresista igualitaria que defiendo: la gente deber¨ªa ser juzgada en funci¨®n de sus m¨¦ritos y cualidades individuales, deber¨ªamos ignorar lo m¨¢ximo posible la raza. En otras palabras: la defensa que hizo Martin Luther King de que se juzgara a las personas como individuos y no por el color de su piel. Este acercamiento ha sido rechazado por los defensores de la teor¨ªa cr¨ªtica de la raza. Sostienen que no te puedes evadir de tu raza y que la gente no puede superar sus pulsiones racistas. Yo creo que esa idea es falsa, que el racismo est¨¢ disminuyendo, es lo que dicen todos los datos. Deber¨ªamos esforzarnos por conseguir m¨¢s progreso sin juzgar a las personas por el color de su piel.
P. Como experto en psicolog¨ªa social, ?qu¨¦ piensa cuando ve el nivel al que Trump lleva sus descaradas mentiras?
R. Es algo sin precedentes en la pol¨ªtica estadounidense. Sugiere que a la gente, cuando se trata de cuestiones que est¨¢n m¨¢s all¨¢ de su vida ¡ªcomo qu¨¦ leyes se aprobar¨¢n en el Congreso¡ª, no le importa tanto la verdad como la narraci¨®n de las cosas. Buenas historias que ayuden a que las personas que est¨¢n de tu lado queden como poderosas y nobles, y a los del lado contrario los retraten como d¨¦biles y malvados. Cuando se trata de historia, ciencia o pol¨ªtica, la gente sigue pensando que lo deseable es la historia con la moraleja m¨¢s convincente.
P. ?Qu¨¦ es lo m¨¢s urgente que tendr¨ªa que hacer un nuevo presidente ahora?
R. Lo m¨¢s inmediato es lidiar con la pandemia y lo siguiente es el cambio clim¨¢tico, un problema apremiante. Ambos temas necesitan compromisos alcanzados en instituciones de cooperaci¨®n internacional, acuerdos sobre el clima y sobre distribuci¨®n de las vacunas. Adem¨¢s hay que mejorar la comunicaci¨®n y restablecer las infraestructuras de cooperaci¨®n global que Trump ha saboteado. Y la econom¨ªa, aunque hasta que la pandemia no se haya superado ser¨¢ imposible. Pero ayudar a quienes m¨¢s han sufrido las consecuencias del coronavirus deber¨ªa ser otra de sus prioridades.
P. ?Estados Unidos volver¨¢ a liderar el mundo como hace unos a?os o algo ha cambiado para siempre?
R. No creo que haya cambiado para siempre. Aunque no s¨¦ si en realidad Estados Unidos ha sido el l¨ªder mundial durante tantos a?os. Lo que s¨ª est¨¢ claro es que no ha firmado muchos acuerdos internacionales y que ha comenzado guerras en Irak y en Afganist¨¢n que han desestabilizado al mundo, as¨ª que tengo poca fe en Estados Unidos para liderar un mundo global progresista. Ese es m¨¢s bien el papel de Europa occidental acompa?ada de Australia, Nueva Zelanda o Canad¨¢. Pero como EE UU es tan poderoso, el mundo lo observa. Quiz¨¢ Biden ayude a recuperar parte del cr¨¦dito que ten¨ªa, aunque buena parte no fuese merecido.
P. ?Qu¨¦ deben hacer en el Partido Dem¨®crata para llegar a esos estadounidenses que, en el a?o de pandemia y con todo lo sufrido, han optado igualmente por votar a Trump?
R. Para empezar, dejar de llamarlos racistas, porque, evidentemente, dejan de escuchar. Hay que repudiar las propuestas m¨¢s radicales del ala izquierda del partido, como #Abolishthepolice (abolir la polic¨ªa). Este tipo de ideas hacen que la gente salga corriendo en sentido contrario. Tienen que distanciarse de la palabra socialista. Aunque promuevan m¨¢s redistribuci¨®n social, no deben llamarse as¨ª. Tienen que ser m¨¢s inteligentes para resultar aceptables para todos.
P. Parece que 2020 no ha sido un a?o de progreso.
R. El progreso consiste en vivir m¨¢s a?os, con m¨¢s salud y con m¨¢s recursos. Y todos esos par¨¢metros han ido a peor. Si cuantificas los datos, todo ha empeorado este a?o. Excepto la guerra: no ha habido un aumento por ese lado.
P. En menos de 10 a?os ha habido un cambio enorme en la direcci¨®n pol¨ªtica del planeta. Trump, Bolsonaro, Orb¨¢n, Erdogan, el Brexit¡ ?Tenemos motivos para el optimismo?
R. Basemos nuestras opiniones en los datos: la gente no sabe que la pobreza extrema se ha reducido, que el alfabetismo ha aumentado, que la democracia est¨¢ muy cerca de su mejor momento en la historia¡ Quiz¨¢ fue hace 10 a?os su mejor momento, pero recordemos que hace poco Espa?a era una dictadura fascista. A pesar de las regresiones, ha habido much¨ªsimas mejoras. El ¨ªndice general de la democracia no ha ca¨ªdo mucho porque ha habido mejoras en Etiop¨ªa, Sri Lanka, Nigeria o Indonesia.
P. En el festival enlightED mencion¨® que tres cuartos de los pa¨ªses son m¨¢s felices y que uno de los que ha empeorado es EE UU. ?Por qu¨¦?
R. No lo sabemos con certeza, pero quiz¨¢ la causa sea el hecho de que la red de seguridad es m¨¢s d¨¦bil y que la gente tema que, si pierde su trabajo, no pueda acceder al sistema de salud. Adem¨¢s hay menos vida comunitaria, se pasa menos tiempo tomando algo con los amigos en bares, al aire libre... Tambi¨¦n hay m¨¢s incertidumbre y m¨¢s hostilidad racial. Son posibles explicaciones.
P. ?Qu¨¦ debemos cambiar de cara a la pr¨®xima pandemia?
R. Tenemos que tratar las pandemias como una amenaza constante, como parte de un organismo vivo que es vulnerable a pat¨®genos. La historia de la humanidad ha estado plagada de pandemias. Deber¨ªamos tratarlas como otras amenazas, igual que el fuego. Todas las ciudades tienen departamentos de bomberos, que se institucionalizaron hace a?os porque much¨ªsima gente mor¨ªa a causa de los incendios, por eso los mantenemos. Necesitar¨ªamos organizarnos de igual forma ante las pandemias.
P. ?Qu¨¦ ha echado de menos en la nefasta gesti¨®n global del coronavirus?
R. Una comparativa global sobre qu¨¦ tal est¨¢n funcionando las diversas medidas aplicadas en los distintos territorios. Los pa¨ªses m¨¢s exitosos parece que son Australia, Corea del Sur y Alemania. Y los peores, EE UU y Brasil. ?Qu¨¦ dicen los datos? El experimento sueco, ?funcion¨®? Querr¨ªa ver gr¨¢ficos comparando los contagios per capita de Suecia, Espa?a, EE UU, Vietnam¡ De esa forma, aprender¨ªamos.
Pinker y la cultura de la cancelaci¨®n
Durante los ¨²ltimos meses, Pinker se ha visto envuelto en dos pol¨¦micas. La primera, por haber estado al menos en tres ocasiones junto a Jeffrey Epstein, el millonario acusado de abusar de menores que hace poco m¨¢s de un a?o se ahorc¨® en su celda y que, entre 1998 y 2008 don¨® 9 millones de d¨®lares a la universidad de Harvard, donde Pinker es catedr¨¢tico. Adem¨¢s interpret¨® ling¨¹¨ªsticamente una norma de la legislaci¨®n estadounidense para el abogado de Epstein, Alan ?Dershowitz, compa?ero suyo en Harvard. La segunda pol¨¦mica llegaba el pasado 6 de julio, cuando se hizo p¨²blica una carta en la que medio millar de estudiantes y algunos profesores solicitaban que la Sociedad Ling¨¹¨ªstica de Estados Unidos diera de baja a Pinker debido a ciertos comentarios hechos por el catedr¨¢tico al compartir noticias en Twitter. En el escrito lo acusan a de deslizar comentarios supuestamente racistas y sexistas, contrarios a la l¨ªnea de pensamiento de los firmantes. Pinker sigue figurando en la Sociedad Ling¨¹¨ªstica.
P. ?Qu¨¦ conclusi¨®n ha extra¨ªdo de lo vivido con aquella carta?
R. Por suerte, no he tenido que defenderme, pues una docena de art¨ªculos de prensa lo hicieron por m¨ª. Pero creo que es una se?al de una enfermedad que se ha instalado en el ¨¢mbito acad¨¦mico. Mis tuits afirmaban cosas perfectamente correctas basadas en datos. El problema es que iban contra la teor¨ªa reciente que afirma que el racismo est¨¢ extendido por todo el pa¨ªs o que las personas de sexo distinto son id¨¦nticas¡ Pero el hecho de que hubiera un movimiento para borrar mi nombre y, por tanto, mi honor de la Sociedad Ling¨¹¨ªstica de Estados Unidos sin tener en cuenta las contribuciones que yo hubiera hecho para intentar ayudar a entender el lenguaje, sino porque mis opiniones no coinciden con las de ellos, es algo que me inquieta.
P. Pensadores como el psic¨®logo social Jonathan Haidt coinciden en que hay una nueva cerraz¨®n entre los estudiantes. ?Por qu¨¦?
R. Muchas de las reacciones son agresivas e intentan da?ar la repu?taci¨®n de objetivos a los que se desea desacreditar. Sospecho que una posible explicaci¨®n es que existe una cultura del victimismo, como aventuraron Bradley Campbell y Jason Manning en The rise of victimhood culture [el ascenso de la cultura del victimismo]. A causa del intento leg¨ªtimo de luchar contra el racismo, el sexismo, la homofobia y de ayudar a las v¨ªctimas de discriminaciones, las universidades han ido otorgando m¨¢s estatus a las v¨ªctimas. Esto ha abierto, en mi opini¨®n, una puerta a la posibilidad de atacar a sus rivales.
P. Se le ha criticado por haber analizado una norma estatal para el abogado del ped¨®filo Epstein. Dijo usted que se arrepent¨ªa de haberlo hecho. ?Por qu¨¦ se arrepiente?
R. No pienso que hiciera algo malo, pero, teniendo en cuenta la cantidad de peticiones que me llegan, creo que tom¨¦ una mala decisi¨®n aceptando la tarea. Si volviera atr¨¢s, no aceptar¨ªa el encargo, que hice gratuitamente, a modo de ayuda a un amigo.
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