Trump de nuevo a la Casa Blanca, el mayor temor para el futuro
La coyuntura internacional est¨¢ m¨¢s marcada por la geopol¨ªtica o la desinformaci¨®n que por los tipos de inter¨¦s
Treinta y cinco a?os es toda una vida. 1989 fue un a?o en el que, como ahora, la geopol¨ªtica figur¨® en el primer nivel de los an¨¢lisis que se hicieron, superando los meramente economicistas. Como en cualquier tiempo, hab¨ªa factores de pol¨ªtica internacional sugerentes, pero menores en el devenir de la humanidad: el final de la terrible dictadura de Stroessner en Paraguay; la victoria de la oposici¨®n democr¨¢tica en unas elecciones libres en el Chile de Pinochet; el entierro en Ir¨¢n de su m¨¢ximo l¨ªder, el ayatol¨¢ Jomeini; la preparaci¨®n en Sud¨¢frica para sacar de la c¨¢rcel, poco despu¨¦s, a Nelson Mandela, etc¨¦tera. Pero hubo dos elementos que sobresalieron por encima de los dem¨¢s y que cambiaron el rumbo de las cosas en el mundo entero: en China, la masacre de la plaza de Tiananm¨¦n, bajo el mandato del reformista Deng Xiaoping, y, sobre todo, la destrucci¨®n del muro de Berl¨ªn, el gran icono de la Guerra Fr¨ªa que asolaba al planeta desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Una estupenda exposici¨®n en Madrid (El muro de Berl¨ªn. Un mundo dividido) recoge ahora la historia de uno de los mayores s¨ªmbolos de fraccionamiento de la historia como un conflicto global entre dos sistemas, el comunismo y el capitalismo, que llev¨® al planeta al borde de la destrucci¨®n nuclear entre los a?os 1961 y 1989, que fue la etapa en la que dur¨® el muro de Berl¨ªn. Tambi¨¦n describe los procedimientos que ten¨ªan que utilizar los ciudadanos de esa ciudad para sobrevivir en un espacio que no les daba tregua.
Desde los a?os setenta ya se celebraba en Davos (Suiza) el Foro Econ¨®mico Mundial que trata de analizar desde unos puntos de vista muy concretos las tendencias de lo que est¨¢ ocurriendo o va a suceder. Hoy, casi 35 a?os despu¨¦s de la ca¨ªda piedra a piedra del Muro, la coyuntura est¨¢ marcada por la geopol¨ªtica y por la desinformaci¨®n como arma de guerra. Entonces, en 1989, se supo todo acerca del modo en que los ciudadanos de Alemania Oriental romp¨ªan las fronteras interalemanas casi de un momento para otro. Un oscuro funcionario del Partido Socialista Unificado de Alemania (G¨¹nter Schabowski, que por ello ha pasado a la historia), a preguntas de los periodistas en una conferencia de prensa radiada y televisada en directo, tartamude¨® y respondi¨®: ¡°Hasta donde s¨¦, se puede efectuar [el paso de una Alemania a la otra] inmediatamente, sin demora. Y se inici¨® la gran desbandada¡±.
En sentido contrario, de la masacre de la plaza de Tiananm¨¦n, cuando los tanques avanzaron para reprimir un movimiento a favor de la democracia, todav¨ªa hoy no se conoce cu¨¢nta gente muri¨® a manos del ej¨¦rcito chino y otras fuerzas de seguridad: las autoridades nunca dieron una cifra. Pudieron ser centenares o miles.
Entre los factores de riesgo que se han desarrollado este a?o en Davos tambi¨¦n sobresalen m¨¢s los geopol¨ªticos que los puramente econ¨®micos. Es sorprendente que muchos analistas hayan puesto por encima de los dem¨¢s la posibilidad de que Donald Trump (que arrasaba en las elecciones primarias republicanas del caucus de Iowa al tiempo que se desarrollaban las primeras reuniones de Davos) pueda volver a la Casa Blanca, con lo que ello significar¨ªa de aislacionismo ante conflictos como el de Ucrania o la existencia de una OTAN fuerte, proteccionismo y aumento de los aranceles, negacionismo clim¨¢tico y la multiplicaci¨®n de informaci¨®n falsa como uno de los mayores peligros ante la confluencia de comicios. Muchos de los an¨¢lisis publicados han sobrevolado m¨¢s en la posibilidad trumpiana de EE UU que, incluso, en las tensiones con China por la soberan¨ªa y el devenir de Taiw¨¢n, o el futuro de Ucrania y Gaza.
El mapa de riesgos crece, pero algunos de ellos se sit¨²an m¨¢s cerca del territorio amigo que de Rusia o China, de los que ya se conoce su capacidad de persuasi¨®n. La geopol¨ªtica como variable central para el comportamiento de los gobiernos, los agentes econ¨®micos y sociales, y los ciudadanos.
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