Para qu¨¦ sirven los cr¨ªticos culturales en tiempos de Letterboxd, Goodreads y Tripadvisor
Las rese?as profesionales conviven con el ansia del p¨²blico por documentar y puntuar el consumo de cultura y entretenimiento en un equilibrio complicado. ?Qu¨¦ pueden aportar ambas visiones?
?Qu¨¦ es m¨¢s fiable, la opini¨®n de 5.000 usuarios o de un solo cr¨ªtico? P¨¢ginas web como Filmaffinity, GoodReads, Tripadvisor, Letterboxd, Metacritic o IMDb dan cobijo a millones de opiniones. Cuando alguien tiene curiosidad por un libro, una pel¨ªcula, un restaurante o una serie, ya es un h¨¢bito rutinario comprobar qu¨¦ opinaron otros que leyeron, vieron o estuvieron all¨ª antes. Quiz¨¢ tambi¨¦n se buscar¨¢ la opini¨®n de alg¨²n experto. Ya se sabe que cr¨ªtica y p¨²blico no siempre coinciden, y ah¨ª cada cual optar¨¢ por dar m¨¢s relevancia a un criterio que al otro. O incluso puede elegir experimentarlo ¨¦l mismo para crearse su propia opini¨®n. Y despu¨¦s, compartirla con otros, por supuesto.
Estas webs y apps solo son la evoluci¨®n de algo que siempre ha existido: la recomendaci¨®n de boca en boca, como recuerda Juanma Ruiz Prieto, cr¨ªtico cinematogr¨¢fico en la revista Jot Down y profesor de Comunicaci¨®n Audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. ¡°El espacio que ten¨ªan unos y otros estaba m¨¢s separado, pero siempre han convivido el acudir a la cr¨ªtica con la opini¨®n de la gente que nos rodeaba. ¡®Un amigo ha ido a este restaurante y dice que es una mierda¡¯ o ¡®mi prima ha visto esta pel¨ªcula y le ha encantado¡¯. Cada uno pon¨ªa en la balanza si pesaba m¨¢s lo que hab¨ªa dicho el cr¨ªtico o el familiar y el amigo. Pero ahora han surgido condicionantes tecnol¨®gicos y econ¨®micos que hacen que la opini¨®n popular est¨¦ fagocitando el espacio cr¨ªtico¡±. Y a?ade que tanto las redes sociales como la posibilidad de votar desde plataformas de streaming ¡°hacen que haya mucho m¨¢s volumen de opini¨®n gratis y que sea mucho m¨¢s barato generar un discurso a su alrededor en base a la opini¨®n¡±. ?Pueden convivir la cr¨ªtica profesional y la opini¨®n popular? ¡°Idealmente s¨ª, pero no estamos en un mundo ideal, y ahora sale m¨¢s rentable y barato generar conversaci¨®n de opiniones que generar cr¨ªtica profesional¡±.
Para Pepa Blanes, jefa de Cultura de la Cadena SER, son dos universos totalmente compatibles. ¡°Ahora mismo no entender¨ªa la forma de relacionarme con las pel¨ªculas y la cr¨ªtica sin estas webs¡±, en las que ella cuenta que participa. Para Blanes, la cr¨ªtica hecha por especialistas ¡°es b¨¢sica y necesaria¡±, mientras que estas plataformas pueden aportar nuevas miradas.
M¨¢s de un mill¨®n de usuarios est¨¢n registrados en Filmaffinity, la principal base de datos de cine y televisi¨®n en espa?ol. Letterboxd, que permite calificar, rese?ar y hacer listas de pel¨ªculas, super¨® los 14 millones de miembros en verano. Goodreads, centrada en libros, ten¨ªa m¨¢s de 150 millones de usuarios en septiembre de 2023. Tripadvisor re¨²ne rese?as relacionadas con el turismo y sobrepasa los 900 millones de usuarios registrados.
Jos¨¦ Mar¨ªa Toro, autor del blog Hedonista y experto en comunicaci¨®n gastron¨®mica, cree que la cr¨ªtica profesional y la opini¨®n de estos sitios o de los cr¨ªticos amateurs se dirigen a dos p¨²blicos diferentes y de diferentes segmentos de edad. ¡°El experto tiene una formaci¨®n y un bagaje cultural. En Tripadvisor te encuentras comentarios muy penosos, pero hay gente que lo est¨¢ haciendo muy bien en YouTube, por ejemplo. Del experto me f¨ªo y lo del p¨²blico hay que cogerlo con pinzas¡±.
La periodista Pepa Blanes cree que las opiniones amateur ayudan a entender las razones detr¨¢s de fen¨®menos culturales
Esas reticencias est¨¢n justificadas. No son pocos los casos conocidos de review bombing, es decir, bombardeos de rese?as negativas que grupos organizados dejan en estas webs para intentar alterar la percepci¨®n sobre determinadas pel¨ªculas, videojuegos u otros productos. Algunos ejemplos son los que sufrieron la versi¨®n de Cazafantasmas de 2016, protagonizada por mujeres, la pel¨ªcula Capitana Marvel, con Brie Larson al frente, La sirenita de 2023 con la actriz afroamericana Halle Bailey como Ariel o la serie El se?or de los anillos: Los anillos de poder en reacci¨®n a la diversidad racial de su reparto.
P¨¦rdida de relevancia
En el fondo del debate entre cr¨ªtica profesional y cr¨ªtica amateur subyace la p¨¦rdida de relevancia, por distintos motivos, de la primera, un asunto que no es nuevo. Un art¨ªculo de The Guardian hace un a?o se planteaba ¡°qui¨¦n necesita cr¨ªticos de cine cuando los estudios pueden asegurarse de que los influencers alabar¨¢n sus pel¨ªculas¡±. El cr¨ªtico de The New York Times A. O. Scott ha reflexionado en varias ocasiones sobre su profesi¨®n, y ya en un texto de 2010 llegaba a la conclusi¨®n de que ¡°el futuro de la cr¨ªtica es siempre sombr¨ªo y el presente siempre es un derroche de opiniones mal informadas y disputas bulliciosas¡±. Seg¨²n Scott, la cr¨ªtica supone ¡°un compromiso con la exploraci¨®n independiente y abierta de las obras de arte en relaci¨®n entre s¨ª y con el mundo que las rodea. Como tal, siempre es propensa a ser mal entendida, infravalorada y estar en desacuerdo consigo misma¡±.
Para el cr¨ªtico cultural Jordi Costa, jefe del departamento de exposiciones del Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona, la profesionalidad no garantiza calidad. En su opini¨®n, hay cr¨ªticas profesionales que aportan poco ¡°y que, por cansancio quiz¨¢, pierden el contacto con la contemporaneidad y van reproduciendo en bucle un discurso desencantado que acaba aportando poco¡±. En cambio, voces enriquecedoras y l¨²cidas pueden surgir en ¨¢mbitos amateurs, a pesar de las condiciones precarias en las que a menudo se mueven. ¡°De esto, los medios profesionales han tenido parte de culpa. Cuando hubo la gran crisis de la prensa en papel, el primer peso que se ech¨® por la borda para salvar el barco fue la cr¨ªtica cultural¡±.
Juanma Ruiz Prieto encuentra problemas en la convivencia de cr¨ªtica profesional y opini¨®n popular, y cree que son m¨¢s responsables los cr¨ªticos profesionales que los amateurs: ¡°Hemos entrado en una espiral en la que muchas veces el cr¨ªtico empieza a escribir adoptando la mirada del p¨²blico, abanderando la opini¨®n popular. Si nos convertimos en un opinador m¨¢s, ?qu¨¦ valor aportamos al p¨²blico?¡±.
Algo m¨¢s que entretenimiento
Este nuevo paradigma ha afectado a la labor del cr¨ªtico profesional. Para Pepa Blanes, la pujanza de estas webs que ponen de relieve la opini¨®n popular ha llevado a ¡°repensar la figura de la cr¨ªtica, a mirar m¨¢s a los espectadores y a entender que el papel del periodista o el cr¨ªtico ha cambiado en las redes sociales¡±. Y apunta que estas webs ayudan a ver otras perspectivas y, por ejemplo, ¡°a entender qu¨¦ hace que funcione una pel¨ªcula o que un determinado producto se convierta en un fen¨®meno¡±.
Algunos expertos creen que las cr¨ªticas populares priorizan el entretenimiento e ignoran las obras diferentes e inesperadas
¡°Si solo nos fijamos en la opini¨®n popular, nos perdemos lo que a m¨ª como cr¨ªtico m¨¢s me interesa del cine, que es la consideraci¨®n del cine como arte¡±, piensa Juanma Ruiz Prieto. El cr¨ªtico considera que la opini¨®n popular tiende a valorar el cine, la televisi¨®n y la literatura como entretenimiento, y a olvidar su componente art¨ªstico. ¡°La opini¨®n popular busca la diversi¨®n, la celeridad y una cierta homogeneidad. No premia lo diferente. La cr¨ªtica de arte tiende a entender la diferencia, a reflexionar sobre ella¡±.
Otro peligro que encuentra Jordi Costa en el actual paradigma cr¨ªtico es la falta de capacidad para acercarse a fen¨®menos que se alejan de lo popular. ¡°Escribir una cr¨ªtica es levantar acta de un objeto cultural, y con la manera en que consumimos ahora cultura, donde todo se ha acelerado, hay muchas cosas de las que no se levanta acta. Hay cada vez m¨¢s cosas de las que solo se levanta acta en territorios marginales, blogs personales¡, y da la impresi¨®n de que los medios tradicionales solo levantan acta de lo que termina siendo un fen¨®meno. Y la historia no se escribe en esos t¨¦rminos¡±.
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