?Y si prohibimos los vuelos cortos?
De la ¡®flygskam¡¯ (verg¨¹enza a volar, en sueco) se ha pasado al debate sobre si los gobiernos han de vetar los vuelos de trayectos cortos en los que exista una alternativa en tren
Un medio de transporte est¨¢ en el punto de mira de muchos activistas medioambientales desde hace a?os: el avi¨®n. La culpa la tienen las emisiones de gases de efecto invernadero tan altas que expulsan las aeronaves para transportar a los pasajeros si se comparan con otras alternativas m¨¢s limpias como el tren. De la flygskam (verg¨¹enza a volar, en sueco) que se extendi¨® entre muchos j¨®venes activistas en 2019 se ha pasado...
Un medio de transporte est¨¢ en el punto de mira de muchos activistas medioambientales desde hace a?os: el avi¨®n. La culpa la tienen las emisiones de gases de efecto invernadero tan altas que expulsan las aeronaves para transportar a los pasajeros si se comparan con otras alternativas m¨¢s limpias como el tren. De la flygskam (verg¨¹enza a volar, en sueco) que se extendi¨® entre muchos j¨®venes activistas en 2019 se ha pasado al debate sobre si los gobiernos han de vetar los vuelos de trayectos cortos en los que exista una alternativa en tren.
As¨ª lo pretende hacer Francia, que este mes ha recibido el visto bueno de la Comisi¨®n Europea para aplicar esa prohibici¨®n. Su ley de cambio clim¨¢tico lo prev¨¦ y finalmente Bruselas ha aceptado que se pueda hacer cuando sea posible cubrir la misma ruta en tren en menos de dos horas y media. De momento, la medida (que no tiene fecha a¨²n de aplicaci¨®n) afectar¨ªa a tres rutas. Paralelamente, las instituciones europeas han pactado endurecer el mercado de emisiones para que las aerol¨ªneas paguen m¨¢s por el di¨®xido de carbono que emiten los vuelos dentro de la UE. Y en el seno de la Organizaci¨®n de Aviaci¨®n Civil Internacional (OACI) se est¨¢ trabajando para poner en marcha en todo el mundo un sistema voluntario de compensaci¨®n de las emisiones de este sector para contribuir a la lucha contra el cambio clim¨¢tico.
Pero ?cu¨¢nto contribuye al problema del calentamiento global la aviaci¨®n? Seg¨²n el ¨²ltimo informe de revisi¨®n del IPCC ¡ªel panel de expertos de la ONU que sientan las bases sobre la ciencia del cambio clim¨¢tico¡ª, los vuelos expulsaron en 2019 el 2,79% de todas las emisiones de di¨®xido de carbono (el principal gas de efecto invernadero) de la econom¨ªa mundial. Pero el mismo IPCC pon¨ªa un ejemplo: solo el 1% de la poblaci¨®n mundial es responsable del 50% de todas las emisiones de la aviaci¨®n comercial del planeta. Todo sector del transporte acumula el 23% de las emisiones mundiales de di¨®xido de carbono. Los veh¨ªculos que circulan por las carreteras son responsables del 70% de las emisiones del transporte, seguidas de las a¨¦reas (12%), mar¨ªtimas (11%) y las del ferrocarril (1%).
Adem¨¢s, el ritmo de crecimiento de las emisiones de la aviaci¨®n preocupa a los cient¨ªficos y activistas. Entre 2010 y 2019, los gases de efecto invernadero expulsados por los vuelos nacionales e internacionales crecieron a un ritmo anual del 3,3%, la tasa m¨¢s alta de todo el sector del transporte (las de los desplazamientos por carretera aumentaron a un ritmo del 1,7%, por ejemplo). Y lo que se pronostica para las pr¨®ximas d¨¦cadas es que siga esa carrera ascendente si no se aplican medidas realmente efectivas para sustituir los actuales combustibles f¨®siles que alimentan los aparatos.
En la lucha mundial contra el cambio clim¨¢tico hay un coladero: la aviaci¨®n y el transporte mar¨ªtimo internacional, de cuyas emisiones no se responsabiliza ning¨²n pa¨ªs y, por lo tanto, se quedan fuera de los planes nacionales de recorte de gases que todos los firmantes del Acuerdo de Par¨ªs deben presentar. Eso hace que el nivel de ambici¨®n sea m¨¢s bajo en ambos sectores, como advert¨ªan los expertos del IPCC en ese ¨²ltimo informe, publicado en abril. ¡°En algunos casos, especialmente en la aviaci¨®n y el transporte mar¨ªtimo, los acuerdos sectoriales han adoptado objetivos clim¨¢ticos de mitigaci¨®n que est¨¢n muy por debajo de lo que se requerir¨ªa para lograr el objetivo de temperaturas a largo plazo del Acuerdo de Par¨ªs¡±, alertan estos cient¨ªficos.
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