Joseph Ratzinger se convierte en el 265? Papa bajo el nombre de Benedicto XVI
La segunda jornada del c¨®nclave comienza con dos votaciones nulas y termina con la elecci¨®n del nuevo pont¨ªfice, un cardenal alem¨¢n de 78 a?os
Joseph Ratzinger, el cardenal que ha velado celosamente por la pureza del dogma cat¨®lico desde 1981 como prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio), se ha convertido esta tarde en el Papa 265? de la historia de la Iglesia bajo el nombre de Benedicto XVI. En tan s¨®lo un d¨ªa y medio, los purpurados se han decantado por el m¨¢s barajado del abanico de los posibles sucesores de Juan Pablo II, ya que a sus 78 a?os reci¨¦n cumplidos, asegura un Pontificado breve y de transici¨®n que, al mismo tiempo, garantiza la continuidad de la ortodoxia, como ya hizo el fallecido Karol Wojtyla. Su nacionalidad alemana, su perfil conservador y su frontal rechazo a las innovaciones introducidas por Pablo VI no han sido un obst¨¢culo. En su primer discurso como obispo de Roma, ha afirmado: "S¨®lo soy un humilde trabajador en la vi?a del Se?or".
Los 115 cardenales reunidos en c¨®nclave en la capilla Sixtina del Vaticano desde ayer han elegido esta tarde nuevo Papa, el primero del siglo XXI. A las 17.50 horas y por segunda vez en este d¨ªa, el humo ha comenzado a salir de la chimenea de la capilla pero, al principio, parec¨ªa negro. En la segunda plaza m¨¢s grande del mundo, hab¨ªa en ese momento tres cuartos de entrada, unas cien mil personas, que han recibido entre la exaltaci¨®n y la calma esta fumata con misterio bajo el cielo encapotado. Los fieles congregados a la espera de noticias no acababan de creerse que era blanca, ya que no sonaban las campanas. Cuando la chimenea llevaba ya un cuarto de hora expulsando humo y creando intriga y confusi¨®n en torno al color, una bocanada blanca acompa?ada del redoblar de las campanas no ha dejado lugar a dudas: Habemus Papam.
Como una final de un mundial
El Vaticano hab¨ªa explicado que, de no haber acuerdo, la tercera fumata se producir¨ªa alrededor de las 19.00. Este hecho, m¨¢s que ning¨²n otro elemento, ha ayudado a saber que ya hab¨ªa Papa. Mientras los presentes en la plaza de San Pedro se fund¨ªan en un clamor de gritos y aplausos entusiastas, Radio Vaticano ha confirmado la elecci¨®n del sucesor de Juan Pablo II. Entre la multitud, el sentimiento reinante era el de un enorme campo de f¨²tbol con todo el p¨²blico del mismo equipo al ganar la final de un mundial. La Santa Sede ya dijo que quer¨ªa una elecci¨®n r¨¢pida, pero ¨¦sta lo ha sido especialmente: el Papa ha sido designado en la cuarta votaci¨®n en el segundo d¨ªa de c¨®nclave. Ayer por la tarde se procedi¨® a la primera votaci¨®n, que termin¨® siendo la primera fumata negra del c¨®nclave. La segunda fumata negra se produjo esta ma?ana, como resultado de dos votaciones m¨¢s.
A partir de aqu¨ª, s¨®lo quedaba esperar a que concluyera el ritual para conocer al fin el nombre del elegido. As¨ª, tras confirmar el escrutinio y quemar las papeletas atadas con un hilo por los extremos, los cardenales han pedido al Papa su consentimiento para el cargo y ¨¦ste ha elegido el nombre que adoptar¨¢ durante su papado. Mientras, la plaza se ha ido llenando a rebosar, gracias en parte a que el momento coincid¨ªa con la salida del trabajo de los romanos. El p¨²blico, organizado por pa¨ªses, enarbolaba banderas de los cinco continentes y coreaba los nombres de sus favoritos como un ruidoso grupo hondure?o, que clamaba por la elecci¨®n de ?scar Rodr¨ªguez Maradiaga. Pocos espa?oles se han dado cita en San Pedro, y los que lo han hecho no ten¨ªan especiales preferencias, salvo una leve inclinaci¨®n por que el elegido sea hispanoamericano.
Entretanto, el Papa se ha vestido con la casulla papal y, sobre las 18.30, el protodi¨¢cono (el primer cardenal de los di¨¢conos), en esta ocasi¨®n el chileno Jorge Arturo Medina Est¨¦vez, se ha asomado a la logia de las bendiciones de la bas¨ªlica de San Pedro para revelar al mundo el nombre del elegido con la f¨®rmula: "Habemus Papam, Joseph Ratzinger". En ese momento, el enjuto religioso alem¨¢n, que acaba de cumplir 78 a?os, ha salido al balc¨®n para ser presentado e impartir la bendici¨®n Urbi et orbi (a la ciudad y al mundo). El p¨²blico ha recibido el nombre con un desatado entusiasmo colectivo y se han unido en gran ovaci¨®n al grito de "?Benedictus XVI!".
En realidad, hab¨ªan acudido a ver en directo el espect¨¢culo de la primera proclamaci¨®n de un Papa en la era de la globalizaci¨®n, y habr¨ªan aplaudido por igual a cualquier otro. Adem¨¢s, una de las virtudes de los cat¨®licos es la resignaci¨®n, por lo que parec¨ªan aceptar a Ratzinger aunque muchos hubieran preferido a otro. De hecho, muy pocos apostaban por el cardenal alem¨¢n salvo miembros del clero y los grupos de files alemanes. Pasados unos minutos, algunas personas, sobre todos los venidos de Latinoam¨¦rica y que formaban verdaderos clubes de fans de otros papables, han llorado de decepci¨®n.
"Soy un humilde trabajador"
Tras saludar a los fieles, las primeras palabras del Papa Benedicto XVI, europeo como Juan Pablo II pero no italiano, han sido en este idioma: "Queridos hermanos y hermanas, despu¨¦s del gran Papa Juan Pablo II, los se?ores cardenales me han elegido a m¨ª, un simple y humilde trabajador de la vi?a del Se?or. Me consuela que el Se?or sepa trabajar con instrumentos insuficientes y me entrego a vuestras oraciones. En la alegr¨ªa del Se?or y con su ayuda permanente, trabajaremos y con Mar¨ªa, su madre, que est¨¢ de nuestra parte". Protagonista absoluto del c¨®nclave como decano del colegio de cardenales, Ratzinger era uno de los principales candidatos, junto a Dionigi Tettamanzi, cardenal arzobispo de Mil¨¢n.
Nacido en Marktl am Inn (di¨®cesis de Passau, Alemania) el 16 de abril de 1927 era, adem¨¢s de prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, presidente de la Pontificia Comisi¨®n B¨ªblica y de la Comisi¨®n Pontificia Teol¨®gica Internacional y decano del Colegio Cardenalicio. A la cabeza de la corriente conservadora, la m¨¢s amplia de entre los cardenales electores, por lo que se supone que desde el principio contaba con el voto de 50 de los 115 purpurados que han compuesto el c¨®nclave. Pero para la elecci¨®n se necesitan dos tercios, un porcentaje que parec¨ªa dif¨ªcil de alcanzar teniendo en cuenta a sus detractores, los moderados, que preferir¨ªan otro futuro para la Iglesia. Pero las cosas, a diferencia del color de la fumata, no son blancas o negras, por lo que s¨®lo el tiempo dir¨¢ c¨®mo va a ser el papado de Ratzinger.
Benedicto, el tercer nombre m¨¢s elegido
Para hallar a un Papa alem¨¢n en la historia hay que remontarse m¨¢s de 900 a?os y volver la mirada hasta el a?o 1055, cuando fue elegido Pont¨ªfice V¨ªctor II. Ratzinger ha elegido llamarse Benedicto XVI siguiendo una costumbre instituida en el a?o 996 dentro de la Iglesia Cat¨®lica. El nombre de Benedicto, elegido en 14 ocasiones, es el tercero en la lista de preferencias de los Papas de la historia, junto al nombre de Clemente y s¨®lo superado por Juan, elegido en 23 ocasiones, y por Gregorio, en 16.
El ¨²ltimo Papa que se decant¨® por este nombre, Benedicto XV, fue Giacomo della Chiesa (1914-1922), un Papa nacido en Pegli, G¨¦nova (Italia). Doctorado en jurisprudencia por la Universidad de G¨¦nova a los 21 a?os, que en 1878 se orden¨® sacerdote e ingres¨® en la Accademia dei Nobili Ecclesiastici, escuela diplom¨¢tica vaticana en la que se prepar¨® para servir a la Iglesia en estas necesidades. Fue nuncio en Espa?a, subsecretario de Estado y en 1907 el Papa P¨ªo X le nombr¨® arzobispo de Bolo?a. En 1914 recibi¨® el capelo cardenalicio, tres meses antes de ser elegido para la C¨¢tedra de San Pedro.
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