Se pueden hacer muchas cosas para frenar el miedo al inmigrante
El racismo se extiende por Europa y las elecciones de junio son un momento para detenerlo
Las pr¨®ximas elecciones europeas (6-9 de junio) van a coincidir, casi, con el octavo aniversario del asesinato de la diputada brit¨¢nica del Partido Laborista Jo Cox, que muri¨® haciendo campa?a a favor de la permanencia de su pa¨ªs en la Uni¨®n Europea. Cox, de 41 a?os, fue atacada a la salida de un acto p¨²blico por un ciudadano ingl¨¦s, supremacista blanco, admirador de Trump, que grit¨® ¡°Britain First¡±, le dispar¨® tres veces con un fusil de caza y, por si no era suficiente, le asest¨® 15 pu?aladas. El jurado que le conden¨® a cadena perpetua no tuvo dudas en considerar que el asesino actu¨® inspirado por un ¡°nacionalismo excluyente, asociado a las ideas nazis en sus formas modernas¡±. Una descripci¨®n que deber¨ªamos tener muy presente al mirar a nuestro alrededor.
Cox acababa de publicar un art¨ªculo criticando la pol¨ªtica de inmigraci¨®n que practicaba el Gobierno del primer ministro conservador David Cameron y lamentaba que su propio partido, socialdem¨®crata, no tuviera ideas claras ni propuestas razonadas en ese tema. La diputada laborista, que hab¨ªa sido ejecutiva de Oxfam y acababa de entrar en pol¨ªtica, era tambi¨¦n muy cr¨ªtica con la pol¨ªtica de inmigraci¨®n que promov¨ªa la Uni¨®n Europea. Es muy posible que hoy estuviera a¨²n m¨¢s horrorizada por el intento de deportar a terceros pa¨ªses a demandantes de asilo que trata de legalizar el Gobierno conservador de Rishi Sunak (parado una y otra vez por la C¨¢mara de los Lores) y con las recientes propuestas de la Comisi¨®n Europea avalando esas pr¨¢cticas. Aun as¨ª, lo cierto es que muri¨® apoyando la permanencia de su pa¨ªs en la Uni¨®n y confiando en que dentro de Europa podr¨ªa defender mejor sus ideas.
El miedo al inmigrante ha sido, dicen los analistas, uno de los motivos del incremento de voto a Chega, el partido portugu¨¦s de extrema derecha. En s¨®lo cinco a?os, Chega ha pasado de tener un ¨²nico diputado a convertirse en la tercera fuerza pol¨ªtica en el Parlamento, una tendencia que tambi¨¦n se ha visto en otros pa¨ªses europeos. Urge encontrar la forma de actuar frente a ese rumbo, y que esa f¨®rmula no consista en asumir parte de su mensaje, sino en propuestas contrarias, cre¨ªbles y razonables. El pacto migratorio aprobado por el Parlamento y el Consejo de la Uni¨®n Europea el pasado mes de diciembre es un paso, pero insatisfactorio porque no incluye ning¨²n poderoso mensaje pol¨ªtico que combata ese miedo, sino que en cierta medida lo justifica. Hay que comprender el poder del miedo y su efecto en las elecciones, explican los impulsores del acuerdo, y tienen raz¨®n, pero eso no implica justificarlo, sino encontrar la manera de afrontarlo y desactivarlo.
No es cierto que todo sea incierto. Depende de lo que hagamos. Los futuros posibles se pueden elegir, escribi¨® el historiador Tony Judt. ¡°Hay varios futuros posibles, seg¨²n el tipo de pol¨ªticas y de instituciones que elijamos¡±, insiste Thomas Piketty. Se pueden hacer muchas cosas en Europa para salir de la situaci¨®n actual y para frenar el miedo al otro que se extiende desde hace a?os por el continente y que es parte del hocico de la bestia. Existen los datos y distintos caminos, democr¨¢ticos y factibles, para afrontar las maniobras insidiosas que atribuyen a la inmigraci¨®n todos los motivos del creciente malestar que afecta a las sociedades occidentales. Pero se trata de una pelea absolutamente pol¨ªtica y las elecciones de junio ser¨¢n parte importante de ella. Jo Cox, una representante pol¨ªtica, la estaba dando a favor de esa otra Europa que cre¨ªa posible.
Es muy probable que, si continuamos dejando que el miedo al inmigrante se extienda por nuestros pa¨ªses, llegue un d¨ªa en que todo el Parlamento Europeo tenga que ponerse en pie y pedir perd¨®n por el trato dado a decenas de miles de personas que llegaron a nuestras puertas y a las que no reconocimos ning¨²n derecho. Ahora, pedir disculpas se ha convertido en una especie de ceremonia ritual, sin contenido, que practican primeros ministros y autoridades de muchos pa¨ªses ante los aut¨¦nticos atropellos cometidos por ellos mismos o por sus predecesores. Pero pedir disculpas tuvo otro significado. Desmond Tutu, el obispo sudafricano antiapartheid, dec¨ªa que cuando se ped¨ªa perd¨®n por algo, quedabas obligado a marcar ese hecho para siempre en tu memoria. Es una idea antigua. Confucio dec¨ªa que no sirve aceptar que te has equivocado si no lo recuerdas continuamente.
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