Macarra y mamporrero
La definici¨®n del ¡®Diccionario¡¯ dice: ¡°En las paradas, persona que dirige el miembro del caballo en el acto de generaci¨®n¡±
El alcalde de Madrid, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida, acus¨® el 10 de diciembre al ministro ?scar Puente de ser un macarra y un mamporrero por haberle bloqueado como seguidor. Una vez m¨¢s, la altura del debate pol¨ªtico no mereci¨® ese n¨²cleo del sintagma: habr¨ªa que referirse m¨¢s bien a su bajura.
Sin embargo, la acci¨®n de bloquear a alguien se parece poco a la de un macarra, porque abandonar la gresca haciendo caso omiso del contrincante no suele formar parte de las caracter¨ªsticas de quien merece ese calificativo (¡°persona agresiva, achulada¡±).
Semanas antes, Puente ya hab¨ªa sido calificado por Miguel Tellado, dirigente del PP, como ¡°mat¨®n de patio de colegio¡±, a causa de un incidente en el que intent¨® defenderse¡ de un mat¨®n de patio de colegio.
Ahora bien, para una columna sobre lenguaje tiene m¨¢s inter¨¦s el t¨¦rmino ¡°mamporrero¡±, tambi¨¦n arrojado contra Puente. Dudo que Almeida conozca su extendido significado en la Espa?a rural, relativo a un digno oficio que algunos convierten en insulto.
La primera aparici¨®n de ¡°mamporrero¡± en un diccionario data de 1917, cuando la recoge en el suyo el helenista, traductor y acad¨¦mico valenciano Jos¨¦ Alemany Bolufer (1866-1934), que elabor¨® un repertorio l¨¦xico muy atento a la lengua hablada. Su definici¨®n de esa palabra dec¨ªa: ¡°En las casas de parada, individuo que se dedica a dirigir el miembro del caballo a la vagina de la yegua, para evitar posibles errores y que el animal eyacule antes de tiempo¡±. (Una parada es aqu¨ª el ¡°lugar donde los caballos cubren a las yeguas¡±). La Academia incorporar¨ªa ¡°mamporrero¡± a su diccionario en 1970, con una definici¨®n m¨¢s delicada: ¡°En las paradas, persona que dirige el miembro del caballo en el acto de la generaci¨®n¡±. (Obviamente, no se refer¨ªa a la energ¨ªa e¨®lica).
El mamporrero ha de preocuparse sobre todo de la salud de la yegua, para que no sufra da?os; y de tal funci¨®n se suelen encargar hoy los veterinarios.
Las academias han recogido otra acepci¨®n muy recientemente en sus versiones digitales (no est¨¢ en la impresa de 2014, aunque s¨ª en el diccionario de Seco, 1999): ¡°Persona que ama?a algo en beneficio de otra¡±. Pero en el caso de Puente el contexto no proyectaba ninguna idea de ¡°preparar algo con enga?o o artificio¡± (eso es ama?ar), sino la de ejercer el derecho de bloqueo; lo que en la vida real viene siendo darse la vuelta.
Obviamente, Almeida habr¨¢ pensado al usar ¡°mamporrero¡± en el sustantivo ¡°mamporro¡±, que significa ¡°golpe¡±; pero lo habr¨¢ hecho sin el amparo del Diccionario (al menos por ahora). Ni de los hechos.
¡°Mamporro¡± se forma sobre ¡°mano¡± y ¡°porra¡±, precisamente los dos elementos que utiliza el mamporrero, quien agarra con la mano algo que puede asimilarse metaf¨®ricamente con la maza de los guardias. Esta identificaci¨®n de ¡°porra¡± y el miembro viril viene de lejos, como atestigua una vieja jota castellana: ¡°La mujer del se?or guardia / esa s¨ª tiene fortuna / porque ella toca dos porras / y las dem¨¢s s¨®lo una¡±.
Una visita a los bancos de datos de la Academia permite encontrar ejemplos literarios de ¡°mamporrero¡± con su sentido tradicional en Juan Benet, Javier Mar¨ªas, Remedios Zafra, Agust¨ªn Garc¨ªa Sim¨®n, Miguel S¨¢ez Carral¡ Y con significados despectivos y arbitrarios, en algunos textos period¨ªsticos.
Seguramente Almeida ser¨¢ partidario de que el Diccionario incorpore pronto su idea personal de ¡°mamporrero¡± para se?alar tambi¨¦n a quien reparte mamporros. Pero imagino que eso no les gustar¨ªa mucho a los profesionales de tan fecunda misi¨®n.
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