El lado correcto de la histeria

Querr¨ªa empezar el a?o con una lista de prioridades, pero tengo nublado el entendimiento, he perdido la br¨²jula de lo que es importante. Me distraigo con facilidad y si te asomas a la mayor¨ªa de los diarios digitales te entran serias dudas de que lo de Gaza sea tan importante o m¨¢s que Taylor Swift. Y eso que ah¨ª tienen que ponerle orden a las cosas, si te llega todo mezclado o ni te llega ya lo tienes clar¨ªsimo: lo m¨¢s importante del d¨ªa es un zasca de no s¨¦ qui¨¦n o las asombrosas propiedades del ruibarbo. Vivimos en un l¨ªo de prioridades porque hoy todo parece importante, trascendental. Lo que vemos, aparentemente simple, trasciende en realidad a niveles profund¨ªsimos, todo tiene un sentido oculto decisivo. Claro, uno no quiere quedarse atr¨¢s en mostrar su perspicacia, su lucidez, su intuici¨®n, su sexto sentido, su compromiso pol¨ªtico, su estar del lado correcto de la histeria: tenemos que elegir un bando donde se oye siempre m¨¢s a los m¨¢s exaltados.

El otro d¨ªa la exalcaldesa de Pamplona dijo eso de que prefer¨ªa fregar escaleras a pactar con Bildu. Yo creo que cualquiera entiende lo que quiere decir, por m¨¢s que se pudiera decir mejor, y no le da m¨¢s vueltas al asunto. Pero no s¨¦ cu¨¢nta gente sali¨® indignada a decir que su madre o su abuela fregaba suelos. Se crean debates de las an¨¦cdotas, y en ese ayuntamiento hubiera sido m¨¢s interesante escuchar las razones de unos y otros, y no, de nuevo, frases huecas o hist¨¦ricas de sus protagonistas. Tambi¨¦n se muere Ar¨¦valo y le ponen a parir. ?Hay que abrir un proceso p¨®stumo a un se?or que llevaba d¨¦cadas fuera de la circulaci¨®n? Sus chistes han envejecido mal, aunque yo creo que ya eran viejos cuando los contaba, pero es poco edificante ver que ante su fallecimiento se saque el bistur¨ª para escarbar en lo reprochable y lo imperdonable. Vivimos rodeados de almas puras, obsesionadas al mismo tiempo con que nadie las pille en un paso en falso y las echen del club. Es un error creer que conocemos a alguien solo porque es conocido, deshumanizarlo al convertirlo en categor¨ªa. Basta ver, en cambio, c¨®mo hablamos de quien conocemos realmente, con tacto, con contexto, c¨®mo disculpamos sus defectos. Se sopesan las palabras, no somos taxativos. Y no digamos si se muere. El problema es de qu¨¦ hablar (muchas semanas dejar¨ªa en blanco esta columna) cuando no hay tiempos muertos y nunca se interrumpe el cotorreo. Dejar pasar la ocasi¨®n de decir algo debe de ser dificil¨ªsimo, es una continua b¨²squeda del error o la ofensa.

Con estas cosas, igual que con el esperpento de Nochevieja en Ferraz, pienso: esto, antes de las redes, no habr¨ªa sido noticia. Es decir, un peri¨®dico, un telediario, un programa de radio, probablemente no hubiera dado nada. O algo peque?ito. ?Por qu¨¦? Porque hab¨ªa prioridades y son cosas anecd¨®ticas. Tienes a unos pringados dando palos a un mu?eco que dicen que es el presidente del Gobierno, aunque hay que cre¨¦rselo, porque no se parece nada y podr¨ªa ser un dependiente de El Corte Ingl¨¦s. Son una panda de b¨¢rbaros y ver lanzar una cuerda sobre un sem¨¢foro para hacer una horca me pone los pelos de punta, pero ?tenemos que pasar una semana hablando de estos energ¨²menos? Evidentemente todo se habr¨ªa resuelto en una hora si cualquier partido serio dice que eso es una patochada miserable y no se ahorca a nadie ni en broma. Hoy nos pirran las paradojas, los tropezones, el exabrupto, lo extravagante. La informaci¨®n como entretenimiento y la seriedad impostada. Y algunos partidos tambi¨¦n se desorientan.

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