Bush desvelar¨¢ hoy su plan para "el futuro del mundo isl¨¢mico"

El presidente Bush prepara a marchas forzadas el plan presupuestario que tendr¨¢ que presentar en el Congreso para una eventual guerra en Irak. La cantidad podr¨ªa ascender a 95.000 millones de euros, seg¨²n apunta hoy The Wall Street Journal.

Una astron¨®mica cifra que podr¨ªa servir a Estados Unidos para financiar el ataque a Irak y la reconstrucci¨®n del pa¨ªs. Lo que todav¨ªa no ha desvelado Washington es cu¨¢les son exactamente sus planes tras una invasi¨®n militar. La administraci¨®n Bush tiene dos opciones: una transici¨®n pol¨ªtica apadrinada por Estados Unidos hasta encontrar un l¨ªder pro occidental que pueda capitanear el pa¨ªs o realizar un aut¨¦ntico cambio democr¨¢tico en Irak. La primera cobra m¨¢s fuerza. Se tratar¨ªa de mantener el territorio gobernado por las autoridades estadounidenses en el que se ceder¨ªa gradualmente el poder a una autoridad civil, que preparar¨ªa al pa¨ªs para las elecciones. El problema radicar¨ªa en conseguir un l¨ªder que contente a las distintas comunidades que integran el pa¨ªs.

Sin embargo, esta hip¨®tesis implicar¨ªa mantener durante m¨¢s tiempo un buen n¨²mero de tropas estadounidenses. Es aqu¨ª donde Estados Unidos necesitar¨ªa la ayuda de la comunidad internacional. El jefe de Estado Mayor, general Eric Shinseki, declar¨® ayer ante un comit¨¦ del Senado que "har¨¢n falta varios cientos de miles de soldados" en el periodo de posguerra en Irak, por lo que "la asistencia de amigos y aliados podr¨ªa ayudar".

Bush adelantar¨¢ hoy algunas de las directrices de su plan de cambio democr¨¢tico en el mundo ¨¢rabe, que tiene como punto de partida la invasi¨®n de Irak y el derrocamiento del presidente iraqu¨ª, Sadam Husein. Seg¨²n The Washington Post, Bush expondr¨¢ este amplio proyecto, que ¨¦l mismo llama "batalla por el futuro del mundo isl¨¢mico", durante un discurso en el American Enterprise Institute. Bush expondr¨¢ los aspectos positivos que tendr¨ªa para toda la regi¨®n un cambio de r¨¦gimen en Irak tras la guerra. Pero en este sentido cuenta con el escepticismo del mundo ¨¢rabe, que duda de una posible estabilidad mientras no se solucione el problema de Oriente Pr¨®ximo.