Blair defiende la guerra de Irak pero admite que no se vence al terrorismo con "balas s¨®lo"

Tony Blair ha vuelto a pasar hoy un nuevo examen final, en esta ocasi¨®n ante las bases de su partido y, una vez m¨¢s, por culpa de la guerra de Irak. El l¨ªder laborista ha cerrado el congreso de su partido en Brighton con un discurso en el que ha dejado claro que no se arrepiente de su decisi¨®n —"el mundo es un lugar mejor con Sadam [Husein] en la c¨¢rcel y no en el poder—. S¨ª ha pedido perd¨®n sin embargo por el asunto de las armas de destrucci¨®n masiva, y ha apuntado que, en el futuro, quiz¨¢ la diplomacia sea mejor soluci¨®n que "s¨®lo las balas".

Pese a que la parte m¨¢s jugosa de su intervenci¨®n ha estado dedicada a temas de ¨ªndole nacional, Blair no ha podido sino referirse al asunto que domina desde hace m¨¢s de un a?o la pol¨ªtica de medio mundo. "Puedo pedir perd¨®n por la informaci¨®n que result¨® ser falsa", ha dicho en referencia al supuesto arsenal del ex presidente iraqu¨ª, "pero no puedo, al menos no de forma sincera, pedir perd¨®n por haber sacado a Sadam del poder".

Sin embargo, la sombra de Irak es alargada. Blair ha iniciado su discurso expresando sus condolencias por la muerte de soldados brit¨¢nicos en ese conflicto, y transmitiendo su apoyo y solidaridad a la familia de Ken Bigley, el ciudadano brit¨¢nico secuestrado desde hace d¨ªas por un grupo terrorista iraqu¨ª.

De tel¨®n de fondo de este congreso, y del mandato de Blair en su conjunto, luce la proximidad de las elecciones presidenciales estadounidenses. Tras la derrota de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar la pasada primavera, que George W. Bush no lograra la reelecci¨®n en noviembre le dejar¨ªa como ¨²nico superviviente provisional de la foto de las Azores que sell¨® la guerra de Irak. Quiz¨¢ por ello, Blair ha querido introducir un matiz en su apoyo a la guerra, y lo ha hecho refiri¨¦ndose al conflicto en Oriente Pr¨®ximo.

"Despu¨¦s de noviembre convertir¨¦ en una prioridad personal revivir [el proceso de paz en Oriente Pr¨®ximo]. Dos estados, Israel y Palestina, viviendo uno al lado del otro con una paz duradera, lograr¨ªa m¨¢s para derrotar el terrorismo de lo que las balas solas podr¨ªan lograr nunca". Tras abandonar aunque no rechazar la tesis del supuesto arsenal de Sadam para justificar la guerra, Bush puso el ¨¦nfasis en una idea que ya ven¨ªa repitiendo desde antes del conflicto: un Irak democr¨¢tico podr¨ªa servir para pacificar la zona, extender esa democracia a los pa¨ªses vecinos, y solucionar el conflicto ¨¢rabe-israel¨ª.

En clave interna, Blair ha pedido a su partido que no sucumba a las divisiones internas —la m¨¢s grave provocada precisamente por la crisis de Irak— para poder lograr el hito "hist¨®rico" de ganar un tercer mandato consecutivo en las elecciones de 2005. Parece poco probable en cualquier caso que sea el actual primer ministro, en el Gobierno desde 1997, el que aspire la pr¨®xima primavera a mantener a los laboristas en el poder.

Los focos alumbran para ese cometido a su gran rival pol¨ªtica y a la vez eterno n¨²mero dos y muleta en tiempos dif¨ªciles, Gordon Brown. En su discurso de ayer, el ministro de Tesoro volvi¨® a escenificar esa comuni¨®n e incluso lanz¨® un par de capotes a Blair, al tiempo que perfilaba de nuevo su aspiraci¨®n a sucederle. El primer ministro aplaudi¨® su intervenci¨®n como si le fuera la vida en ello.

Brown hizo hincapi¨¦ en su negociado, la econom¨ªa: "El laborista es hoy el ¨²nico partido que provoca confianza acerca de la econom¨ªa". Pero "eso no es suficiente, tenemos que hacer m¨¢s", repiti¨® una y otra vez. ?Qu¨¦ m¨¢s? "Con confianza y unidad en torno a nuestros valores, construiremos un consenso progresista de prosperidad y justicia para todos". Y, seg¨²n dej¨® entrever ayer, a ser posible con ¨¦l al tim¨®n.