Sarah MacNair-Landry, la exploradora que creci¨® rodeada de perros y nieve
La canadiense, de 33 a?os, hija de dos gu¨ªas polares, es la persona m¨¢s joven en explorar los dos polos y documenta el cambio clim¨¢tico en sus viajes
Si usted no encuentra a Pap¨¢ Noel en Laponia, el Polo Sur o el Polo Norte, a lo mejor se la encuentra a ella. La canadiense Sarah McNair-Landry (33 a?os) no es un elfo, pero vive entre glaciares y auroras boreales. Su esp¨ªritu de supervivencia y aventura parecen el guion de un videojuego: es la persona m¨¢s joven en explorar los polos y, junto a su hermano Eric, han revolucionado las expediciones con deportes como el kitesurf para atravesar Groenlandia o el ?rtico impulsados por el viento. Siempre con una c¨¢mara sobre sus cascos para documentar los viajes y el cambio clim¨¢tico.
¡°Hay que inspirar a los j¨®venes para que salgan, para que conozcan y cuiden el planeta. Que est¨¦n activos. Igual pasa con el fr¨ªo, si te quedas quieto te congelas¡±, comenta la exploradora. McNair vive en una casa m¨®vil de materiales reciclados que ha construido con su novio, Erik Boomer ¡ªtambi¨¦n aventurero y experto en kayak¡ª, en Iqaluit, un rinc¨®n de la g¨¦lida y gigante isla de Baffin (Canad¨¢). All¨ª creci¨® rodeada de perros y nieve, sin televisi¨®n ni carreteras, con dos padres gu¨ªas polares que le ense?aron a convivir con temperaturas tan fr¨ªas que los term¨®metros no las registran, y a amar los paisajes blancos y desiertos.
No la encontrar¨¢n en un resort caribe?o, a pesar de haber atravesado el S¨¢hara en camello o el Gobi en kite boogie. Su zona de confort es el fr¨ªo. Sarah McNair-Landry dirige la empresa Northwinds, que realiza expediciones y documentales por las zonas m¨¢s g¨¦lidas de la Tierra. Es la primera mujer certificada por la International Polar Guides Association como gu¨ªa maestra de los polos y National Geographic la considera una de las aventureras top del mundo. A los 17 a?os alcanz¨® el Polo Norte con su familia sobre un trineo que surcaba noches fluorescentes. Con 19, una estatua la esperaba en el coraz¨®n del Polo Sur: Lenin. Los sovi¨¦ticos la plantaron all¨ª despu¨¦s de romper la Ant¨¢rtida con tractores.
En muchos lugares que ha pisado nunca ha estado un ser humano, pero se percibe su presencia. Los inuit le hablan de animales desaparecidos, de deshielos y grietas por caminos milenarios. Con su hermano recorri¨® el m¨ªtico Pasaje del Noroeste, m¨¢s de 3.000 kil¨®metros de placas de hielo donde se unen los oc¨¦anos Atl¨¢ntico y Pac¨ªfico. La traves¨ªa no se hab¨ªa completado desde 1906. En el trayecto se toparon con un horizonte roto. Tuvieron que desviarse 550 kil¨®metros. Ese d¨ªa les deparaba otra sorpresa: un oso polar hambriento.
Los McNair forman un t¨¢ndem casi perfecto. El patio de su casa era la estepa donde jugaban de ni?os imaginando megaciudades lejanas. Aquel d¨ªa en el Pasaje del Noroeste la naturaleza les record¨® su crudeza: Eric se defendi¨® del oso con una pala mientras su hermana buscaba una pistola. Sarah ten¨ªa que elegir entre su hermano o el animal. Dispar¨® al aire y el oso se alej¨®. El terror qued¨® grabado como un tatuaje.
El activista estadounidense Will Steger conoce al t¨¢ndem. Ellos le ense?aron a volar en kitesurf. Para un explorador de la vieja escuela, de mapas y trineos, fue una revelaci¨®n. ¡°Han hecho casi todo. Su reto es encontrar otro gran reto¡±, detalla.
Sarah McNair-Landry a¨²n se f¨ªa de sus perros, pero aprovecha la tecnolog¨ªa: GPS, equipos de grabaci¨®n, drones. En Google Earth encontr¨® dos r¨ªos desconocidos en Groenlandia. El descubrimiento se tradujo en el documental Into Twin Galaxies. Al comienzo de la expedici¨®n Sarah iba tan r¨¢pido que su kite se elev¨® por el aire y cay¨® como una piedra. Se rompi¨® el casco y parte de una v¨¦rtebra. Su pareja, que la acompa?aba, le suplic¨® que regresaran, pero ella continu¨®. Boomer evita utilizar la palabra terquedad y prefiere car¨¢cter. Ella sonr¨ªe cuando se lo recuerdan. En los viajes nunca falta determinaci¨®n y chocolate, cajas enteras.
National Geographic sigue sus viajes desde 2007, aunque ella se detiene tambi¨¦n en historias invisibles como el documental Pour ne pas perdre le Nord (para no perder el norte), un corto que denuncia las monta?as de basura que se acumulan en los poblados del ?rtico. Tambi¨¦n apoya instalaciones art¨ªsticas como Gauge, donde ense?a las murallas blancas que emergen del agua y son pintadas por artistas. Para sus equipos utiliza energ¨ªas renovables y recupera t¨¦cnicas inuit para la elaboraci¨®n de kayaks a trav¨¦s de la red Qajakkut. Las redes han dado visibilidad a sus aventuras, y aunque hay clientes que van tras la imagen para Instagram, ella les transmite respeto por el medio ambiente.
En 2019 recibi¨® el Premio Aventurera del Siglo 21 del European Outdoor Film Tour, el evento cinematogr¨¢fico de exploraciones m¨¢s grande del continente. La adrenalina por colarse en nuevos pliegues del planeta y de compartir su belleza, le dan esperanzas para el futuro. Una de sus aventuras m¨¢s simb¨®licas fue repetir el viaje pionero de sus padres alrededor de la isla de Baffin, tan grande como Espa?a. Cuatro meses recorriendo un mundo lunar y sordo. Quienes la buscan muchas veces esperan a un hombre mayor y barbado para que les gu¨ªe y se encuentran a la reina de las nieves.
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