Alarma en el Congreso

Los Gobiernos son responsables de la planificaci¨®n y ejecuci¨®n de sus pol¨ªticas, pero la evaluaci¨®n de sus proyectos y, sobre todo, del impacto de esas pol¨ªticas sobre la poblaci¨®n, es competencia directa del Parlamento. La labor del Congreso se facilita bien con el trabajo de agencias independientes, bien ¡ªante acontecimientos muy concretos y complejos¡ª de comisiones de encuesta, que investigan y exponen las deficiencias que los hicieron posibles. En cualquier caso, agencias y comisiones tienen la obligaci¨®n de informar al Parlamento y de hacer p¨²blicos sus trabajos para conocimiento de la ciudadan¨ªa. Nada de esto sucede en Espa?a.

Ese es uno de los principales problemas con que se enfrenta la vida pol¨ªtica espa?ola en 2021: el papel disminuido del Parlamento y c¨®mo lograr que su debate sea de mayor calidad. De los tres poderes del Estado, solo el Ejecutivo que preside Pedro S¨¢nchez empieza el a?o con una hoja de ruta clara y organizada, pero nada se ha hecho para mejorar la del Poder Legislativo, rebajado en un permanente discurso de insulto y descalificaci¨®n, ni la del Poder Judicial, sometido a un ¨®rgano de gobierno falto de autoridad.

El Gobierno, por el contrario, parece encarrilado y, por lo que se ve, encantado con un extra?o sistema de evaluaci¨®n, dependiente de La Moncloa, que no tiene valor real pero que distrae mucho del aut¨¦ntico problema. Sea como sea, es cierto que por primera vez en cuatro a?os, el presidente contar¨¢ con un presupuesto para 2021 (no para toda la legislatura); los fondos europeos anticrisis empezar¨¢n a ser canalizados a trav¨¦s de un Plan de Recuperaci¨®n; la coalici¨®n PSOE-UP ofrece solidez a doce meses vista; s¨®lo est¨¢n previstas unas elecciones dif¨ªciles, las catalanas, pero el escenario para el PSC es razonable, con un excelente candidato, Salvador Illa; e incluso, tambi¨¦n por primera vez, el Ejecutivo parece dispuesto a afrontar sus obligaciones respecto a la jefatura del Estado y elaborar, con ayuda del primer partido de la oposici¨®n, una ley de la Corona que, entre otros asuntos, establezca los l¨ªmites de la inviolabilidad.

Los planes del Gobierno y su ritmo de ejecuci¨®n parecen claros. Pero, ?c¨®mo se efectuar¨¢ la imprescindible labor de control y evaluaci¨®n? Malamente si las cosas siguen en los niveles de confusi¨®n en los que se mueven en la actualidad y el Gobierno se atribuye su autocontrol y su autoevaluaci¨®n. El Parlamento necesita urgentemente mejorar la calidad de su debate y su capacidad real de control gubernamental.

Al margen de la labor de los grupos parlamentarios ¡ªque, en bastantes casos especialmente en el principal partido de oposici¨®n, el PP, deber¨ªan estar avergonzados por su falta de nivel¡ªpodr¨ªa haber dos sistemas de control de gran utilidad para el Congreso. En 2013 y por imposici¨®n de la Uni¨®n Europea se cre¨® la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), encargada de controlar lo que entonces era una pol¨ªtica de austeridad. Deb¨ªa ser capaz de detectar e informar al Congreso de desviaciones tempranas de los objetivos, acceder directamente a todos los datos de los ministerios, su responsable era nombrado para seis a?os, no pod¨ªa ser cesado salvo caso de delito doloso y ten¨ªa prohibido aceptar instrucciones de ninguna entidad p¨²blica o privada. La Airef cumple perfectamente su papel, informando el Parlamento y aconsejando medidas t¨¦cnicas apropiadas.

Ahora que la UE ha variado su pol¨ªtica para hacer frente a esta crisis, ?por qu¨¦ no existe una agencia con autonom¨ªa funcional, destinada a evaluar el uso de los fondos europeos y el impacto que vayan teniendo en la poblaci¨®n? Sus informes mejorar¨ªan el debate pol¨ªtico y el Parlamento efectuar¨ªa con mayor seriedad y calidad el control de las pol¨ªticas del Gobierno.

Si la crisis econ¨®mica provocada por la pandemia necesita un seguimiento independiente, la pandemia en s¨ª misma necesita con urgencia una comisi¨®n de encuesta, cuyo presidente, de reconocida competencia, sea nombrado por el Gobierno pero que tenga autoridad para recabar todos los datos y apoyos t¨¦cnicos que precise. Solo as¨ª llegar¨¢ a la ciudadan¨ªa, es decir, al Parlamento, un informe independiente, capaz de desenredar un asunto tan complejo, ayudar a que se tomen las medidas adecuadas y a restaurar la confianza p¨²blica.