Reagan recibe sepultura en una ¨ªntima y emotiva ceremonia en California
Tras seis d¨ªas de homenajes nacionales y un funeral de Estado en Washington
El entierro de Ronald Reagan, justo al atardecer, en la biblioteca-museo que lleva su nombre frente al oc¨¦ano Pac¨ªfico, ha puesto el broche final a una semana de homenajes a uno de los mandatarios m¨¢s populares en la historia de Estados Unidos. Tal y como era su deseo, Reagan fue despedido en una emotiva ceremonia que cont¨® con la presencia de m¨¢s de 720 invitados coincidiendo con la puesta de sol, una bella met¨¢fora de ese largo "descenso hacia el ocaso" al que le llev¨® el Alzheimer que padec¨ªa desde hac¨ªa diez a?os.
El cuadrag¨¦simo presidente de EE UU recibi¨® sepultura en la biblioteca-museo de Simi Valley, al norte de Los ?ngeles, un lugar cuidadosamente escogido que guarda los recuerdos de su mandato. En la ceremonia, de un tono mucho m¨¢s personal que la que se hab¨ªa celebrado, unas horas antes, en Washington, los tres hijos de Ronald y Nancy Reagan -Patty, Ron y Michael- recordaron cap¨ªtulos felices de su infancia e incluso bromas a las que tan aficionado era su padre. "No s¨¦ por qu¨¦ el Alzheimer le rob¨® tantos a?os a mi padre antes de soltarle en los brazos de la muerte", dijo su hijo Ron frente a Nancy Reagan, que s¨®lo al final del acto perdi¨® la compostura y llor¨® con la mejilla apoyada en el f¨¦retro, que bes¨® varias veces, mientras pronunciaba sus ¨²ltimas confidencias.
Una banda de las Fuerzas Armadas interpret¨® un amplio repertorio de himnos patri¨®ticos, como America the Beautiful, Battle Hymn of the Republic o Amazing Grace. Retransmitida en directo por todos los canales de televisi¨®n por cable, la ceremonia incluy¨® tambi¨¦n las salvas de honor de los ca?ones, mientras que una escuadrilla de aviones militares sobrevolaba los cielos, l¨ªmpidos para la ocasi¨®n, de California.
Margaret Thatcher y algunos exponentes del viejo Hollywood
Entre los invitados se encontraba Margaret Thatcher, la ex primera ministra brit¨¢nica, quien, a pesar de su delicada salud, vol¨® a Simi Valley desde la base a¨¦rea de Andrews, en las afueras de Washington, junto con Nancy Reagan.
A la despedida final tambi¨¦n asistieron numerosas figuras del viejo Hollywood, entre ellas Tom Selleck, Kirk Douglas, Charlton Heston y Bo Derek, seg¨²n la cadena de televisi¨®n CNN. Tambi¨¦n estuvo Arnold Schwarzenegger, el gobernador de California (cargo que tambi¨¦n ocup¨® Reagan), acompa?ado de su esposa, Maria Shriver.
La ceremonia, de poco m¨¢s de una hora de duraci¨®n, puso el punto final a seis d¨ªas de luto y homenajes en memoria del mandatario, fallecido hace una semana a los 93 a?os en su residencia de Bel Air (Los ?ngeles).
Unas horas antes, en la Catedral Nacional de Washington, donde se celebr¨® el funeral de Estado, se dieron cita los cuatro ex presidentes vivos de EE UU y sus esposas -Bill y Hillary Clinton; George y Barbara Bush; Jimmy y Rosalyn Carter; y Betty y Gerald Ford-, as¨ª como algunos representantes de los gobiernos de numerosos pa¨ªses y grandes amigos de Reagan, entre ellos, el pr¨ªncipe Carlos de Inglaterra; la primera dama de M¨¦xico, Marta Sahag¨²n; Caroline Kennedy, la ¨²nica superviviente de la familia directa del ex presidente John F. Kennedy; y el ex primer ministro canadiense Brian Mulroney. Junto a Thatcher se sent¨® Mijail Gorbachov, quien asisti¨® emocionado al funeral del que fuera en alg¨²n tiempo su rival y finalmente su amigo.
El viernes fue tambi¨¦n un d¨ªa de luto en EE UU, ya que cerraron las oficinas del Gobierno federal, la bolsa de Nueva York e incluso los casinos de Las Vegas. Las ideas de quien dijo que "el gobierno no es la soluci¨®n, es el problema" perduran en la esfera pol¨ªtica, ya que su conservadurismo populista es fuente de inspiraci¨®n para el Partido Republicano.
Reagan fue, no obstante, uno de los presidentes m¨¢s controvertidos de Estados Unidos. Los recortes de impuestos que propuso dispararon el d¨¦ficit fiscal y empobrecieron a los m¨¢s necesitados, mientras que el esc¨¢ndalo conocido como Ir¨¢n-Contra constituye, todav¨ªa hoy, uno de los ejemplos m¨¢s gravosos del mal hacer de la pol¨ªtica exterior estadounidense.
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