Pamela Soto, fil¨®sofa: ¡°Esta democracia sirve para elegir representantes, pero no nos permite tener una mejor vida¡±
Experta en la obra de Mar¨ªa Zambrano, la investigadora chilena defiende que hay que pensar el sistema pol¨ªtico desde la experiencia de quienes lo viven en sus m¨¢rgenes
La fil¨®sofa chilena Pamela Soto (48 a?os, Valpara¨ªso) atiende la entrevista en lo alto de un cerro, con la ciudad-puerto de Valpara¨ªso a los pies y el oc¨¦ano Pac¨ªfico en el horizonte. Antes de ahondar en sus ¨¢reas de investigaci¨®n ¡ªdemocracia, educaci¨®n y feminismo¡ª ense?a orgullosa las vistas de su localidad desde la Universidad Federico Santa Mar¨ªa, donde comenz¨® a dar clases recientemente. En muchas de las ideas de la integrante de la Red de Fil¨®sofas Feministas sobre el agotamiento de la democracia representativa y la necesidad de ofrecer respuestas directas a la ciudadan¨ªa se cuela el pensamiento filos¨®fico de la malague?a Mar¨ªa Zambrano (1904-1991). En el a?o que acaba de terminar, Soto public¨® Mar¨ªa Zambrano: los tiempos de la democracia (Herder), donde repasa las cicatrices de su exilio de casi medio siglo y plantea alternativas al sistema en su forma actual.
Pregunta. ?Por qu¨¦ se interes¨® en estudiar la democracia?
Respuesta. Yo viv¨ª hasta la adolescencia en dictadura, en Valpara¨ªso, una ciudad que siempre ha buscado mayor independencia en relaci¨®n con Santiago. Hab¨ªa muchas categor¨ªas pol¨ªticas que yo escuchaba de ni?a y que no entend¨ªa bien. Con el paso de los a?os se consolidaron en una mirada de c¨®mo pensar la democracia, que yo siempre la hab¨ªa categorizado como algo muy positivo. Cuando empec¨¦ a dar clases sobre democracia, sin embargo, me encontr¨¦ con ni?os de 10 a?os que, tras una experiencia de vida llena de marginalizaci¨®n en su familia, en la escuela, en el barrio, me dijeron que la democracia era injusta.
P. ?C¨®mo impact¨® esa declaraci¨®n en su trabajo?
R. Para m¨ª ha sido el shock te¨®rico m¨¢s fuerte que he tenido. Hasta 2011 yo hab¨ªa pensado la categor¨ªa de democracia desde la filosof¨ªa, no desde la experiencia. Con ese diagn¨®stico de un ni?o uno se pregunta qu¨¦ hemos hecho con la democracia¡ Al final se transforma en un significante vac¨ªo. Sirve para elegir representantes, s¨ª, pero no est¨¢ permitiendo tener una mejor vida. ?Qu¨¦ pasa cuando mi experiencia no es positiva? Ah¨ª empec¨¦ a pensar en otras dimensiones de la democracia y no exclusivamente en un modelo de Gobierno.
P. ?A qu¨¦ conclusi¨®n ha llegado?
R. Para m¨ª no tiene sentido tratar de llegar a la democracia griega como un ideal. Nuestro presente nos exige una democracia mucho m¨¢s participativa y cotidiana. Es evidente el desgaste de esta democracia para la ciudadan¨ªa, marcada por acciones desp¨®ticas y autoritarias. En ese espacio la democracia se nos diluye y eso me preocupa.
P. ?Cu¨¢l es ese espacio?
R. Lo pienso, por ejemplo, en la escuela, donde se mantienen relaciones muy jer¨¢rquicas. La opini¨®n de los estudiantes siempre queda marginalizada. En el trabajo pareciera que predomina la jerarqu¨ªa entre los grupos y eso siempre va a tener elementos de despotismo, ya que solo un grupo toma las decisiones. Es necesario incorporar nuevas lecturas de la democracia, si no se desvitaliza. Mi preocupaci¨®n, vinculada a los hast¨ªos y el agotamiento de la democracia representativa, tiene que ver con que cualquier decisi¨®n pol¨ªtica llega muy lenta a nuestra vida, por lo tanto, pareciera que la pol¨ªtica est¨¢ muy fuera de nuestra cotidianidad.
P. ?C¨®mo cree que nos podemos organizar mejor?
R. La categor¨ªa Estado-naci¨®n homogeniza y diluye demasiado la diferencia, por lo tanto, quedamos no representados o no nos sentimos vinculados. Es la l¨®gica metropolitana que deja todas las diferencias de los lugares absolutamente invisibilizadas. Cuando uno habla de un territorio no se refiere al suelo, sino a las din¨¢micas de relaci¨®n que se dan en ese lugar espec¨ªfico, que son superdistintas. Por eso creo que las democracias no funcionan, porque empiezan a homogeneizar y tenemos demasiadas diferencias que, si no se ven, nos perdemos.
P. ?Qu¨¦ alternativa plantea?
R. Democracias comunales, donde cada uno de los espacios ciudadanos va teniendo m¨¢s impacto, de modo que yo pueda ver r¨¢pidamente una mejora. No digo que es la soluci¨®n a todos nuestros problemas, sino que necesitamos formas de gobierno que permitan que la pol¨ªtica p¨²blica llegue de forma m¨¢s directa para que lo pol¨ªtico no se vea como un segundo momento de mi vida. Hoy pareciera que la pol¨ªtica funciona completamente ajena a lo que me pasa e impide que pueda ser colectivo, y eso genera miedo, vac¨ªo y un limbo donde no hay protecci¨®n.
P. ?La pol¨ªtica est¨¢ utilizando m¨¢s la herramienta del miedo?
R. La pol¨ªtica siempre la usa y va variando qui¨¦n es el enemigo: los migrantes, la delincuencia desatada o incluso el clima. Hay un uso del control de las poblaciones muy arraigado en distintos planos relacionado con c¨®mo las mantengo preocupadas de cosas que no tengan que ver con c¨®mo organizarse colectivamente. El dispositivo de seguridad opera muy bien para mantener a los otros separados de m¨ª y es la forma en que se nos vende el control del miedo. Frente a ese control podemos actuar individual o colectivamente, y mi apuesta es la segunda.
P. ?Qu¨¦ piensa del exilio?
R. La categor¨ªa de exilio nos muestra que es posible vivir sin soberano y justamente el castigo pol¨ªtico consiste en sacarte de este contexto, de esta historia donde t¨² estabas, donde armaste redes. Cuando muere Franco, Zambrano dice que no estaba alegre, nadie le iba a devolver la vida que no pudo vivir, ni a los amigos que murieron ni todo lo que ten¨ªa prometido. Hay que pensar desde todas las amplitudes y recuperar las memorias que quedaron truncadas. Me preocupa que la pol¨ªtica y pensar distinto tengan un castigo.
P. ?Chile, a 50 a?os del golpe de Estado, est¨¢ trabajando en recuperar la memoria?
R. No. Todav¨ªa tenemos mucho que hacer y en este a?o de profunda reflexi¨®n hay que seguir profundizando. Como Red de Fil¨®sofas Feministas estamos indagando sobre las fil¨®sofas exiliadas. Es vital conocer nuestra historia reciente para sentirnos parte de un lugar, habitar una ciudad, vivir en un contexto, entender qu¨¦ soy. Zambrano dec¨ªa que el tiempo no es lineal, es prospectivo y proyectivo a la vez, y esa experiencia vital de sentir que soy todas las mujeres que han vivido en este territorio y ser¨¦ las que lo vivir¨¢n es lo que nos falta. Esa vida colectiva tambi¨¦n del pasado y el futuro.
P. As¨ª como, seg¨²n plantea, la democracia ha perdido su significado ?qu¨¦ ha pasado con el feminismo? ?En qu¨¦ est¨¢n pensando las feministas?
R. Hoy vemos una pol¨ªtica internacional relacionada con las desigualdades de las mujeres en ciencia, tecnolog¨ªa, ingenier¨ªa y matem¨¢ticas. De aqu¨ª a 2050, un gran porcentaje de los empleos van a estar vinculados a estas ¨¢reas, por lo tanto, si las mujeres no ingresan a esas carreras, el nivel de desigualdad va a aumentar y eso es absolutamente preocupante. Ya no puedes pensar en pol¨ªtica sin pensar en tecnolog¨ªa, que avanza y se mueve a gran velocidad.
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