Bel¨¦n L¨®pez Peir¨®, la cronista del silencio en los abusos sexuales
Para contar las agresiones que sufri¨® de adolescente, esta escritora transcribe las voces de su familia, que la ignor¨®
Bel¨¦n L¨®pez Peir¨® fue una ni?a divertida y alegre de Buenos Aires, donde naci¨® en 1992. Los veranos en un pueblo argentino, en casa de su t¨ªo, la convirtieron en una adolescente malhumorada y triste. La bisagra de los abusos, que tantas vidas explica y que tan pocas veces llega siquiera a ser una historia, deshecha entre el propio dolor y la verg¨¹enza ajena. Pero la adolescente se hizo mujer y, sobre todo, escritora. Y lo que estaba llamado a ser otro silencio aparentemente inexplicable, su vida, se convirti¨® en la materia de una ¨®pera prima tan breve como poderosa, Por qu¨¦ volv¨ªas cada verano, en la que transcribi¨® todas y cada una de las voces que acunan el tab¨². Ahora publica una secuela.
El n¨²cleo argumental de ambas obras es sencillo: ¡°Mi t¨ªo abus¨® sexualmente de m¨ª reiteradas veces desde los 13 a los 17 a?os¡±, seg¨²n la denuncia judicial que cita en aquella primera novela de no ficci¨®n. La forma con la que su autora quiso contarlo, aparentemente tan sencilla como el argumento, consisti¨® en ¡°citar, representar y relatar todas las voces que le hablan a una mujer, en este caso una adolescente muy joven, cuando padece un abuso y decide denunciarlo¡±. As¨ª lo resume la escritora argentina, Gabriela Cabez¨®n C¨¢mara, maestra de Peir¨® y en cuyo taller literario se fragu¨® dicha obra. Ahora retoma ese mismo procedimiento en la secuela que publica Lumen en Espa?a, Donde no hago pie, sobre el proceso judicial desencadenado y la ¡°revictimizaci¨®n¡± que conlleva.
Con 30 a?os reci¨¦n cumplidos, L¨®pez Peir¨® es una adelantada. Cuando denunci¨® los hechos ante la justicia argentina, ten¨ªa 22. El #MeToo no exist¨ªa. En 2014 faltaban tres a?os para que la ingeniera inform¨¢tica Susan Fowler describiera en su blog la cultura de acoso que reinaba en Uber e inspirara a tantas otras, incluidas las que luego denunciaron al productor Harvey Weinstein en el oto?o de 2017. Por qu¨¦ volv¨ªas cada verano tambi¨¦n rompi¨® el cord¨®n familiar antes que El consentimiento (2020), de Vanessa Springora, y La familia grande (2021), de Camille Kouchner, las dos cr¨®nicas parisinas sobre los interiores de Saint-Germain-des-Pr¨¨s, el barrio del amor ped¨®filo. Publicada originalmente en Argentina en 2018, y desde entonces en M¨¦xico, Chile, Uruguay y Espa?a, se ha traducido al catal¨¢n, franc¨¦s, ingl¨¦s, italiano y portugu¨¦s.
Peir¨® lleg¨® antes y lleg¨® m¨¢s lejos, por el camino m¨¢s recto: sin cambiar nombres, sin buscar una explicaci¨®n, exponiendo lo que se oye y se ve cuando el entorno mira para otro lado. La forma polif¨®nica del relato revela el car¨¢cter colectivo del abuso. La v¨ªctima lo sufre en carne propia, pero el silencio lo consiente y el secreto compartido lo generaliza. La polifon¨ªa fue idea suya. El taller la ayud¨® a materializarla.
¡°Yo me crie en una familia en circulaci¨®n¡±, dice Peir¨® a EL PA?S en la biblioteca de un hotel madrile?o, reci¨¦n aterrizada. Hija de padres divorciados, habla solo de su familia materna, porque a los hermanos de su padre no los conoce. Su madre es la ¨²nica de cinco hermanas que sali¨® del pueblo, Santa Luc¨ªa, de la provincia de Buenos Aires. La madre sali¨® para estudiar, se hizo periodista y ya solo regres¨® al pueblo de vacaciones. Cuando alguno de los 10 primos necesitaban parar en la capital, dorm¨ªan en su casa. En verano, su madre segu¨ªa trabajando en la ciudad y ella pasaba las vacaciones en casa de una de sus t¨ªas. El verano se volvi¨® el territorio del agresor, su t¨ªo, comisario de polic¨ªa, que hab¨ªa ocupado la figura ausente de su padre.
Como su madre, Peir¨® tambi¨¦n estudi¨® Periodismo. En 2015, fue becaria durante unos meses en el diario El Mundo. Ahora ha regresado a Madrid a presentar su segunda novela, ya entregada a la literatura y due?a de esa voz y esa vida por la que luchaba en su primer libro. ¡°S¨ª [hac¨¦] lo que vos quieras. No lo que tu vieja quiso ser y no pudo, no lo que tu pap¨¢ espera antes de morir. No seas el desecho que pens¨® ese [t¨ªo] hijo de puta¡±, escribi¨®.
La originalidad de Peir¨® es tambi¨¦n una forma de traici¨®n. La mayor¨ªa de las voces hablan siempre para reclamar, y tratar de imponer, el silencio. La intimidad, el pudor, el paso del tiempo, entre otras excusas, tan familiares. La mayor¨ªa respeta el silencio no porque crea que es lo mejor, sino porque es lo m¨¢s c¨®modo. La traici¨®n de Peir¨® es tan rara socialmente como moralmente admirable. Ese gesto, combinado con una potencia est¨¦tica que no excluye la ternura, pero jam¨¢s se ablanda ¡ª¡±te come como a un pedazo de carne que as¨® desde hace a?os en el patio de su casa¡±¡ª, convirtieron un libro brev¨ªsimo sobre un peque?o pueblo en una obra transatl¨¢ntica.
¡°M¨¢s que enojo, siento pena¡±, dice pensando en las primas y las t¨ªas que se pusieron del lado del agresor, incluida la pareja y la hija de ¨¦ste. ¡°Pena por no poder repensarse, no poder ser algo diferente. A m¨ª lo que me pas¨® me convirti¨® en otra persona¡±, a?ade.
Adem¨¢s de sus voces, aparecen declaraciones judiciales del agresor, t¨ªas, primos y hasta la ni?era. Peir¨® los traiciona a todos sin justificarse. ¡°Los traiciona, pero con generosidad¡±, dice la escritora espa?ola Nuria Labari, que present¨® la segunda novela de Peir¨® en Madrid. ¡°Cuanto m¨¢s ampl¨ªa el c¨ªrcu?lo, m¨¢s se aleja del propio hecho del abuso y del agresor, y m¨¢s gente aparece implicada¡±, se?ala Labari, para quien Por qu¨¦ volv¨ªas cada verano, al tiempo que desvela ese tab¨² colectivo, es un libro ¡°hermos¨ªsimo¡±.
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