El puente de Mostar renace para reunir a croatas y bosnios nueve a?os despu¨¦s de la guerra
La r¨¦plica del Stari Most, destruido por la artiller¨ªa croata en 1993, ha sido financiada por el Banco Mundial y varios pa¨ªses europeos
Once a?os despu¨¦s de su completa destrucci¨®n, el Puente Viejo de Mostar vuelve a unir las orillas del r¨ªo Neretva. La obra arquitect¨®nica fue borrada del mapa por la artiller¨ªa croata durante la Guerra de Bosnia, pero hoy a vuelto a ponerse en pie gracias al dinero aportado por el Banco Mundial y varios pa¨ªses europeos. Con su inauguraci¨®n, a la que han asistido medio centenar de personalidades, el Stari Most se erige en el s¨ªmbolo de la reconciliaci¨®n entre croatas y musulmanes, las dos comunidades que habitan Mostar.
Durante la posguerra, el r¨ªo Neretva se hab¨ªa convertido en algo m¨¢s que una brecha geogr¨¢fica en el coraz¨®n de la ciudad. En ambas m¨¢rgenes, el rastro del puente se convirti¨® en el recuerdo imborrable de la guerra y el odio. Su reconstrucci¨®n es por tanto un s¨ªmbolo de la reconciliaci¨®n entre croatas y bosnios musulmanes, a pesar de que la situaci¨®n actual dista mucho de la anterior a la guerra: en 1992 cada etnia sumaba algo m¨¢s de un tercio de la poblaci¨®n, mientras que ahora los croatas suponen dos terceras partes de los 110.000 habitantes de Mostar. Los soldados espa?oles que forman parte de la fuerza internacional desplegada en el pa¨ªs han sido testigos de excepci¨®n: Mostar es su ubicaci¨®n principal.
La construcci¨®n original era una de las ¨²ltimas obras monumentales construidas por el sult¨¢n otomano Solim¨¢n el Magn¨ªfico (1520-1566). Fue levantado en 1566 por Mimar Hajruddin, disc¨ªpulo del c¨¦lebre arquitecto Sinan. Constaba de un elegante arco en forma de lomo de asno, de 28 metros de luz, 30 metros de largo y 4 de ancho. Cuando las aguas estaban bajas, se elevaba hasta 20 metros sobre el r¨ªo Neretva.
Los bosnios musulmanes, aunque de origen y lengua eslavos y convertidos masivamente al Islam en el siglo XV, nunca fueron admitidos como iguales por los extremistas serbios o croatas, que siempre vieron a esta comunidad y a sus monumentos representativos como un recuerdo de la ocupaci¨®n otomana. La m¨¢s c¨¦lebre de estas construcciones era el Stari Most. Aunque carente ya de la importancia econ¨®mica y estrat¨¦gica que tuvo en el pasado, los extremistas croatas vieron en ¨¦l un s¨ªmbolo que deb¨ªa desaparecer.
El proyecto de reconstrucci¨®n arranc¨® en 1998 cuando la Unesco, el Banco Mundial y el municipio de Mostar hicieron un llamamiento al que respondieron favorablemente cinco pa¨ªses donantes (Croacia, Francia, Italia, Holanda y Turqu¨ªa), as¨ª como el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa. El coste total ha ascendido a 12,5 millones de euros. Tras dos a?os de investigaciones cient¨ªficas y arqueol¨®gicas, las obras comenzaron el 7 de junio de 2001 y terminaron el pasado abril.
"Europa no puede eludir su culpa"
El acto de inauguraci¨®n ha discurrido bajo un calor sofocante, que no ha impedido al comisario europeo de Asuntos Exteriores, Chris Patten, subir a lo alto del puente y entonar el mea culpa en nombre de la Uni¨®n. El irland¨¦s ha reconocido que "Europa no puede eludir su parte de culpa". "Ten¨ªamos que haber hecho m¨¢s y m¨¢s pronto", ha dicho.
"Hay otro puente tan visible como el de Mostar que Bosnia tiene que cruzar -ha continuado-; al otro lado veo con claridad el futuro de Bosnia, un futuro europeo". Por ello, ha pedido que Bosnia cruce ese puente para "unirse a la gran familia europea". "Andaremos con vosotros cada paso del camino", ha garantizado.
A la ceremonia han asistido tambi¨¦n el presidente de Bosnia-Herzegovina, Suleiman Tihic, el pr¨ªncipe heredero de la Corona brit¨¢nica, Carlos de Inglaterra, y el director de la UNESCO, Koichiro Matsuura. Tambi¨¦n han estado presentes el presidente de Serbia y Montenegro, Svetozar Marovic, el ministro holand¨¦s de Asuntos Exteriores y presidente de la UE, Bernard Rudolf Bott, el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, cuyo pa¨ªs contribuy¨® de forma especial a la reconstrucci¨®n, y la secretaria de Estado de Cooperaci¨®n Internacional, Leire Paj¨ªn.
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