Henri Pe?a-Ruiz. ¡°La bandera actual de Espa?a es anticonstitucional. Tiene una cruz¡±
El catedr¨¢tico de filosof¨ªa franc¨¦s, hijo de inmigrantes espa?oles y gran te¨®rico de la laicidad, argumenta que la Constituci¨®n dice que ninguna religi¨®n debe tener car¨¢cter estatal
Henri Pe?a-Ruiz (Le Pr¨¦-Saint-Gervais, 72 a?os), hijo de inmigrantes espa?oles en Francia, es catedr¨¢tico de filosof¨ªa y republicano. Lo es en un sentido amplio del t¨¦rmino: apegado a la Rep¨²blica francesa y a la espa?ola, cuya bandera ondea en su casa. Es de izquierdas, muy de izquierdas y, de acuerdo con esta tradici¨®n, tambi¨¦n muy laico. Pero en la izquierda algunos le miran con desconfianza, porque el profesor Pe?a-Ruiz, autor entre otros libros de Dios y Marianne. Filosof¨ªa de la laicidad, cree que hay que aplicar a todos, tambi¨¦n al islam, los principios de la laicidad.
PREGUNTA.??Qu¨¦ es la laicidad?
RESPUESTA.?Hay que quitarse de la cabeza el prejuicio que dice que la laicidad es antirreligiosa. Es sencillo: las leyes que organizan la coexis?tencia de los ciudadanos no han de depender de una cosmovisi¨®n particular. La Uni¨®n Sovi¨¦tica era antilaica: un Estado laico no es antirreligioso ni antiateo, sino neutral desde el punto de vista de la opci¨®n espiritual. No da privilegios a la religi¨®n ni con un reconocimiento oficial ni con dinero. La laicidad reposa sobre tres elementos. Primero, la libertad de conciencia, que no es solo la libertad religiosa. Se trata de la libertad de elegir una opci¨®n espiritual, sea la del creyente, el ateo o el agn¨®stico. Segundo, la igualdad de trato de todas las personas sea cual sea su opci¨®n espiritual, lo que debe impedir los privilegios para la Iglesia y para los ateos. Y tercero, la orientaci¨®n del poder p¨²blico ¨²nicamente por el inter¨¦s com¨²n: no corresponde a un Estado laico financiar lugares de culto, sino lo p¨²blico, hospitales por ejemplo.
P.??Espa?a es un Estado laico?
R.?Es un h¨ªbrido. Hay rasgos evidentes de laicidad. La Constituci¨®n de 1978 dice: ¡°Ninguna confesi¨®n tendr¨¢ car¨¢cter estatal¡±. Y est¨¢ muy bien. Pero esto entra en contradicci¨®n con las atenciones particulares, reconocidas por la misma Constituci¨®n, a la Iglesia cat¨®lica, diciendo que ¡°los poderes p¨²blicos tendr¨¢n en cuenta las creencias religiosas de la sociedad espa?ola y mantendr¨¢n las consiguientes relaciones de cooperaci¨®n con la Iglesia cat¨®lica y las dem¨¢s confesiones¡±. ?Por qu¨¦ no mencionar a los ateos o agn¨®sticos? Adem¨¢s, la bandera actual de Espa?a es anticonstitucional. Si el art¨ªculo 16 dice que ninguna religi¨®n tendr¨¢ car¨¢cter estatal, ?por qu¨¦ la cruz est¨¢ encima de la corona? Esta bandera pone de relieve el cristianismo. Cuando la Constituci¨®n dice que todos los espa?oles ser¨¢n reconocidos en igualdad de derechos, lo siento, pero el ateo no tiene los mismos derechos que el cristiano porque no se le reconoce un s¨ªmbolo particular en la bandera. Tambi¨¦n se podr¨ªa hablar de las escuelas concertadas, aunque en esto Francia no puede dar lecciones a Espa?a: la ley Debr¨¦ de 1959 instala la financiaci¨®n p¨²blica de las escuelas religiosas, y esto es antilaico.
P.??Qu¨¦ amenaza hoy a la laicidad en Francia?
R.?No me gusta hablar de laicidad francesa. La laicidad es universal, buena para todos los pueblos. El ideal-tipo puro, por hablar como Max Weber, no existe en ninguna parte, pero cada paso hacia este ideal es bueno. La laicidad en Francia tiene dos enemigos. Por una parte, la derecha identitaria, que quisiera restablecer a Francia como ¡°hija mayor de la Iglesia¡±. Esas personas son laicas solamente contra los musulmanes. Por otra parte, est¨¢ la transformaci¨®n del islam en identidad colectiva, que, por ejemplo, impone el velo a la mujer. Hoy incluso hay una parte de la izquierda que no es tan laica como deber¨ªa. Nadie admite los atentados terroristas, pero hay personas que les ven circunstancias atenuantes, que sienten compasi¨®n por estos musulmanes, que ser¨ªan v¨ªctimas del racismo. Yo defiendo que hay racismo cuando se rechaza a las personas, pero no cuando se rechaza a una religi¨®n, porque ninguna persona se reduce a su opci¨®n espiritual. Si no, significa que solo la versi¨®n fan¨¢tica de la religi¨®n es aut¨¦ntica. Como dec¨ªa Montaigne, ¡°no hay que confundir la piel con la camisa¡±.
P.??Se siente incomprendido en la izquierda actual en su defensa de la laicidad ante el islamismo?
R.?Hasta una ¨¦poca reciente la izquierda estaba de acuerdo con mi punto de vista. Pero ha surgido algo nuevo. Una parte de la extrema izquierda es indulgente con el islamismo. Considera que los inmigrantes y especialmente los inmigrantes de origen musulm¨¢n est¨¢n m¨¢s explotados, perseguidos y discriminados que los dem¨¢s. Quiz¨¢ sea verdad. Pero de esto yo no saco la misma conclusi¨®n que ellos, seg¨²n la cual la laicidad participa de esta persecuci¨®n. Primero, porque la laicidad impone reglas iguales para todas las religiones. Insisto mucho en recordar lo que hicieron los cat¨®licos con la Inquisici¨®n, no para relativizar, sino para mostrar que las exigencias que se impusieron a los cat¨®licos con la ley de la separaci¨®n de las iglesias y el Estado deben imponerse a todas las religiones.
P.??Usted es creyente? ?Ateo? ?Agn¨®stico?
R.?Por convicci¨®n laica, me incomoda responder. Le contar¨¦ una an¨¦cdota. Yo di clases de Filosof¨ªa durante 42 a?os. A veces los alumnos me preguntaban: ¡°Se?or Pe?a-Ruiz, ?usted cree en Dios o no?¡±. Yo les contestaba: ¡°No les voy a responder. Pero filos¨®ficamente les explicar¨¦ por qu¨¦. Primero, es asunto m¨ªo, de la misma manera que nunca les preguntar¨¦ a ustedes si creen en Dios. El respeto de la esfera privada es un principio de la laicidad. Segundo, mi Rep¨²blica francesa no me paga un salario para que exponga mi convicci¨®n personal. Estoy aqu¨ª para ense?arles a pensar. Un d¨ªa leer¨¦ una p¨¢gina de san Agust¨ªn, otro de Marx, pero no significar¨¢ que soy cristiano ni marxista, sino que quiero darles a conocer pensamientos importantes en la historia humana. Debo ser neutro. Y tercero, no responder¨¦ a la pregunta sobre si soy creyente o no, pero estoy muy contento de que me la hagan¡±. Y los alumnos me dec¨ªan: ¡°?Por qu¨¦?¡±. Y les respond¨ªa: ¡°Porque significa que nada en mi ense?anza les permite saber si soy creyente o ateo y que, por tanto, he respetado la neutralidad que supone la laicidad¡±.
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