El Salvador de Bukele o c¨®mo vivir pendiente de la cotizaci¨®n del bitcoin
Los habitantes del pa¨ªs centroamericano viven con sentimientos encontrados la adopci¨®n de la criptomoneda como moneda oficial
En la plaza central de San Salvador, junto a los monumentos a los pr¨®ceres de la naci¨®n, hay un cajero de Chivo,donde cada salvadore?o puede canjear los bitcoins por d¨®lares, la moneda oficial del pa¨ªs. El moderno cajero azul, con una inmensa pantalla t¨¢ctil, es un s¨ªmbolo de la llegada del bitcoin a El Salvador y fue, por tanto, el primero en arder en el mes de septiembre cuando se intensificaron las protestas contra el presidente Nayib Bukele.
En uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres del continente americano, la imposici¨®n del bitcoin como moneda oficial ha provocado el enojo colectivo y ha da?ado la imagen del dirigente. El FMI le ha instado a dar marcha atr¨¢s. El presidente milenial emple¨® casi dos horas en televisi¨®n para explicar su funcionamiento cuando en septiembre entr¨® en vigor, pero millones de personas siguen sin comprender c¨®mo manejar una moneda que no pueden tocar, que deja sus pensiones a merced de los vaivenes del mercado y que llega al pa¨ªs solo por los deseos del carism¨¢tico mandatario. Gran parte de sus seis millones de habitantes siente que est¨¢ dentro de un tubo de ensayo donde el uso de la moneda es un misterio de obligado cumplimiento seg¨²n una nueva ley.
Por el momento, algunos hoteles boutique o peque?as tiendas de comestibles del municipio de El Zonte, a 45 minutos de la capital, ya reciben pagos en bitcoins. Seg¨²n explic¨® Bukele, los salvadore?os almacenan sus criptomonedas en una cartera virtual, Chivowallet, y pueden canjearlos por d¨®lares en alguno de los 200 cajeros distribuidos por todas las plazas del pa¨ªs.
Tumbada en una hamaca, Roxana Valles es la propietaria de una peque?a tienda de comestibles de El Zonte donde atiende sin separarse de su tel¨¦fono. En este peque?o municipio rompen las mejores olas del mundo seg¨²n los surfistas y aqu¨ª se instal¨® el primer cajero de criptomonedas del pa¨ªs, atrayendo a entusiastas del dinero digital de todo el mundo. ¡°A principios de a?o compr¨¦ 900 d¨®lares en bitcoins y a los 26 d¨ªas hab¨ªa ganado 500 d¨®lares, as¨ª que los retir¨¦ del cajero y pude invertir en mi tienda¡±, dice se?alando una estanter¨ªa llena de patatas fritas. ¡°Tres meses despu¨¦s hice lo mismo. Ahora tengo ya 2.094 d¨®lares ahorrados¡±, dice ense?ando su tel¨¦fono. Al final del d¨ªa, Valles hab¨ªa vendido unos 40 d¨®lares en productos que van de un tomate a unas galletas, y un tercio de los compradores han pagado en bitcoins. ¡°?Y cu¨¢l es la conclusi¨®n que saco?¡±, dice ense?ando la pantalla de su tel¨¦fono: ¡°Que vendo m¨¢s que la tienda de al lado¡±, se responde.
Desde que en septiembre el bitcoin se convirti¨® en moneda oficial, los salvadore?os viven pendientes de su cotizaci¨®n. En estos cinco meses han visto c¨®mo sus cuentas p¨²blicas alcanzaban un m¨¢ximo hist¨®rico el 10 de noviembre, cuando el bitcoin super¨® los 69.000 d¨®lares por unidad, o el hundimiento total, en d¨ªas recientes, cuando cotiz¨® a 37.000 d¨®lares. A los esc¨¦pticos, Bukele respondi¨® con un tuit en el que explic¨®: ¡°Hay m¨¢s de 50 millonarios en el mundo. Imaginen cuando cada uno de ellos decida que debe poseer al menos un bitcoin. Pero solo habr¨¢ 21 millones de bitcoins. No es suficiente ni para la mitad de ellos¡±, escribi¨® en Twitter. Seg¨²n el presidente salvadore?o, ¡°es solo cuesti¨®n de tiempo¡± ver una gigantesca subida en el valor de la criptomoneda. Por si acaso no se cumple, dos soldados hacen guardia junto al cajero en previsi¨®n de que pueda volver a arder.
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