Caer en la trampa: la brecha no es generacional sino de clase social
Creer que todos los miembros de una generaci¨®n tienen las mismas condiciones de vida es un error
La cuesti¨®n es en qu¨¦ momento se dej¨® de razonar en t¨¦rminos de clase social, de condiciones socioecon¨®micas (j¨®venes ricos, j¨®venes pobres, mayores acaudalados, mayores con pensiones m¨ªnimas), y se comenz¨® a analizar la realidad desde los viejos mitos generacionales: una misma situaci¨®n que cristaliza en un esquema de ideas y actitudes que interpela la situaci¨®n de un conjunto de sujetos: el edadismo, generaci¨®n Z frente a jubilados, etc¨¦tera.
La brecha generacional conduce al dramaturgo Enrique Jardiel Poncela a escribir que por severo que sea un padre juzgando a su hijo, nunca ser¨¢ tan implacable como un hijo juzgando a su padre. Y esto es lo que est¨¢ ocurriendo con el relato: ?qu¨¦ hab¨¦is hecho con nosotros? Esa fisura, de hacerse permanente, supondr¨ªa un quebranto en la historia de la humanidad: aquel momento en el que los descendientes viven peor que sus padres o abuelos. ?Es un accidente temporal o una tendencia estructural? Hay analistas que entienden que el mayor desaf¨ªo que tienen que afrontar las democracias en esta tercera d¨¦cada del siglo XXI es la restauraci¨®n de un contrato social entre generaciones.
El Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas, en su f¨¦rtil colaboraci¨®n con la Fundaci¨®n BBVA, acaba de publicar el estudio Presente y futuro de la juventud espa?ola. En ¨¦l, su director, el economista Francisco P¨¦rez, matiza la confrontaci¨®n de j¨®venes versus viejos, con tendencias como las siguientes:
¡ªLas condiciones de vida de la juventud espa?ola son muy heterog¨¦neas y la pertenencia a su generaci¨®n no es la principal explicaci¨®n a las mismas.
¡ªLa juventud independizada vive en hogares con rentas un 15% inferior a la media, pero sus condiciones de vida var¨ªan significativamente seg¨²n su formaci¨®n y origen socioecon¨®mico.
¡ªLa educaci¨®n es determinante en la movilidad social, tanto ascendente como descendente.
Aunque los j¨®venes de entre 15 y 29 a?os tienen rasgos generacionales comunes, los factores socioecon¨®micos de origen, y muy especialmente la formaci¨®n, marcan importantes diferencias entre ellos. La diversidad de situaciones personales es muy notable, y por esa raz¨®n considerar que los miembros de una misma generaci¨®n disfrutan o padecen las mismas condiciones de vida y se enfrentan a los mismos escenarios, es un error.
Sin embargo, el edadismo es un m¨¦todo de an¨¢lisis cada vez m¨¢s frecuente. El socialista Fran?ois Hollande, cuando gan¨® las elecciones presidenciales francesas en 2012, declar¨®: si el pr¨®ximo presidente quiere ser evaluado con el criterio de si viven los j¨®venes galos mejor en 2017 que en 2012, ¡°pido ser juzgado solo por ese compromiso, sobre esa verdad, sobre esa promesa¡±. Ni siquiera volvi¨® a presentarse. Fue un gran fracaso. Desde entonces se han multiplicado los cambios sociales, las transformaciones demogr¨¢ficas, un desconocido incremento de la poblaci¨®n inmigrante, alteraciones de los patrones de convivencia en los hogares, una ca¨ªda continua de la tasa de natalidad y, sobre todo, la incorporaci¨®n a la jubilaci¨®n de los baby boomers.
Al an¨¢lisis de estas novedades dedican un documento ?ngel Berg¨¦s y Daniel Manzano, dentro de la Fundaci¨®n AFI Emilio Ontiveros (Finanzas de los hogares 2000-2022. Escaso ahorro y mayor brecha generacional). En ¨¦l llegan a la conclusi¨®n de que s¨ª se ha producido una ampliaci¨®n de la brecha generacional en la configuraci¨®n de la renta y la riqueza a lo largo del ¨²ltimo cuarto de siglo, y que cada vez hay m¨¢s desigualdad entre la poblaci¨®n de m¨¢s de 65 a?os y los m¨¢s j¨®venes, a los que califican como ¡°una generaci¨®n perdedora¡±, que ganan menos que hace 20 a?os y que tienen m¨¢s dif¨ªcil que sus padres acceder a una vivienda. En conclusi¨®n, una renta disponible estancada o por debajo de la de hace 15 o 20 a?os en t¨¦rminos reales, y unos activos (vivienda) menores en propiedad, que son los que m¨¢s pesan en el patrimonio de los hogares espa?oles.
La idea de progreso es expresada con nitidez por Jed Bartlet, el presidente dem¨®crata americano de la inolvidable serie de televisi¨®n El ala oeste de la Casa Blanca: ¡°Debemos dar a nuestros hijos m¨¢s de lo que recibimos nosotros¡±.
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