Ece Temelkuran, ensayista: ¡°Pensar que la pol¨ªtica es sucia es creer que la humanidad es sucia¡±
La analista turca, que por sus cr¨ªticas al Gobierno de Erdogan, tuvo que huir de su pa¨ªs, vive en Hamburgo. En su nuevo libro nos anima a mejorar este mundo ¡°sin coraz¨®n¡±
?Merece la humanidad existir o deber¨ªamos rendirnos de una vez? Ece Temelkuran (Esmirna, 1973) est¨¢ convencida de que entre todos podemos mejorar este ¡°mundo sin coraz¨®n¡±. Tras su anterior libro, C¨®mo perder un pa¨ªs, donde reflexionaba sobre el auge del populismo de derechas y la proliferaci¨®n de males pol¨ªticos y morales de nuestra ¨¦poca, cuenta que lleg¨® a perder la fe en la humanidad. Ahora, con Juntos (Anagrama), nos anima a que creamos. En nosotros mismos y en el pr¨®jimo. Y a actuar. Tras exiliarse de Turqu¨ªa a finales de 2016, vivi¨® en Zagreb y ahora reside en un piso de techos altos a un paso del Binnenalster, el lago artificial alrededor del cual bulle la ciudad de Hamburgo, donde nos recibe en una heladora ma?ana de diciembre. ¡°M¨¢s que convencer a la gente, he querido conmoverla¡±, confiesa la ensayista, que es curiosa y habladora.
PREGUNTA.?Antes nos cont¨® lo que est¨¢ mal; ahora celebra todo lo bueno.
RESPUESTA.?Con C¨®mo perder un pa¨ªs me preguntaban: ?d¨®nde queda la esperanza? Ten¨ªa el deber moral de buscar una buena respuesta. Estamos usando un lenguaje que divide, que se centra en las diferencias. He intentado crear una especie de diccionario moral o pol¨ªtico para los progresistas del siglo XXI con el que revertir la comprensi¨®n de lo humano que nos ha impuesto el neoliberalismo, que dice que estamos solos y que el ser humano es ego¨ªsta y egoc¨¦ntrico. Quer¨ªa refutarlo y crear una gran uni¨®n en un momento en el que todo tipo de uni¨®n parece cada vez m¨¢s dif¨ªcil, si no completamente imposible.
P.??Es urgente empezar a actuar?
R.?Me preocupa el hecho de que la urgencia, la sensaci¨®n de fin de los tiempos, de narrativa apocal¨ªptica, en cierto modo dispense a la gente. Que piensen: ¡°Bueno, ya est¨¢ hecho, que siga la fiesta¡±. O que se retiren a sus b¨²nkeres. S¨ª, este es el final de una era y otra nueva ya ha empezado. Recuerdo que en 2016 muchos art¨ªculos citaban la frase de Juego de tronos ¡°Winter is coming¡± [Se acerca el invierno]. Ya estamos viviendo en ese invierno. No digamos que es urgente, digamos que es ahora. Y ahora es mucho tiempo. Se puede hacer mucho en el ahora.
P.?Est¨¢ convencida, por tanto, de que el sistema ya ha colapsado.
R.?S¨ª. La Uni¨®n Europea est¨¢ inmersa en un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n con Qatar. Intenta recuperar su autoridad moral, pero todos sabemos que vivimos en un gran pa¨ªs llamado capitalismo. Nadie es mejor que nadie. No pretendo minimizar el horror de que 6.500 personas murieran all¨ª durante los preparativos de la Copa del Mundo, pero sabemos que tambi¨¦n hay explotaci¨®n en Londres, Nueva York o Par¨ªs. Que los refugiados est¨¢n siendo empujados a la muerte en el Mediterr¨¢neo, en la frontera de la UE. Cuando nadie tiene superioridad moral, cuando nadie puede proteger los valores de la humanidad, las instituciones ya han colapsado y la gente est¨¢ desorientada.
P.??Cu¨¢l es la mayor amenaza para la democracia?
R.?El rechazo a criticar el capitalismo. Porque la democracia sin justicia social no es m¨¢s que un teatro de s¨ª misma. Hay mucha gente, especialmente en Europa, que quiere creer que, si arreglamos algunos mecanismos de la democracia aqu¨ª y all¨¢, todo volver¨¢ a la normalidad. Desgraciadamente, no ser¨¢ as¨ª. El mayor problema de la democracia actual es el neoliberalismo. El contrato fundamental de la democracia, que nos dice que somos iguales, ha quedado da?ado por las pol¨ªticas neoliberales. Eso reduce la democracia a votar, a una obra de teatro que se representa cada cuatro a?os. La mayor amenaza es pensar que el capitalismo es un tab¨², que es el estado natural de la humanidad. Y no es ni siquiera progresista o controvertido decir esto. Incluso los tipos de Davos saben que esto no puede seguir as¨ª.
P.??Qu¨¦ papel juega la pol¨ªtica?
R. La pol¨ªtica ha sido declarada algo sucio y de mediocres, as¨ª que empezamos a despreciarla. Nos han hecho olvidar que todo es pol¨ªtico. Cuando eso ocurre, la pol¨ªtica se corrompe y alg¨²n est¨²pido, alg¨²n bastardo ignorante, llega a EE UU o a cualquier lugar de Europa, o a Turqu¨ªa, y dice: ¡°Estoy m¨¢s all¨¢ y por encima de la pol¨ªtica, as¨ª que estoy limpio¡±. Y la gente le cree. Estoy simplificando, pero las masas se han despolitizado tanto que creen en estas personas. Odiar la pol¨ªtica y pensar que es sucia tambi¨¦n significa que crees que la humanidad es sucia y demasiado engorrosa. Hay una conexi¨®n entre no tener fe en la humanidad y estar despolitizado.
P.??Qu¨¦ opina de las protestas de los activistas clim¨¢ticos?
R.?Como la mayor¨ªa de gente de mi edad, a veces mi reacci¨®n es: ?qu¨¦ haces lanzando pintura a un cuadro? Pero es una nueva generaci¨®n y nuestro trabajo es comprenderles y ayudarles. Me parece realmente arrogante criticar su reacci¨®n, su acci¨®n pol¨ªtica. El caso es que intentan hacer algo. No sabemos lo que se siente al nacer en un mundo en el que se enfrentan a todas las grandes crisis postergadas de la humanidad. Elijo creer en ellos, aunque a veces no les entienda. Porque ese es mi problema, no el suyo.
P.??Hacer pol¨ªtica con las emociones ya no es un tab¨²?
R.?Hemos despreciado la pol¨ªtica de las emociones, con buen criterio. Es resbaladiza, se puede perder el control, es peligrosa¡ Pero tenemos que dar a la gente palabras para que hablen desde el coraz¨®n. Si la pol¨ªtica no puede captar el coraz¨®n, est¨¢ acabada; es in¨²til. Como progresistas, no deber¨ªamos despreciar la capacidad de la gente para creer y tener fe. Solo as¨ª pasar¨¢n a la acci¨®n. Tal vez los j¨®venes no saben esto todav¨ªa. Quiz¨¢ sea ese el problema. Piensan que, si dicen suficientes veces que el mundo est¨¢ llegando a su fin, la gente har¨¢ algo. No, la gente no va a hacer nada. Tiene que haber un significado y una raz¨®n para proteger este mundo.
P.??Qu¨¦ efecto tiene la polarizaci¨®n en nuestras sociedades?
R.?Cuando se habla de pol¨ªtica es muy peligroso hablar de palabras como amor. La polarizaci¨®n hace que el amor sea imposible. No estoy hablando del amor entre los distintos polos. Hablo del amor propio, del amor a lo humano. Y si el amor a lo humano no existe, la pol¨ªtica no existe. El fascismo es la falta total de fe y amor en lo humano. As¨ª que cuando el amor no es posible significa que est¨¢s preparando el terreno para el fascismo. Por eso los l¨ªderes populistas de derechas provocan la polarizaci¨®n. Dirigir un pa¨ªs polarizado es muy f¨¢cil. Pero no se puede luchar contra la polarizaci¨®n; lo intentamos en Turqu¨ªa, pero no funcion¨®.
P.??A qu¨¦ se refiere?
R.?A luchar contra el otro bando. S¨ª, hay que luchar contra el fascismo, pero no se puede luchar contra la mitad de un pa¨ªs. Lo que se necesita es la pol¨ªtica radical del amor radical. Y no hablo en abstracto. Las ciudades m¨¢s grandes de Turqu¨ªa est¨¢n dirigidas por alcaldes de la oposici¨®n porque aplicaron estas pol¨ªticas durante sus campa?as electorales. Dijeron: ¡°Vamos a estar juntos en esto, no estamos tan mal como nos hacen creer, no estamos tan polarizados, se nos ha impuesto, nos queremos¡¡±. Abrazaron a los que les estaban apartando. La pol¨ªtica del amor radical es la ¨²nica opci¨®n.
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