Al romperse el juguete se ve por dentro
C¨®mo sientes que malgastas tu vida cuando ves los prodigios de algunos, no para llegar a fin de mes, sino para tener de sobra para haber llegado ya al fin de la d¨¦cada este mismo mes
Con los sustos en bancos de Estados Unidos y, por ahora, en el Credit Suisse, me he acordado de Orson Welles, que adem¨¢s de ser un genio del cine ten¨ªa buenas frases. ¡°Director de cine es la ¨²nica profesi¨®n en la que puedes ser un completo incompetente y tener ¨¦xito durante 30 a?os sin que nadie lo descubra¡± (donde dice director de cine, d¨ªgase banquero). ¡°Mi gran aportaci¨®n a Ciudadano Kane fue la ignorancia, no sab¨ªa que hubiera...
Con los sustos en bancos de Estados Unidos y, por ahora, en el Credit Suisse, me he acordado de Orson Welles, que adem¨¢s de ser un genio del cine ten¨ªa buenas frases. ¡°Director de cine es la ¨²nica profesi¨®n en la que puedes ser un completo incompetente y tener ¨¦xito durante 30 a?os sin que nadie lo descubra¡± (donde dice director de cine, d¨ªgase banquero). ¡°Mi gran aportaci¨®n a Ciudadano Kane fue la ignorancia, no sab¨ªa que hubiera cosas que no se pod¨ªan hacer¡± (en algunos bancos est¨¢n todo el rato descubriendo cosas que no se pueden hacer, es m¨¢s, les pagan por eso, y es su gran aportaci¨®n). ¡°El mundo lo manejan unas 2.000 personas, el resto somos reba?o¡± (pues eso).
C¨®mo sientes que malgastas tu vida cuando ves los prodigios de algunos, no para llegar a fin de mes, sino para tener de sobra para haber llegado ya al fin de la d¨¦cada este mismo mes. Por qu¨¦ no estudi¨¦ algo realmente ¨²til. C¨®mo me gustar¨ªa arruinarme una vez, una sola, por ver c¨®mo es sentir ese p¨¢nico y luego el subid¨®n cuando te rescatan los contribuyentes. Recuerdo un empresario que me dijo: ¡°Yo no trabajo, gano dinero¡±. Y se re¨ªa de ti que trabajabas. Como dos especies distintas que conviven en el planeta, sin mezclarse. Aunque yo, cuando trato a alguien muy rico, siento un deseo irrefrenable de que me considere amigo suyo.
Con Credit Suisse, igual que con Deutsche Bank, se podr¨ªa hacer un thriller de seis temporadas. En los ¨²ltimos tiempos hemos sabido que el banco suizo prestaba fortunas inveros¨ªmiles a sujetos alarmantes, como un multimillonario que invert¨ªa en derivados locos (Archegos Capital) hasta que quebr¨® aparatosamente o dirigentes corruptos de Mozambique que se forraban con la excusa de modernizar la flota atunera. Tambi¨¦n ha blanqueado dinero de narcotraficantes b¨²lgaros y la filtraci¨®n de los Suisse Secrets permiti¨® conocer a miles de clientes que, puestos en fila, parecen un casting para el malo de James Bond: dictadores asi¨¢ticos y africanos, gerifaltes venezolanos, mafiosos de la ¡®Ndrangheta, un cardenal del Vaticano, ah, y el inevitable Borb¨®n bisnieto de Franco y fan de Vox. En 2000 el consejero delegado dimiti¨® porque el banco espi¨® a sus propios dirigentes (acab¨® en el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional). A ese nivel funcionan al rev¨¦s del mundo: en el nuestro, para que te den una hipoteca tienes que demostrar que no tienes ni multas de aparcamiento y eres m¨¢s de fiar que el Dal¨¢i Lama, pero en ese otro, cuanto m¨¢s impresentable seas, m¨¢s puntos tienes.
Cuando se rompe el juguete por un momento ves el mecanismo por dentro. Suele aparecer gente como el banco nacional de Arabia Saud¨ª, que resulta que es en realidad quien sosten¨ªa a Credit Suisse. Lo que vemos es una ilusi¨®n, un mundo en el que debatimos sobre derechos humanos, el futuro del planeta, la reforma de las pensiones y nos entretenemos con Masterchef. Es una cosa muy plat¨®nica: aqu¨ª en la caverna de las redes sociales tenemos una falsa sensaci¨®n de estar informados, pero solo vemos sombras. A veces los simples mortales percibimos se?ales: ¡°Huy, qu¨¦ raro, el Mundial va a ser en Qatar¡±, cosas as¨ª. O la misma guerra de Ucrania. Explota un gasoducto del mar del Norte, aparece un globo chino en Wisconsin y un dron estado?unidense se pasea por el mar Negro y choca con un caza ruso. Destellos en la niebla. Te preguntas qu¨¦ estar¨¢ pasando. Ya nos enteraremos, es m¨¢s, me temo que un d¨ªa nos vamos a enterar.
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