Assange y el inter¨¦s p¨²blico
El juicio al l¨ªder de WikiLeaks plantea cuestiones esenciales. ?Se pueden publicar informaciones veraces y secretas?
Muchos de los elementos que tienen que ver con la libertad han encontrado hist¨®ricamente en Inglaterra a sus mejores defensores. Muchas voces han advertido en el Reino Unido, por ejemplo, contra los riesgos que amenazan a la libertad de prensa, la multitud de iniciativas que se dan, una y otra vez, en el mundo para ¡°proteger la intimidad y la seguridad del Estado y sus instituciones¡±, cuando en realidad suelen afectar a informaciones que no tienen que ver con la intimidad de los ciudadanos, sino con el mal hacer de algunos pol¨ªticos o parlamentarios, ni con la seguridad del Estado, sino con la protecci¨®n de los intereses de determinadas personas poderosas. Nadie como el brit¨¢nico John Wilson para explicar por qu¨¦ es dif¨ªcil que un periodista profesional caiga simp¨¢tico a los poderes: ¡°Cuestionan temas que mucha gente prefiere que se dejen en paz; amenazan valores que cohesionan la sociedad, cuando creen que tienen datos para ello; erosionan el respeto si disponen de hechos que revelan que ese respeto est¨¢ mal emplazado, y agitan a las instituciones en las que la sociedad conf¨ªa para su estabilidad si no cumplen esa funci¨®n¡±. En el fondo, existe una ¨²nica y doble obligaci¨®n: el derecho a la verdad y el de los ciudadanos a conocerla, y la clara distinci¨®n de lo que es de inter¨¦s p¨²blico (que no equivale, desde luego, a todo aquello que le interesa al p¨²blico).
La cuesti¨®n es que el pr¨®ximo 4 de enero un tribunal de primera instancia de Londres va a decidir si los periodistas pueden publicar documentos clasificados y filtrados por una fuente conocida o desconocida sin riesgo de ser acusados de espionaje o pirater¨ªa inform¨¢tica. La sentencia puede afectar a cuestiones esenciales: ?Qu¨¦ es el inter¨¦s p¨²blico? ?Qu¨¦ obligaciones deben respetar los medios de comunicaci¨®n? ?Se puede ir a la c¨¢rcel por publicar informaci¨®n veraz clasificada como secreta?
Todas estas preguntas estar¨¢n impl¨ªcitamente incluidas en la decisi¨®n que adopte la jueza Vanessa Baraitser respecto a la demanda de extradici¨®n contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, presentada por el Gobierno de Estados Unidos. Washington acusa a Assange de 18 delitos, que pueden acarrear 175 a?os de prisi¨®n.
Lo que hizo Assange no tuvo nada de novedoso: aprovechar una filtraci¨®n procedente de un funcionario y acceder a informaci¨®n clasificada. Algo que se ha venido haciendo en el periodismo de investigaci¨®n desde siempre y que sigue siendo fundamental para el trabajo de los periodistas en el futuro. Lo ¨²nico novedoso en el caso WikiLeaks fue la magnitud de la filtraci¨®n gracias a las nuevas tecnolog¨ªas digitales: 700.000 documentos que le fueron facilitados por la soldado Chel?sea Manning (juzgada, encarcelada y posteriormente amnistiada por el presidente Obama). Lo que pretende ahora Washington es que Inglaterra le permita juzgar a Assange por haber facilitado la publicaci¨®n de esos documentos, entre ellos algunos que revelaban delitos cometidos por miembros de las Fuerzas Armadas estadounidenses. Dado que la informaci¨®n fue publicada por varios de los m¨¢s importantes medios de comunicaci¨®n del mundo (entre ellos, EL PA?S) y que las autoridades de EE UU no desean atacar a todos sus directores, la idea es decir que Julian Assange no es periodista, sino filtrador. Pero Assange no fue nunca funcionario estadounidense, sometido a obligada discreci¨®n, ni fue el primero que tuvo acceso a esa informaci¨®n. Actu¨® como un periodista, sometido a las normas profesionales, y busc¨® ayuda de los grandes medios para respetar las dos mayores reglas del oficio: verificaci¨®n y valoraci¨®n del inter¨¦s p¨²blico. Se comport¨® como los actuales Secure Drop System (¡°cajas¡± abiertas por los grandes medios de comunicaci¨®n para recibir an¨®nimamente, y con seguridad para la fuente, todo tipo de informaciones que puedan afectar a la vida de los ciudadanos).
Y ese es el tema esencial de este asunto: los documentos facilitados por Assange fueron publicados porque eran verdad y porque afectaban al inter¨¦s p¨²blico. Y no se puede ejercer el periodismo ni la libertad de prensa sin que esos dos principios est¨¦n firmemente protegidos en una democracia. Assange no puede ser extraditado sin ponerlos en riesgo.
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