?Es delito apalear un mu?eco de S¨¢nchez?
Juristas analizan los precedentes y recorrido penal de la incitaci¨®n al odio relacionada con la ideolog¨ªa
¡°Creemos que lo ocurrido puede estar incluido dentro de un delito de odio¡±, tuite¨® este lunes el PSOE, a prop¨®sito de lo sucedido en Nochevieja frente a la sede del partido en la calle Ferraz, donde un grupo de personas apale¨® a un mu?eco de Pedro S¨¢nchez mientras gritaba: ¡°?Hay que acabar con ¨¦l!¡± y ¡°?Rojo de mierda, cobra, que es lo que mereces!¡±. El incidente ha reabierto el debate sobre los l¨ªmites de la libertad de expresi¨®n y los llamados delitos de opini¨®n en un momento en el que los socialistas han accedido a estudiar la despenalizaci¨®n de las injurias a la Corona a propuesta de Sumar. No es la primera vez que ocurre algo similar. EL PA?S analiza con expertos los precedentes y el recorrido penal de este tipo de denuncias.
Odian mucho, pero son pocos.
— Pilar Alegr¨ªa (@Pilar_Alegria) January 1, 2024
Empezaron asediando las sedes del PSOE y ahora simulan el ahorcamiento del presidente del Gobierno. ?Basta ya!
La inmensa mayor¨ªa nos felicitamos el a?o nuevo y nos deseamos lo mejor unos a otros.
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El art¨ªculo 510 del C¨®digo Penal establece que ser¨¢n castigados con una pena de prisi¨®n de uno a cuatro a?os ¡°quienes p¨²blicamente fomenten, promuevan o inciten directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminaci¨®n o violencia contra un grupo o una persona por motivos racistas, de ideolog¨ªa, religi¨®n, creencias, g¨¦nero, enfermedad, identidad sexual o incapacidad¡±, as¨ª como quienes elaboren y difundan materiales que sean ¡°id¨®neos¡± para ello. Adem¨¢s, prev¨¦ penas de prisi¨®n de seis meses a dos a?os para quienes ¡°lesionen la dignidad de las personas mediante acciones que entra?en humillaci¨®n, menosprecio o descr¨¦dito¡± de alguno de esos grupos o personas pertenecientes a ellos. ¡°Odiar¡±, explica el magistrado Joaquim Bosch, ¡°no es delito¡±. ¡°Llegan al juzgado atestados policiales porque alguien odia o ha llamado al odio a no s¨¦ qui¨¦n, pero eso no es delito. Para que lo sea ha de haber una incitaci¨®n a la violencia y unos supuestos determinados. El origen de esta figura, que procede de diversas resoluciones del Consejo de Europa, es proteger a colectivos vulnerables que han sido discriminados hist¨®ricamente, por eso hay jurisprudencia que descarta, por ejemplo, que pueda haber delitos de odio contra la Polic¨ªa o el jefe del Estado¡±.
La magistrada Natalia Velilla, autora del libro As¨ª funciona la justicia, coincide: ¡°Se ha vulgarizado el lenguaje jur¨ªdico, pero el delito de odio como tal no existe, lo que s¨ª existe es la incitaci¨®n a la violencia contra determinados colectivos¡±. ¡°La mayor¨ªa de denuncias de este tipo¡±, a?ade, ¡°quedan en nada¡±. La jueza, que apoya la propuesta de eliminar delitos de expresi¨®n para ¡°alinearse con lo que dicen los tribunales europeos y que dejen de tirarnos de las orejas en Europa por estos temas¡±, cree que en estos casos ¡°se hace trabajar a los juzgados y a la Fiscal¨ªa de manera innecesaria¡±. Al igual que Bosch, no cree que lo sucedido en Ferraz, por ¡°desagradable¡± que sea, deba perseguirse penalmente y recuerda que es un fen¨®meno recurrente: ¡°Se han colgado mu?ecos de Carles Puigdemont, de guardias civiles...¡±.
El catedr¨¢tico de Derecho Constitucional Juan Jos¨¦ Soloz¨¢bal, sin embargo, no cree que sea ¡°descabellado¡± recurrir a esta figura penal por lo sucedido en Ferraz: ¡°La libertad de expresi¨®n tiene unos l¨ªmites. Las dosis de violencia, de desprecio y deshumanizaci¨®n de esa protesta me han impresionado y s¨ª podr¨ªan considerarse una incitaci¨®n a la acci¨®n¡±.
Hace apenas unas semanas, el PSOE denunci¨® a Santiago Abascal, l¨ªder de Vox, ante la Fiscal¨ªa, por decir que el pueblo querr¨ªa ver a Pedro S¨¢nchez ¡°colgado por los pies¡±, lo que consider¨® una forma de ¡°incitar al odio e incluso a la violencia¡±. El partido ultra tambi¨¦n acus¨® a un tuitero de delito de odio por un motivo similar: pedir que Abascal y Roc¨ªo Monasterio fueran ¡°colgados como sus ¨ªdolos italianos¡±, en referencia a Mussolini. El magistrado Bosch recuerda otro caso parecido al de Ferraz: ¡°Un joven colg¨® un mu?eco de Abascal de un ¨¢rbol y con un tiro en la cabeza. Vox lo denunci¨® por delito de odio. Un juzgado de Castell¨®n lo descart¨®, pero s¨ª lo conden¨® por amenazas, al entender que prevalec¨ªa el elemento intimidatorio sobre la libertad de expresi¨®n¡±.
La protesta para tomar las uvas en Ferraz, donde se apale¨® el mu?eco de S¨¢nchez, fue organizada por Revuelta, marca juvenil de Vox. El partido ultra tambi¨¦n ha llevado a juicio por un presunto delito de odio al grupo feminista Subversives, de Castell¨®n, por unas pintadas que mostraban a Abascal con un punto rojo en la frente, simulando un disparo. El magistrado Bosch recuerda que este tipo de conductas afectan a todos los partidos y se?ala ¡°la doble vara de medir¡± seg¨²n qui¨¦n sea el afectado. El PP, cuyo l¨ªder, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, no ha condenado p¨²blicamente lo sucedido en Nochevieja frente a la sede del PSOE, tambi¨¦n ha recordado estos d¨ªas que miembros de Juventudes Socialistas simularon en una obra teatral haber guillotinado a Mariano Rajoy cuando era presidente. Y dirigentes populares han acusado al PSOE de ¡°hipocres¨ªa¡± por no reaccionar de la misma manera cuando se quemaron fotos de los Reyes. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, sin embargo, conden¨® a Espa?a en 2018 por imponer una pena de c¨¢rcel a dos manifestantes que quemaron una imagen de don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa en 2007. La sentencia de Estrasburgo estim¨® que ¡°la libertad de expresi¨®n se extiende a ¡®informaciones¡¯ e ¡®ideas¡¯ que ofenden, chocan o molestan¡± y rechaz¨® que los elementos usados en la protesta, como el fuego o la colocaci¨®n de la fotograf¨ªa quemada bocabajo, constituyeran un ¡°acto de odio o de incitaci¨®n a la violencia¡±. ¡°Incluso aunque el ¡®acto escenificado¡¯ incluyera la quema de una imagen, era una manera de expresar una opini¨®n en un debate sobre una cuesti¨®n de inter¨¦s p¨²blico, la instituci¨®n mon¨¢rquica¡±, a?ad¨ªa la sentencia.
Para Bosch, la sentencia de Estrasburgo establece que los cargos pol¨ªticos, incluido el jefe del Estado, ¡°tienen que soportar una mayor injerencia en su honor o reputaci¨®n¡± y que es ¡°el conjunto de la sociedad, no los tribunales, quien debe calificar las formas de protesta, rechazando algunas conductas que pueden ser desagradables¡±. La memoria de la Fiscal¨ªa General del Estado del a?o 2022 afirma que solo se formulan acusaciones ¡°cuando resulta acreditada en la investigaci¨®n que los hechos hayan traspasado los l¨ªmites jurisprudencialmente exigidos¡± y califica de ¡°preocupantes¡± las denuncias registradas por delitos de odio relacionados con el g¨¦nero y la ideolog¨ªa. En este ¨²ltimo caso, los relaciona directamente con ¡°la intolerancia que supone el rechazo a quien piensa de forma diferente¡± y la ¡°crispaci¨®n de las ¨¦pocas sociales de polarizaci¨®n¡±, que fue la ¡°palabra del a?o¡± 2023 para la Fundaci¨®n del Espa?ol Urgente (Fundeu).
El Grupo de Trabajo sobre la Libertad de Expresi¨®n (Libex), integrado por catedr¨¢ticos y profesores de Derecho Penal y Constitucional de distintas universidades, ha elaborado una especie de gu¨ªa jur¨ªdica para este tipo de casos, especialmente complejos por cuanto suponen, a menudo, de colisi¨®n de derechos fundamentales. As¨ª, explica c¨®mo ha de valorarse ¡°el riesgo¡±, evaluando la ¡°capacidad de influencia¡± sobre los dem¨¢s de quienes emplean el discurso de odio ¡°con motivo de ser, por ejemplo, un l¨ªder pol¨ªtico, religioso o de una comunidad¡± y la ¡°naturaleza y contundencia del lenguaje empleado¡± o si se trata de un hecho aislado o reiterado. El grupo de expertos tambi¨¦n enumera los posibles ¡°motivos de inadmisi¨®n o sobreseimiento¡± de denuncias por delitos de odio, entre otros, que no se dirija a ¡°colectivos vulnerables¡±, que la conducta denunciada nazca ¡°de una reacci¨®n emocional producto, por ejemplo, de una discusi¨®n acalorada e incontrolable¡± o que se haya producido en ¡°un contexto sat¨ªrico o de humor negro¡±.
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