Dios deber¨ªa explicar su giro de guion en Estados Unidos
Hablamos mucho de los efectos econ¨®micos y pol¨ªticos de la llegada de Trump, pero lo peor es la p¨¦rdida de un amor, de alguien a quien estabas muy unido y que de repente es un extra?o
Estados Unidos empieza con 102 extranjeros, brit¨¢nicos perseguidos por su religi¨®n, refugiados dir¨ªamos ahora, que llegan en el Mayflower en 1620. Adem¨¢s de fieles puritanos, tambi¨¦n iba gente a buscarse la vida, por motivos econ¨®micos, dir¨ªamos hoy. Pese a ser unos apestados, con el tiempo se les acab¨® llamando Padres Peregrinos. Con perspectiva, luego se concluy¨® que fueron all¨ª en nombre de Dios.
Todos hemos visto pel¨ªculas de vaqueros y sabemos c¨®mo estos colonos, llegados de toda Europa, ocuparon el pa¨ªs echando y matando a los ind¨ªgenas. En El hombre que mat¨® a Liberty Valance, la familia que lleva el bar del pueblo es sueca, tienen todav¨ªa acento. Y no solo no paraban de llegar inmigrantes, es que adem¨¢s llevaban extranjeros por la fuerza, cientos de miles de africanos que acabaron como esclavos.
Este gran pa¨ªs prosper¨® y en 1886 puso en la entrada de Nueva York una estatua gigante de una se?ora, la Libertad. Se la regal¨® Francia y fue dise?ada y construida por franceses. En la base se coloc¨® una placa con un poema de Emma Lazarus, jud¨ªa de familia portuguesa sefard¨ª: ¡°Aqu¨ª en nuestras puertas del ocaso ba?adas por el mar se erguir¨¢ / una poderosa mujer con una antorcha cuya llama / es el rel¨¢mpago aprisionado, y su nombre / Madre de los Desterrados. Desde el faro de su mano / brilla la bienvenida para todo el mundo¡±. Y segu¨ªa, perdonen la extensi¨®n, con lo que gritaba a los cuatro vientos esta buena mujer: ¡°?Dadme a vuestros rendidos, a vuestros pobres, / vuestras masas hacinadas anhelando respirar en libertad, / el desamparado desecho de vuestras rebosantes playas. / Enviadme a estos, los desamparados, sacudidos por las tempestades a m¨ª¡±. Con una llamada tan sentida como para no ir, fue much¨ªsima gente. Millones de europeos. Por ejemplo, a finales del siglo XIX, los cuatro abuelos de Donald Trump. Alemanes, por parte de padre, y escoceses, de madre. Melania Trump naci¨® en la desaparecida Yugoslavia, en lo que ahora es Eslovenia, y emigr¨® en los noventa. En esos a?os se trasladaba tambi¨¦n al pa¨ªs Elon Musk, sudafricano. Otro millonario que estaba el otro d¨ªa en la Casa Blanca, Jeff Bezos, tiene el apellido de su padre adoptivo, un se?or cubano. Tambi¨¦n es de origen cubano Enrique Tarrio, l¨ªder del grupo neofascista Proud Boys, condenado a 22 a?os de c¨¢rcel por el asalto al Capitolio, y que acaba de ser indultado. Village People fue fundado por dos franceses.
Y ahora nos tenemos que creer, despu¨¦s de cuatro siglos, y con toda la ¨¦pica que nos hemos tragado, que Dios ha cambiado de idea porque lo dice Trump, que le ha elegido para algo tan miserable como cazar inmigrantes en colegios, iglesias y hospitales, echar a 11 millones de personas y dejar de dar papeles a quien nace all¨ª. Hablamos mucho de los efectos econ¨®micos y pol¨ªticos de todo esto, pero lo peor es la p¨¦rdida de un amor, de alguien a quien estabas muy unido y que de repente es un extra?o. Es un pa¨ªs con el que hemos crecido, parte de nuestra historia sentimental, y ahora parece abducido por una secta. Al d¨ªa siguiente de la llegada de Trump se muri¨® ?Garth Hudson, el ¨²ltimo miembro de The Band, uno de esos grupos que te hacen sentir que son amigos tuyos y que, ellos s¨ª, revivieron la esencia de Am¨¦rica (y cuatro de cinco eran canadienses). Como yo me fijo en estas cosas, para m¨ª fue una se?al. Lo imagin¨¦ con su acorde¨®n perdi¨¦ndose en el Misisipi. Adi¨®s, viejo amigo. Se impone ahora una nueva misi¨®n divina para salvar el alma del pa¨ªs, como la de The Blues Brothers, la pel¨ªcula en la que John Belushi (hijo de albaneses) dec¨ªa: ¡°Odio a los nazis de Illinois¡±.
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