Comienza en Pek¨ªn el di¨¢logo a seis bandas sobre la crisis nuclear en la pen¨ªnsula de Corea
Delegaciones de las dos Coreas, Estados Unidos, China, Jap¨®n y Rusia tratan de buscar una salida a la reanudaci¨®n del programa nuclear en Corea del Norte
Las esperadas conversaciones multilaterales para resolver la crisis nuclear en la pen¨ªnsula coreana, en las que participan delegaciones de las dos Coreas, Estados Unidos, China, Jap¨®n y Rusia, han arrancado esta ma?ana en el Palacio de Diaoyutai, tradicional escenario de las grandes cumbres en Pek¨ªn. ?sta es la segunda ronda negociadora que acoge la capital china para intentar resolver la crisis, tras las fallidas negociaciones mantenidas por Estados Unidos y Corea del Norte a finales de abril, con la mediaci¨®n de China.
En la inauguraci¨®n, el viceministro de Asuntos Exteriores chino y cabeza de la delegaci¨®n de este pa¨ªs, Wang Yi, ha dado la bienvenida a las seis delegaciones y ha subrayado que las conversaciones son "un paso adelante hacia la soluci¨®n del problema norcoreano". "Este encuentro a seis no es s¨®lo la continuaci¨®n del de abril, sino en realidad un nuevo punto de partida", ha se?alado Wang en el discurso inaugural, en el que ha destacado la voluntad de di¨¢logo de todos los pa¨ªses implicados, en especial EE UU y Corea del Norte.
La delegaci¨®n estadounidense est¨¢ presidida por el subsecretario de Estado, James Kelly, que ya encabez¨® las conversaciones de abril, y a su llegada a Pek¨ªn, el pasado lunes, manifest¨® que espera "un di¨¢logo sincero" con Corea del Norte. Por su parte, la delegaci¨®n norcoreana est¨¢ presidida por el viceministro de Exteriores, Kim Yong-Il, mientras que la rusa y la surcoreana las encabezan sus hom¨®logos, Alexander Losiukov y Lee Soo-Hyuck.
El dif¨ªcil papel de China
Por ¨²ltimo, Mitoji Yabunaka, director general de la Oficina de Asuntos Asi¨¢ticos y de Ocean¨ªa en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Jap¨®n, lidera la delegaci¨®n nipona. China, principal impulsora de estas conversaciones pese a las reticencias iniciales, es una pieza clave para lograr mejores resultados en esta ronda que en los di¨¢logos de abril pasado, dada su condici¨®n de principal aliado del r¨¦gimen de Pyongyang desde la Guerra de Corea (1950-53). En este sentido, el r¨¦gimen comunista intentar¨¢ presionar a su vecino para que abandone el programa nuclear, a la vez que defender¨¢ el temor de Corea del Norte teme una agresi¨®n de sus vecinos y su necesidad de garant¨ªas de defensa.
En los dos d¨ªas previos a las conversaciones de Pek¨ªn, las delegaciones de los pa¨ªses que se sienten m¨¢s amenazados por el programa nuclear norcoreano (EE UU, Corea del Sur y Jap¨®n) han multiplicado las reuniones para elaborar una estrategia com¨²n. En las m¨²ltiples reuniones secretas que se han mantenido entre el lunes y el martes se ha negociado, entre otras cosas, la contrapartida econ¨®mica que se piensa ofrecer a Corea del Norte a cambio de un desmantelamiento total de la tecnolog¨ªa nuclear.
Wang Yi, el jefe de la delegaci¨®n china, destac¨® anoche que el principal objetivo de estas conversaciones es la paz y el fin de la carrera nuclear en la pen¨ªnsula coreana, pero matiz¨® que "tambi¨¦n se debe garantizar la seguridad de Corea del Norte". Pyongyang, sin embargo, se ha mostrado muy agresiva en las ¨²ltimas declaraciones, al asegurar que "la verdadera intenci¨®n de las fuerzas conservadoras de EE UU es aumentar la presi¨®n internacional y el bloqueo contra Corea del Norte". Asimismo critic¨® duramente la sugerencia de Washington de plantear el problema nuclear norcoreano al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas si las conversaciones finalizan sin ning¨²n resultado.
Las claves de la crisis
La crisis estall¨® en octubre de 2002, cuando el Gobierno de Corea del Norte reconoci¨®, precisamente en una visita de James Kelly a Pyongyang, que estaba llevando a cabo un programa de desarrollo de tecnolog¨ªa nuclear. Washington respondi¨® en noviembre con la interrupci¨®n del suministro de petr¨®leo a Corea del Norte.
El r¨¦gimen de Pyongyang continu¨® la escalada con la expulsi¨®n de los inspectores internacionales de armas nucleares y la retirada en abril del Tratado de No Proliferaci¨®n Nuclear. Corea ha alegado en estos diez meses que el desarrollo de energ¨ªa nuclear s¨®lo responde a la falta de suministro energ¨¦tico en el empobrecido pa¨ªs, y asegura que no va a fabricar armas nucleares.
Sin embargo, Washington considera a Corea del Norte una amenaza mayor incluso de la que representaba Irak, pues el r¨¦gimen estalinista podr¨ªa disponer de cinco o seis bombas at¨®micas en unos meses y almacena entre 2.500 y 5.000 toneladas de armas qu¨ªmicas, seg¨²n los servicios de espionaje de EE UU. Estas armas apuntan, seg¨²n los an¨¢lisis m¨¢s pesimistas, a los pa¨ªses vecinos en el noreste de Asia, una de las ¨¢reas m¨¢s pobladas del mundo.
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