Magdalena Andersson, la primera mujer que dirige Suecia (y cuyo primer Gobierno se vino abajo en un solo d¨ªa)
El reto de la economista y socialdem¨®crata es mantenerse en el poder de un Gobierno minoritario
La elecci¨®n de la primera mujer jefe de Gobierno en Suecia despu¨¦s de 33 mandatarios varones, un hecho hist¨®rico, ha estado precedida por una especie de anticl¨ªmax. La elegida, Magdalena Andersson (Uppsala, 54 a?os), reciente l¨ªder de los socialdem¨®cratas, era la candidata m¨¢s firme a la sustituci¨®n de Stefan L?fven ¡ªque dimiti¨® en noviembre tras perder una moci¨®n de censura en junio¡ª y fue refrendada por el Parlamento como jefa de un Ejecutivo de coalici¨®n con Los Verdes la ma?ana del 24 de noviembre. Su Gobierno se vino abajo, sin embargo, esa misma tarde. Los Verdes la dejaron plantada, tras la votaci¨®n de los Presupuestos en la que se aprobaron las cuentas elaboradas por la oposici¨®n. El acuerdo laboriosamente tejido con apoyo del Partido de Izquierda se fue a pique, y Andersson hubo de dimitir. Cinco d¨ªas despu¨¦s se convert¨ªa en primera ministra, pero de un Gobierno monocolor y m¨¢s minoritario de lo esperado.
Un estreno ca¨®tico, que le pone las cosas un poco m¨¢s dif¨ªciles. ¡°Sus apoyos parlamentarios han menguado mucho y tendr¨¢ que construirse un equipo si quiere tener opciones para mantenerse en el poder tras las elecciones de septiembre¡±, opina Ewa Stenberg, analista pol¨ªtica del diario liberal Dagens Nyheter, el de mayor difusi¨®n en Suecia.
Y ese es el objetivo de Magdalena Andersson, que ya dej¨® claro en sus primeras declaraciones que no se ve¨ªa iniciando ¡°un Gobierno de 10 meses, sino de 10 a?os¡±. En Suecia ¡ªcuriosamente, el ¨²ltimo de los pa¨ªses n¨®rdicos en contar con una primera ministra¡ª, su llegada ha sido recibida con satisfacci¨®n. Incluso una adversaria pol¨ªtica como la conservadora se felicit¨® p¨²blicamente de que una mujer hubiera conseguido al fin ¡°romper el techo de cristal¡±, culminando un proceso igualitario hasta ahora frustrado. ¡°Tanto los socialdem¨®cratas como los conservadores han tenido ya mujeres como l¨ªderes, pero en todos los casos se retiraron antes de llegar a ser primeras ministras, por resistencias en el seno de sus partidos. La que m¨¢s cerca estuvo fue Anna Lindh, ministra de Exteriores, asesinada en 2003¡å, cuenta por correo electr¨®nico Drude Dahlerup, profesora em¨¦rita del Departamento de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad de Estocolmo. ¡°Es obvio que las mujeres encuentran muchos obst¨¢culos para ocupar esos puestos en los partidos pol¨ªticos en todo el mundo¡±. Raz¨®n de m¨¢s para que Andersson se aferre al cargo y est¨¦ dispuesta a dar la batalla para conservarlo. De momento, ha prometido desarrollar el Estado de bienestar, tomarse muy en serio el cambio clim¨¢tico, devolver al ¨¢mbito p¨²blico las residencias de ancianos y escuelas privatizadas por gobiernos conservadores, y poner coto a la violencia entre bandas rivales de narcotraficantes y que se ha cobrado este a?o 44 vidas, adem¨¢s de un centenar de heridos.
Es un hecho, sin embargo, que tendr¨¢ que manejarse con unos Presupuestos que no son los suyos. Y que su partido, que gobierna con Los Verdes desde 2014, ha sufrido un importante desgaste, aunque su gesti¨®n como ministra de Econom¨ªa en los tres ejecutivos de Stefan L?fven ha sido elogiada. A ese puesto lleg¨® tras una larga trayectoria de militancia socialdem¨®crata que comenz¨® a los 16 a?os en las Juventudes del partido. A los 24 a?os, pas¨® a integrarse en la cocina del Gobierno liderado por G?ran Persson. Desde entonces, no ha dejado de acumular responsabilidades. Secretaria de Estado de Econom¨ªa; asesora de la primera mujer que lider¨® a los socialistas suecos, Mona Sahlin; responsable de la Agencia Tributaria, portavoz de Econom¨ªa del partido, ministra de Econom¨ªa y primera ministra.
Hija ¨²nica de un matrimonio de docentes, creci¨® en un ambiente acomodado y comprometido con las cuestiones sociales. Ella misma ha recordado, en declaraciones al diario sueco Aftonbladet, que desde joven sigue con avidez la actualidad pol¨ªtica y social. ¡°Eso me hizo interesarme por todo lo que pasaba a mi alrededor. Y a indignarme con las injusticias¡±. A juzgar por su biograf¨ªa, su vida ha estado dominada por dos pasiones: el Partido Socialdem¨®crata y la econom¨ªa. Y en menor medida, el deporte. Fue campeona de nataci¨®n juvenil y una excelente gimnasta. Magdalena, seg¨²n ha declarado al digital TT su antiguo entrenador, Christer Johansson, miembro hoy del Partido de la Izquierda, est¨¢ ¡°muy centrada en sus objetivos¡±.
Andersson estudi¨® en la Escuela de Econom¨ªa de Estocolmo, un centro privado, adem¨¢s de completar un breve cursillo en Harvard y en la Escuela de Estudios Avanzados de Viena. En la elitista Escuela de Econom¨ªa conoci¨® a su marido, Richard Friberg, actualmente catedr¨¢tico de dicho centro y padre de sus dos hijos, un chico de 21 a?os y una joven de 19. Una familia bien avenida, casi mod¨¦lica, de acuerdo con el retrato que la propia Andersson ha dibujado en algunas entrevistas. Amante de la naturaleza, sol¨ªa dar largas caminatas para despejar la mente y buscar soluciones a los problemas en sus a?os de ministra. Como jefa de un Ejecutivo en minor¨ªa, tendr¨¢ menos tiempo para caminatas y m¨¢s problemas que resolver. De que lo logre depende su futuro en las pr¨®ximas elecciones. ¡°A su favor tiene¡±, subraya Ewa Stenberg, ¡°el apoyo creciente hacia ella y hacia el Partido Socialdem¨®crata que reflejan las ¨²ltimas encuestas¡±.
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