Ece Temelkuran: ¡°El neofascismo se construye sobre la victimizaci¨®n¡±
A partir de sus cr¨ªticas al Gobierno de Erdogan, la columnista m¨¢s seguida de Turqu¨ªa reflexiona sobre la crisis de la democracia
El pensador alem¨¢n Ulrich Beck ya adelant¨® a finales de los ochenta que viv¨ªamos en una sociedad ¡°de riesgo¡±, por el creciente individualismo y la ruptura de estructuras como la familia y el trabajo sobre las que se articula la modernidad. Hoy, tres d¨¦cadas despu¨¦s, la analista pol¨ªtica turca Ece Temelkuran (Esmirna, 1973) examina ese riesgo en C¨®mo perder un pa¨ªs. Los siete pasos de la democracia a la dictadura (Anagrama), tomando como punto de partida el auge del populismo de derechas que hace tambalear las democracias occidentales. ¡°Estamos ante una crisis filos¨®fica. Es la primera vez en la historia en que empezamos a discutir si realmente merecemos existir o si quiz¨¢ las m¨¢quinas deber¨ªan tomar el relevo y nosotros debemos darnos por vencidos. El populismo de derechas es solo un aviso de un problema mayor, porque es c¨ªnico, desvergonzado y cruel¡±, advert¨ªa en un hotel de la Gran V¨ªa madrile?a a principios de septiembre.
PREGUNTA.?El nacionalpopulismo proclama que se encuentra m¨¢s all¨¢ de las ideolog¨ªas, de las instituciones y de la pol¨ªtica en general; un discurso falaz. Pero ?por qu¨¦ funciona?
RESPUESTA.?Desde los a?os setenta, las democracias occidentales se han alejado de una de sus partes esenciales: la justicia social. Por eso, ahora son solo un teatro de la democracia, con los miembros del Parlamento batallando entre s¨ª y ya est¨¢. El resultado es que la gente no se siente representada. As¨ª que al mismo tiempo que buscamos un modelo de representaci¨®n distinto, el populismo proclama que el sistema est¨¢ acabado y propone que nos olvidemos de la democracia.
P.??Qu¨¦ se puede hacer para combatirlo?
R.?No hay tiempo que perder con posturas arrogantes ¡ªlo digo por los europeos¡ª, tenemos que unirnos y luchar contra este fen¨®meno global. Mi objetivo es hacer entender que hay un mecanismo nacionalpopulista que opera del mismo modo en diferentes pa¨ªses. No hay que desperdiciar m¨¢s energ¨ªa en tratar de entender la confusi¨®n viralizada y manufacturada por los l¨ªderes populistas.
¡°?Cu¨¢l es el argumento filos¨®fico para defender la vida cuando miles mueren en el Mediterr¨¢neo?¡±
P.??Cu¨¢l es ese mecanismo de los nacionalpopulistas?
R.?La polarizaci¨®n entre el nosotros y el ellos es clave. En su ascenso al poder y cuando ya lo ocupan, tambi¨¦n se produce la reinvenci¨®n de la idea de realidad e irrealidad. Tenemos que ir con cautela y ser conscientes de c¨®mo funciona la l¨®gica humana para no quedar atrapados en ese bucle.
P.?En su libro se?ala que ¡°respeto¡± es una de las palabras m¨¢s recurrentes de los l¨ªderes populistas. Apunta que cuando Trump reclama respect, en realidad lo que pide es silencio. ?Por qu¨¦ tanta gente conecta con ese sentimiento de falta de respeto?
R.?Creer y defender, por ejemplo, que la Tierra es plana se ha convertido en una identidad pol¨ªtica. Quienes defienden esto tambi¨¦n reclaman respeto y est¨¢n siendo movilizados por los populistas. Pero cuando se plantea ese argumento de ¡°ellos no nos respetan¡±, y ellos son cient¨ªficos, acad¨¦micos o periodistas, se est¨¢ dirigiendo a la gente contra un blanco equivocado y es muy peligroso. Con esto no solo tratan de alcanzar el poder, sino que tambi¨¦n destruyen la ciencia, el arte y el conocimiento con noticias falsas y miedo. El neofascismo, llamemos as¨ª al populismo de derechas, construye su capital pol¨ªtico sobre la victimizaci¨®n, casi siempre fabricada. El enemigo se redefine constantemente.
P.??Atravesamos una crisis c¨ªclica del sistema o esta vez se trata de algo m¨¢s profundo?
R.?Muchos piensan en el auge del neopopulismo como una crisis pol¨ªtica pasajera, pero yo prefiero entenderlo como un problema filos¨®fico. No es solo una crisis de la democracia, del neoliberalismo o del modelo de la revoluci¨®n industrial. Estas mutaciones est¨¢n pasando simult¨¢neamente y vamos hacia una falta de entendimiento del propio ser humano sobre s¨ª mismo. Todo lo que se ha considerado diab¨®lico y que se pensaba que se podr¨ªa superar a medida que hubiera m¨¢s progreso est¨¢ regresando. Por eso, no se trata solo de lidiar con Trump y sus minions, sino tambi¨¦n de una cuesti¨®n filos¨®fica. Porque ?qu¨¦ contestar a quienes dicen: ¡°La democracia no es buena, nos damos por vencidos¡±? ?C¨®mo defender los sistemas democr¨¢ticos? ?Cu¨¢l es el argumento filos¨®fico para defender que la vida humana es sagrada, cuando miles de personas est¨¢n muriendo en el Mediterr¨¢neo y no faltan las voces que defienden que hay demasiada poblaci¨®n? No estamos preparados.
P.?Se ha producido una democratizaci¨®n en el acceso a la informaci¨®n, en las posibilidades que el p¨²blico tiene de expresar su opini¨®n, sobre todo a trav¨¦s de las redes sociales. ?Est¨¢ esto, parad¨®jicamente, poniendo en riesgo las democracias?
R.?Las redes sociales fueron un invento que al principio consideramos divertido. Pero ahora est¨¢n reformulando conceptos fundamentales para la democracia como la realidad, la verdad, las conversaciones o la representaci¨®n. ?En qu¨¦ consiste hoy la democracia? Lo cierto es que vamos a votar y, antes de hacerlo, nos hemos formado una idea de lo que queremos a partir de la informaci¨®n recibida. Pensamos que, si estos votos se cuentan legalmente, estaremos representados. Pero incluso si los sufragios se computan correctamente, no sabemos c¨®mo funciona el proceso previo, c¨®mo pueden ser manipuladas esas preferencias. A¨²n estamos en un periodo en el que no hay poder pol¨ªtico en el mundo que pueda regular, y no prohibir o capar, las redes sociales.
P.?En C¨®mo perder un pa¨ªs identifica los pasos que llevan al deterioro de la democracia o, incluso, a la autocracia. ?C¨®mo ve a Espa?a?
¡°No perdamos m¨¢s tiempo en tratar de entender la confusi¨®n viralizada de los l¨ªderes populistas¡±
R.?Est¨¢n esperando a que haya un Gobierno, y ya saben hasta qu¨¦ punto puede ser agotador tener esperanzas y despu¨¦s quedar decepcionados. No est¨¢ pasando nada tan dram¨¢tico como en el Reino Unido o en Estados Unidos, pero avanzan por otro camino: la izquierda est¨¢ siendo disfuncional, provocando un vac¨ªo de poder.
P.?En su libro no aborda el populismo de izquierdas. ?Por qu¨¦?
R.?Me han preguntado por esto en el Reino Unido, en Francia, en Holanda, en Estados Unidos¡, pero me parece que esa cuesti¨®n solo distrae, quita el foco de atenci¨®n del populismo de derechas. Aunque es cierto que este ha adoptado hoy ciertos fragmentos del relato de la izquierda como, por ejemplo, el discurso sobre las personas oprimidas, cuando se ve qui¨¦n lo dice, a qui¨¦n y para conseguir qu¨¦, es muy sencillo separar al populista del popular.
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