Sesi¨®n golfa en el Congreso

En Taxi Driver un taxista se interesa por la pol¨ªtica, va a la sede de un partido, conoce a una candidata, la invita a salir y van al cine. Pero ah¨ª el espectador se da cuenta de lo loco que est¨¢, porque la lleva a ver una porno, y ¨¦l no es consciente de que haya nada raro. En la extra?a burbuja en la que vive tiene sentido.

La pandilla de uno de mis hermanos se pas¨® un verano pensando c¨®mo meter un ladrillo en el buz¨®n de un vecino. Les parec¨ªa gracios¨ªsimo, imaginar el momento en que el tipo lo abriera y se quedara estupefacto, pensando c¨®mo demonios hab¨ªa entrado eso ah¨ª. Lo contaban como si fuera la broma del siglo, y uno se admiraba de que pudieran dedicarle tantas energ¨ªas, solo por ver el careto del vecino.

Como habr¨¢n adivinado, esta columna va de Vox y su moci¨®n de censura con Ram¨®n Tamames. No s¨¦ qu¨¦ me hace m¨¢s gracia, que Vox se lo tome a la ligera o que el PSOE se lo tome en serio, no hacen m¨¢s que estirar el chiste. Merecer¨ªa un nuevo ep¨ªgrafe en el reglamento: las mociones para pasar el rato. Como ese d¨ªa que iba a clase un profesor suplente o un m¨¦dico, padre de uno del B, a hablar de su trabajo. Romp¨ªa la rutina. Aqu¨ª no se sabe bien cu¨¢l es el reto, parece imposible o¨ªr algo monstruoso de Pedro S¨¢nchez que no se haya dicho ya, Vox y el PP han agotado las met¨¢foras hace a?os. Yo, desde luego, en cuanto diga Gobierno Frankenstein o que S¨¢nchez es socio de ETA ya me voy a distraer, espero nuevas cotas de maldad. Pero bueno, cada entrevista que da Tamames, siempre haciendo como que no quer¨ªa darla, aumenta las expectativas de una tarde imprevisible, y esto es muy de agradecer.

Como en Taxi Driver, esta ocurrencia es reveladora de las burbujas en que vivimos en Espa?a, y unos m¨¢s que otros. Que en el mundo de Vox lo que diga S¨¢nchez Drag¨® vaya a misa, que les parezca una genialidad t¨¢ctica que uno que fue comunista hace medio siglo ri?a a un Gobierno de izquierda, que crean que se van a tambalear las conciencias como si Tamames fuera un premio Nobel, y que en sus medios afines le den trascendencia ¨¦pica. Desde fuera es todo muy marciano, de verdad. La izquierda tambi¨¦n tiene su burbuja, por supuesto, donde creen realmente que si decretan que el mes de julio se empieza a llamar Thermidor van a cambiar la historia (aunque luego se quede en el nombre de una salsa), se diserta obsesivamente sobre el sexo del ornitorrinco y ven m¨¢s fachas que habitantes hay en el censo.

Son dos mundos que no se tratan, que no se conocen, que se mitifican y se demonizan. Los algoritmos mantienen a cada uno en el suyo, alimentando sus man¨ªas, y ya no conozco a casi nadie que lea m¨¢s de un peri¨®dico. Lo comprendo, ir de una burbuja a otra es muy desconcertante. Describen mundos ajenos. Te asomas a la prensa de derechas y ves que llevan dos d¨ªas hablando, yo qu¨¦ s¨¦, de los pezones de Ione Belarra y t¨² ni te hab¨ªas enterado, y tampoco te enteras de d¨®nde est¨¢ la gracia. Chistes privados que no pillas. Lo de Tamames es un chiste privado que quiz¨¢ no deb¨ªa haber salido de la comida en que se dijo (y ayudar¨ªa saber si fue en los entrantes o en los pacharanes). No consigo tom¨¢rmelo en serio, lo siento. Ahora bien, ya que ha salido: Tamames, queremos una tarde inolvidable, rompe todo, danos 10 memes. Y la pr¨®xima vez, que Podemos lleve a Mart¨ªn Villa, el PSOE a Felipe Gonz¨¢lez, cosas as¨ª. Sesiones golfas en el Congreso, para los amantes de lo friki.

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