La Fuerza A¨¦rea israel¨ª expulsar¨¢ a los pilotos que se nieguen a perpetrar 'asesinatos selectivos'
De los 27 pilotos que firmaron ayer una carta en contra de estas misiones, s¨®lo nueve ser¨¢n dados de baja ya que los otros 18 est¨¢n en la reserva
El jefe de la Fuerza A¨¦rea israel¨ª, el general Dan Jalutz, ha anunciado esta mja?ana que dar¨¢ de baja a nueve pilotos en activo que se oponen a perpetrar los llamados asesinatos selectivos de l¨ªderes de la Intifada, por considerarlos "ilegales e inmorales". No se tomar¨¢ ninguna medida contra los otros 18 firmantes de la carta enviada ayer por los disidentes a Jalutz, ya que son pilotos en la reserva, algunos de ellos con una legendaria hoja de servicios en la Fuerza A¨¦rea.
El comandante de la Fuerza A¨¦rea ha informado a la prensa de que los que se encuentran en activo ser¨¢n citados por sus respectivos jefes para ser interrogados y, si no se retractan, ser¨¢n dados de baja inmediatamente. "Nosotros, veteranos y pilotos en activo que hemos prestado servicios y a¨²n servimos al Estado de Israel, nos oponemos a cumplir ¨®rdenes ilegales e inmorales en los territorios" palestinos de Cisjordania y Gaza, dicen en su misiva los rebeldes. En la misiva, los pilotos agregan: "Nosotros, para quienes la Fuerza A¨¦rea es parte integral de nuestra existencia, nos negamos a seguir matando a civiles inocentes. La continuidad de la ocupaci¨®n est¨¢ afectando cr¨ªticamente a la seguridad de nuestro pa¨ªs".
Algunos de los pilotos concedieron anoche entrevistas a un canal de la televisi¨®n israel¨ª vestidos de uniforme, incluidos los que est¨¢n en la reserva, motivo por el cual pueden ser juzgados, ya que tendr¨ªan que haber solicitado permiso para hacerlo. El jefe de las Fuerzas Armadas, general Mosh¨¦ Yaalom, ya ha se?alado que la carta de los pilotos "es una declaraci¨®n pol¨ªtica hecha con el uniforme puesto, y esto es inaceptable legalmente". La carta de los combatientes de la Fuerza A¨¦rea, la de mayor prestigio en Israel, s¨®lo tiene un precedente y se produjo entre jefes y soldados del Ej¨¦rcito de Tierra, que en 1982 se opusieron a la invasi¨®n de L¨ªbano para perseguir a la guerrilla palestina, a ra¨ªz de la represi¨®n del alzamiento (Intifada) en los territorios de Cisjordania y Gaza.
Un posible "reguero de p¨®lvora"
Los defensores de los pilotos sostienen que se trata de "una luz roja que tuvieron el valor de encender antes de que se produzca una descomposici¨®n general" en las Fuerzas Armadas. Sus detractores de la derecha nacionalista destacaron indignados que "han hecho un uso c¨ªnico de sus uniformes con fines pol¨ªticos, aunque algunos cesaron hace quince a?os sus actividades". A la cabeza de los cr¨ªticos se ha situado esta ma?ana el general y ex presidente Ezer Weizman, fundador de ese cuerpo y uno de sus primeros pilotos, que ha se?alado: "Si yo fuese hoy el comandante de la Fuerza A¨¦rea los habr¨ªa dado de baja sin m¨¢s, como se interviene un c¨¢ncer para que no se ramifique".
Jalutz afirma en una circular que ha enviado a los comandantes superiores de la Fuerza A¨¦rea que "la mayor¨ªa de los firmantes de la carta nunca particip¨® en 'asesinatos selectivos' y no son combatientes activos o no sirven en escuadrones que se ocupan de ello". Esos ataques, misi¨®n que generalmente llevan a cabo los helic¨®pteros Apache y ocasionalmente los cazabombarderos F-16, forman parte de una pol¨ªtica oficial del Gobierno israel¨ª y han terminado con la vida de m¨¢s de 70 militantes y dirigentes pol¨ªticos palestinos desde que comenz¨® la segunda Intifada en el a?o 2000.
Tambi¨¦n han perdido la vida o resultado heridos decenas de civiles inocentes y ¨¦ste es el principal motivo de la negativa de los pilotos. "Jam¨¢s hemos ordenado la matanza de civiles. Algunas veces, para evitarlo, dejamos sin efecto ¨®rdenes y cancelamos operaciones de ese tipo precisamente para evitar la muerte de civiles inocentes", se ha defendido el comandante de la Fuerza A¨¦rea. En todo caso, se cree que podr¨ªa cundir el ejemplo y "correr como un reguero de p¨®lvora" en otros sectores militares e impulsar el hasta ahora inofensivo movimiento de los disidentes de la reserva, que prefieren ir al calabozo antes que prestar servicios en los territorios ocupados.
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