Ampliado en 24 horas el plazo para matar al periodista de EE UU secuestrado en Pakist¨¢n
Los secuestradores exigen la mejora de las condiciones de la prisi¨®n de Guant¨¢namo y la repatriaci¨®n de los presos paquistan¨ªes
La vida del corresponsal de The Wall Street Journal en Pakist¨¢n, Daniel Pearl, pende de un hilo. Los secuestradores que le retienen desde hace una semana amenazaron ayer con matarle en 24 horas. Esta tarde han ampliado en un d¨ªa m¨¢s el plazo. Los secuestradores, exigen a cambio una mejora en el tratamiento de presos talibanes y de Al Qaida detenidos en Guant¨¢namo y la repatriaci¨®n de los paquistan¨ªes capturados.
El grupo, autodenominado Movimiento para la Restauraci¨®n de la Soberan¨ªa en Pakist¨¢n, hizo p¨²blica su amenaza a trav¨¦s de un correo electr¨®nico enviado a diversos medios de comunicaci¨®n estadounidenses, en el que exig¨ªa adem¨¢s la salida de periodistas de EE UU de este pa¨ªs en un plazo m¨¢ximo de tres d¨ªas si no quieren correr riesgos.
Los secuestradores alegan que Pearl es un agente del Mossad, el servicio de espionaje israel¨ª, cuando en un anterior mensaje lo acusaron de trabajar para la Agencia Central de Inteligencia (CIA), lo que en ambos casos ha sido desmentido de forma categ¨®rica por la publicaci¨®n financiera, para la que Pearl trabaja desde hace 12 a?os.
"No es un agente de ning¨²n gobierno o agencia. Es nuestro reportero, nada m¨¢s que eso. No puede influir en la pol¨ªtica de EE UU o del Gobierno paquistan¨ª", se?ala el diario en un comunicado. El mensaje lleg¨® a acompa?ado de dos nuevas fotograf¨ªas en las que aparece Pearl, de 38 a?os, con un arma que apunta a su cabeza y encadenado.
Interrogan a un sospechoso
En un intento desesperado de evitar su muerte, las autoridades paquistan¨ªes tratan de localizar el lugar donde se encuentra retenido. As¨ª, la Polic¨ªa de Karachi, localidad al sur del pa¨ªs desde desapareci¨® el estadounidense, ha informado hoy de que est¨¢n somentiendo a un "intenso interrogatorio" a Mubarak Al¨ª Shan Gilani, un activista paquistan¨ª que, al parecer, puede estar relacionado con los secuestradores.
Las polic¨ªa lo detuvo ayer en una casa de Rawalpindi, cerca de Islamabad, donde se encontraba solo, y los servicios secretos afirman que este l¨ªder integrista, al que Pearl se dispon¨ªa a entrevistar, es la ¨²ltima persona que estuvo en contacto con ¨¦l antes de su desaparici¨®n. Adem¨¢s, los agentes, que han registrado hoy varios locales vinculados al
grupo de Gilani para confiscar documentos y un ordenador, buscan a otros dos sospechosos y aseguran tener grandes esperanzas de detenerlos en breve.
Por su parte, el Gobierno paquistan¨ª ha acusdo al Gobierno indio de estar relacionado con el secuestro. "Lo que puedo decir en estos momentos es que hay un nexo con India
en este caso. Es lamentable", ha declarado el portavoz de las Fuerzas Armadas paquistan¨ªes, el general Rashid Qureshi.
"Matarlo s¨®lo les desacreditar¨¢"
Mientras tanto, los llamamientos a favor de su libertad se suceden. As¨ª, el director de The Wall Street Journal, Paul Steiger, ha pedido la puesta en libertad inmediata del periodista en declaraciones a la CNN.
Adem¨¢s, la esposa del reportero, la francesa Marianne Pearl, tambi¨¦n periodista y embarazada de seis meses, lanz¨® ayer un llamamiento a los secuestradores para que dialoguen y dejen en libertad al corresponsal.
"Matar o herir a Danny s¨®lo desacredita la causa de la gente que lo mantiene retenido. Ponerlo en libertad le permitir¨ªa contar su historia, tal y como se la han relatado. Exigimos que sea puesto en libertad de inmediato", agreg¨® el diario, propiedad de Dow Jones.
El ex campe¨®n mundial de boxeo Mohamed Al¨ª tambi¨¦n ha hecho un llamamiento a los secuestradores, en el que apela a la bondad de Al¨¢ y al ejemplo de su profeta para que Pearl pueda volver a reunirse con su familia.
Una falsa entrevista
Las fuerzas de seguridad paquistan¨ªes informaron ayer de que los secuestradores tendieron una trampa a su v¨ªctima utilizando identidades falsas, m¨®viles comprados con nombres falsos y direcciones de correo electr¨®nico desde varios cibercaf¨¦s y, por tanto, dif¨ªciles de rastrear.
Tras dos semanas de intercambio de mails, llamadas telef¨®nicas y un encuentro secreto con un intermediario en un hotel de Karachi, Pearl tom¨® un taxi el mi¨¦rcoles de la semana pasada acompa?ado de varios desconocidos, convencido de que iba a entrevistar al l¨ªder de un movimiento radical isl¨¢mico poco conocido, Mubarak Al¨ª Shan Gilani, dirigente de Tanzimul Fuqra.
Su organizaci¨®n parece estar vinculada al terrorista del zapato, el brit¨¢nico Richard Reid, que trat¨® de activar una carga explosiva disimulada en uno de sus zapatos en un vuelo de American Airlines entre Par¨ªs y Miami a finales de diciembre.
El lunes pasado, desde una direcci¨®n electr¨®nica al nombre de el secuestrador, los captores enviaron a varios medios de comunicaci¨®n de varios pa¨ªses fotograf¨ªas de Pearl en su poder.
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